Invertir con foco en ESG: más que una moda
La experiencia muestra que aquellas compañías mejor posicionadas en ESG han tenido menores riesgos.
Las estrategias ESG (Enviromental, Social & Governance), que corresponden a la responsabilidad medioambiental, social y de gobierno corporativo de las compañías, han venido ganando importancia. Las nuevas generaciones priorizan invertir en empresas que mantienen una buena relación con el ambiente, la sociedad y sus accionistas, y los fondos de pensiones a nivel mundial han aumentado sus mandatos en estrategias ESG, en línea con su deber fiduciario de reducir los riesgos en el largo plazo.
¿Por qué ESG?
La experiencia muestra que aquellas compañías que están mejor posicionadas desde una perspectiva ESG no solo pueden ser más atractivas para atraer a la nueva ola de inversionistas, sino que históricamente han demostrado menores riesgos, tanto en términos de volatilidad de precio como de utilidades.
Esto no es una coincidencia, ya que aquellas compañías que logran alinear los intereses de sus controladores e inversionistas con su entorno social y medioambiental, son capaces de manejar mejor los riesgos que enfrenta, ya sean propios de su industria o distintas coyunturas externas. Sin ir más lejos, en Latinoamérica las controversias más recurrentes se relacionan con el gobierno corporativo de las compañías abiertas en bolsa y cuya estructura de propiedad no garantizan una protección a los accionistas minoritarios (durante los últimos años hemos visto escándalos de corrupción, interferencia gubernamental, financiamiento ilícito de la política, compañías con distintas clases de acciones).
En general, estas controversias se traducen en correcciones significativas en el valor de estas empresas, empañando el resultado de una inversión por factores anexos a su negocio.
En este contexto, es clave desmitificar que una estrategia ESG se traduce en el "sacrificio de retornos" versus las estrategias tradicionales, porque van más allá de las buenas intenciones y sus fundamentos residen en disminuir los riesgos en el largo plazo, otorgándole más visibilidad y soporte a las distintas clases de activo. No solo son buenas intenciones, sino que también buenos resultados.
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