Estados Unidos registra una inflación similar a la que tuvieron por principios de la década de los 80′ tras que se conociera que durante mayo, el Índice de precios al Consumidor (IPC) subió 1,0% y así acumula una alza de 8,6% durante el plazo de 12 meses, su mayor nivel desde diciembre de 1981 (8,9%).
El alza en el costo de vida en EEUU se ubicó por sobre los pronósticos del mercado. Según una encuesta de Bloomberg, se esperaba para mayo una inflación de 0,7% y una alza de 8,3% para la variación a 12 meses.
Ante este escenario, la Reserva Federal de EEUU (Fed) se vería presionada para seguir una política de alzas de tasas de interés. Además, desde Bloomberg, destacan que el tema inflacionario se suma a los problemas políticos que vive la administración del presidente Joe Biden y su coalición política, los demócratas.
Por otro lado, el IPC subyacente, que no incluye a los alimentos y energía, registró una subida de 0,6%, cuando se esperaba que subiera 0,5%. Así este indicador a doce meses registra una ganancia de 6,0%.
¿Qué pasó?
Las cifras refuerzan que la inflación todavía está calentada por muchas medidas, y que la Fed, que ha comprometido a alzas de medio punto en cada una de sus próximas dos reuniones, a partir de la próxima semana, tendrá que mantener esa postura agresiva hasta su reunión de septiembre. Precios récord de la gasolina y factores geopolíticos amenazan con mantener alta la inflación en los próximos meses, lo que sugiere que la Fed tendrá que frenar la economía a un largo plazo.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro subieron, los futuros de las acciones en Wall Street cayeron y el dólar subió después del informe.
En mayo, los precios de los productos básicos continuaron aumentando a ritmos de dos dígitos. Los precios de la energía subieron un 34,6% respecto al año anterior, la mayor cantidad desde 2005, incluido un aumento de casi el 49% en los costos de la gasolina. Los precios de este combustible en lo que va de junio subió a nuevos máximos, lo que indica una mayor presión al alza en los próximos informes del IPC.
Los precios de los comestibles aumentaron un 11,9% anual, el máximo desde 1979, mientras que la electricidad aumentó un 12%, el máximo desde agosto de 2006. El alquiler de la vivienda principal subió un 5,2% respecto al año anterior, el máximo desde 1987.
Existen crecientes riesgos de que las presiones sobre los precios en esas categorías continúen aumentando. La guerra en curso de Rusia en Ucrania, así como la intensificación relacionada sanciones; los bloqueos en China y sequía y todos podrían contribuir a precios más altos de los alimentos y la energía, entre otros temas.
Eso probablemente signifique más problemas para el presidente Joe Biden, cuyos índices de aprobación han caído a nuevos mínimos antes de las elecciones de mitad de mandato a finales de este año. Si bien el mercado laboral sigue siendo un punto brillante, la inflación de décadas está paralizando la confianza entre el pueblo estadounidense y superando en gran medida las ganancias salariales.