En alerta está la industria financiera por una indicación que se aprobó la semana pasada en la sala de la Cámara de Diputados en el marco del proyecto que está en segundo trámite constitucional, que establece nuevas exigencias de transparencia y reforzamiento de responsabilidades de los agentes de los mercados. Ahora la iniciativa debe pasar al Senado.
En concreto, el diputado Giorgio Jackson (RD) repuso algunas indicaciones que habían sido rechazadas en la Comisión de Hacienda, y que esta vez fueron aprobadas por la sala. La que más complica a la banca, el retail financiero y las compañías de seguros, señala que el costo de los seguros asociados a operaciones de crédito debe ser asumido de manera equitativa entre la entidad financiera y el consumidor, cuestión que hasta ahora es pagada íntegramente por los deudores que contratan el seguro.
El gerente general de la Asociación de Bancos, Luis Opazo, comenta que “la propuesta del diputado Jackson implicará la mayor destrucción de bancarización en años. Tiene errores conceptuales graves. Todos los chilenos tienen derecho a servicios que permitan gestionar los riesgos de la vida u otros siniestros, con esto se retrocede a que solo algunos tengan esa posibilidad”.
En ese sentido, Opazo explica que “los seguros van en directo beneficio de los clientes, permitiendo mitigar las consecuencias para su patrimonio frente a diversos riesgos -desempleo, terremotos, etc-. En el caso de seguros vinculados a créditos, el seguro cubre el pago de cuotas que debe realizar el cliente cuando este se encuentra afectado, y por esta misma lógica, permite que el costo del crédito sea menor. Por lo tanto, la indicación del diputado Jackson será un aumento del costo del crédito, situación que dada la existencia de la Tasa Máxima Convencional (TMC), se traducirá nuevamente en una ley que termina desbancarizando a clientes, con las consecuencias adversas de esto”.
A lo mismo apunta el vicepresidente ejecutivo del Retail Financiero, Claudio Ortiz. “El proyecto de ley es un mazazo para el mercado financiero y para los propios consumidores”, dice Ortiz.
Al respecto, detalla que “el copago de las primas de seguros entre los emisores y los consumidores, terminará encareciendo los costos de los seguros, restringiendo el acceso a la cobertura para las personas de mayor riesgo y, como consecuencia, limitando el acceso al crédito, sobre todo en los segmentos más vulnerables. Si ya existía preocupación por el fuerte incremento del crédito informal, el proyecto tal como está terminará por empujar a más personas al peligroso mundo de los prestamistas informales. Esto, además, revertirá la masificación que ha tenido el acceso a la cobertura de seguros, principalmente en regiones”.
Ortiz también dice que “otro elemento incorporado a última hora es la prohibición de incentivos en la venta de seguros. Esto contradice las bases del sistema económico, no solo en Chile, sino en el mundo y pasa a llevar derechos laborales de obtener una remuneración por un trabajo efectuado”.
El vicepresidente ejecutivo del Retail Financiero añade que “la indicación que prohíbe la oferta de seguros distintos a los asociados al crédito es discriminatoria y atenta contra la libertad de elección de bienes y servicios por parte de los consumidores. Además de restringir al oferente, prohibirá al propio consumidor acceder a cobertura de seguros en un mismo acto de consumo”.
En tanto, el presidente de la Asociación de Aseguradores de Chile (AACH), Mario Gazitúa, puntualiza que “los seguros asociados a los créditos son voluntarios y son mitigadores de riesgos que permiten que fluya el crédito especialmente para segmentos más vulnerables, por lo cual vemos con preocupación que las indicaciones realizadas limiten su comercialización con la consecuente restricción del crédito a miles de chilenos”.
Gazitúa agrega que “lo que más nos preocupa es que las familias queden desprotegidas frente al eventual fallecimiento o cesantía de su ser querido, debiendo además hacerse cargo de la deuda. En ese contexto, esto es justamente lo que evita el seguro. Las instituciones financieras ayudan a conseguir seguros a precios más convenientes, porque aglutinan demanda, pero no tienen un interés asegurable”.
El presidente de la AACH concluye que “lo que está en juego aquí es la estabilidad económica de miles de familias que, habiendo visto afectada su estructura de ingresos, adicionalmente deberán asumir una deuda”.
Opazo también dice que “no solo puede ser la mayor destrucción de bancarización, sino el término del producto de seguros masivos. Es un grave retroceso en décadas de la posibilidad de gestionar de una forma moderna los riesgos de seguros de vida para pescadores, de desempleo para empleados, o de terremoto e incendio para viviendas, pueden ser inviables . ¿Cómo se hace factible un producto cuyo precio en un 50% debe ser pagado por el oferente? Es como comprar un sistema de alarmas de seguridad y obligar a que el especialista pague la mitad”.