Los ciberataques se han vuelto mucho más comunes y diferentes empresas han sufrido con ellos en los últimos años tanto a nivel local como internacional. En Chile, empresas públicas como BancoEstado son ejemplo de esta situación.
En ese contexto, Accenture Security encuestó a 4.644 ejecutivos de diferentes países para comprender hasta qué punto las organizaciones dan prioridad a la seguridad, cuán completos son sus planes en este ámbito y cómo se desempeñan sus inversiones.
La primera conclusión del estudio fue que las inversiones en innovación de la ciberseguridad están creciendo: 94% de los ejecutivos de servicios públicos gasta más del 20% de sus presupuestos de ciberseguridad en tecnologías avanzadas. Así también, las estrategias para detectar ataques básicos están teniendo resultados y la industria ha tenido una reducción de 27% en promedio en las violaciones de seguridad en el último año.
Sin embargo, sólo el 55% del ecosistema de las compañías de servicios públicos está protegido con programas de ciberseguridad, en momentos que el 56% de las violaciones proviene desde esas fuentes. En esta línea, un 73% de los ejecutivos a nivel mundial dice estar de acuerdo con que mantenerse un paso adelante de los ciberatacantes es una batalla constante y que el costo es insostenible.
En ese escenario, de las empresas encuestadas en el estudio, sólo el 17% tuvo un alto rendimiento al hablar de ciberseguridad, en al menos tres de estas cuatro categorías: detener más ataques, encontrar y arreglar las brechas más rápido y reducir su impacto.
Claudio Ordóñez, líder de Ciberseguridad de Accenture Chile, explicó que las empresas líderes se diferencian de las rezagadas “en que invierten para dar mayor velocidad a las operaciones, ya que priorizan moverse rápido porque valoran la rapidez con la que pueden detectar una brecha de seguridad, con la que pueden movilizar su respuesta y la rapidez con la que pueden hacer que las operaciones vuelvan a la normalidad”
Ordóñez destacó que “las empresas líderes también impulsan el valor de las nuevas inversiones y escalan más, porque las organizaciones que mejor escalan las inversiones en tecnología de seguridad son cuatro veces mejores que el resto en el descubrimiento y defensa de los ataques y en la protección de más activos clave en sus organizaciones”.
El estudio también destaca que las organizaciones líderes mantienen las inversiones existentes. Centran más sus asignaciones presupuestarias en cuidar lo que ya tienen, en comparación con los no líderes que ponen más énfasis en el pilotaje y la ampliación de nuevas capacidades.
Por último, Ordoñez expresó que “la resiliencia cibernética es alcanzable y replicable. Las empresas de servicios públicos y todas las industrias necesitan detener los ataques y mejorar su respuesta a los incidentes de seguridad, encontrar y arreglar las brechas más rápidamente y mantener el menor impacto al negocio”.