En medio del creciente nerviosismo en los mercados tras la quiebra de Silicon Valley Bank y Signature Bank y la interrogante respecto de si en este nuevo escenario la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) volverá a aumentar la tasa de interés en su reunión de marzo, los datos de inflación de la mayor economía mundial estuvieron dentro de las expectativas.
El Departamento del Trabajo de Estados Unidos informó este martes que el Índice de precios al consumidor (IPC) aumentó 0,4% en febrero impulsado por el fuerte incremento en los precios de arriendos de viviendas que contrarrestado por la caída en los valores del sector energía.
La cifra estuvo en línea con lo esperado por el mercado, y representó una desaceleración frente al 0,5% de enero.
Así, en su medición en doce meses, el indicador tuvo un incremento de 6%, versus el 6,4% de enero, anotando además su menor alza interanual desde septiembre de 2021.
Con ello, el IPC continuó alejándose del máximo de 9,1% anotado en junio, cuando los precios alcanzaron su nivel más alto desde noviembre de 1981.
IPC subyacente
Sin embargo, el IPC subyacente, que excluye los productos con precios más volátiles como la energía y los alimentos frescos, subió 0,5% en febrero en comparación al 0,4% de enero y superando las expectativas de un incremento de 0,4%.
Pero en doce meses el IPC subyacente se desaceleró a un alza de 5,5% interanual en febrero tras el 5,6% en enero.
Analistas esperan que la Fed suba la tasa de interés en 25 puntos en su reunión de la próxima semana, aunque ante la delicada situación por la que atraviesa el sector financiero algunos, como los de el banco de inversión Goldman Sachs, apuestan a que la mantendrá.