La tasa de inflación interanual de Estados Unidos aceleró en agosto su subida al 3,7% desde el 3,2% del mes anterior, lo que supone un nuevo repunte en por segundo mes consecutivo, según la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo del país. Además, el mercado esperaba un IPC anual que llegara a 3,6%.
En el mes de agosto, los alimentos se encarecieron un 0,2%, al tiempo que la energía hizo lo propio en un 5,6%. No obstante, en términos interanuales los víveres se apreciaron un 4,3%, aunque la energía siguió en el octavo mes del año un 3,6% por debajo de los niveles registrados doce meses atrás.
La tasa de inflación subyacente, que excluye el impacto de la volatilidad de los precios de los alimentos y de la energía, alcanzó el 4,3%, cuatro décimas menos que en julio. Sin embargo, la lectura mensual sí creció en una décima, hasta el 0,3%, un dato que sorprendió al mercado que esperaba un IPC subyacente en 0,2%, y así este indicador se aceleró por primera vez en seis meses, según destacó Bloomberg.
En tanto, la variación anual del IPC en Estados Unidos creció 0,6%, en línea con las expectativas del mercado.
Tras estos datos, se fortalecían las esperanzas de que la Reserva Federal pueda dejar las tasas de interés sin cambios en su reunión de política monetaria de septiembre, según estimó Reuters.
Ahora, los inversionistas se centrarán ahora en los precios de producción de agosto y en los datos de ventas minoristas del jueves, antes de la decisión política de la Fed del 20 de septiembre.
Mercado laboral
Por otro lado, el Departamento de Trabajo de Estados Unidos informó hace seis días de que las peticiones iniciales de subsidio por desempleo alcanzaron la semana pasada las 216.000 solicitudes, lo que supone un descenso de 13.000 personas desde la marca anterior.
Asimismo, la cifra de personas que recibían algún tipo de subsidio por desempleo se situó a finales de agosto en 1,679 millones, lo que representa una disminución semanal de 40.000 beneficiarios.