Chile se encuentra ante una bifurcación determinante para su futuro. Así ve las elecciones presidenciales de fin de año el economista chileno radicado en EE.UU. José Luis Daza. Y su mirada es sombría. Si gana Gabriel Boric, hasta ahora el candidato mejor perfilado en las encuestas, a su juicio el país arriesga a moverse en la dirección de los peores ejemplos de la región, incluso Venezuela.

“En términos de las propuestas, la característica central es que parece un esfuerzo concertado en ahuyentar la inversión privada, lo que ya está ocurriendo. La acumulación de medidas antiinversión privada parece suicida”, advierte. También analiza uno a uno los países que el Frente Amplio considera como referentes para sus medidas y desestima que esas experiencias puedan emularse en Chile. Respecto de la iniciativa que impulsaría Boric de llegar a la presidencia, respecto de exigir a las grandes empresas que incluyan en sus directorios una representación de los trabajadores del 50%, es lapidario en su juicio: " Mi predicción es que si siguen adelante con esta propuesta, la inversión nacional y extranjera va a colapsar”.

También critica, una vez más, a la clase política por el avance del cuarto retiro y defiende la labor del Banco Central y de su presidente, Mario Marcel

A casi un mes de las elecciones presidenciales, ¿es esta la más crucial para Chile desde 1990?

-Mi experiencia trabajando por 35 años en la intersección de macroeconomía y mercados financieros, en Asia, Europa, América Latina, USA, y observando países exitosos y experimentos fracasados, me indica que Chile se encuentra ante una bifurcación en el camino. El camino que ofrece Boric es un callejón sin salida. Nos llevará a un pantano del cual va a ser muy difícil salir, posiblemente décadas. Es el camino que han tomado muchos países de la región, todos con el mismo resultado. Argentina, uno de los países más desarrollados del mundo hace un siglo, tomó ese camino, y lleva décadas con gobiernos de derecha e izquierda tratando de salir. Brasil también tomó ese camino. Cada país con su idiosincrasia particular, pero todos empantanados con Estados hipertrofiados que no les permiten crecer. No me refiero a una política específica, me refiero a la forma de entender la economía, la integración al mundo, la dinámica del progreso. Boric y su gente dicen que quieren erradicar el modelo, y usando fraseología de Chávez, quieren refundar muchas de las instituciones. Provoste es Boric light, pero con muchas de las mismas ideas que he visto destruir países. Creo que cualquiera de los dos candidatos de derecha, mantienen viva la opción al desarrollo.

Usted participará la próxima semana en un seminario de la FPP analizando el programa económico de Boric, ¿qué aspectos son los que más le preocupan?

-No han publicado el programa final, aunque escuché a Nicolás Grau en el CEP y he oído otras propuestas. Estoy seguro que son personas bien intencionadas, pero veo muchos ejemplos de errores analíticos básicos en las ciencias sociales. Abunda el “sesgo de confirmación”, donde seleccionan solamente ejemplos que confirman su tesis, e ignoran la mayoría abrumadora de casos que apuntan en dirección contraria. También veo errores de identificación errónea de causalidad. La característica central del programa es el gran número de medidas antiinversión. La propuesta de renegociar los tratados de comercio internacional me parece una locura trumpiana, totalmente alejada de la realidad en que se desenvuelve la economía chilena.

¿Es un problema de análisis o de las propuestas?

-Ambos. En términos de las propuestas, la característica central es que parece un esfuerzo concertado en ahuyentar la inversión privada, lo que ya está ocurriendo. La acumulación de medidas antiinversión privada parece suicida. En términos analíticos hay errores básicos. Las economías son sistemas muy complejos. La presencia de mecanismos de retroalimentación y amplificación lleva a que pequeñas diferencias puedan conducir a resultados extraordinariamente disímiles. Me parece que hacen aseveraciones y comparaciones injustificadas.

Boric plantea hacer una reforma tributaria que recaude 8 puntos del PIB en 8 años. Su referente es Dinamarca. ¿Se puede imitar?

-Otro ejemplo de comparaciones selectivas. ¿Hicieron un análisis sistemático de todos los países que aumentaron el gasto e impuestos en esa magnitud en tiempo similar, o encontraron un caso y lo usan como ejemplo? Para entender el impacto de un alza de impuestos tenemos que entender cómo funciona el resto de la economía, analizar en qué contexto opera. ¿Sabía que Dinamarca tiene el mercado laboral más flexible de Occidente? Se puede despedir a un trabajador con solo tres días de aviso y sin pagar una sola corona de indemnización. ¿Cómo influye eso en la decisión de los inversionistas? Los trabajadores daneses no están obligados a comprar seguro de desempleo, pero cuando lo hacen, gran número de ellos lo compra en aseguradoras privadas. ¿Quieren imitar el mercado laboral danés como propuso Andrés Velasco? ¿Cómo influye en la intensidad de capital de la economía que sea un país pequeño, homogéneo, teniendo de vecinos a Alemania, Reino Unido y Suecia, en vez de Bolivia, Argentina y Perú? Cada vez hay más evidencia de que la geografía juega un rol determinante en la evolución de la estructura productiva. No considerarla es un error. Por ejemplo, la región del mundo que más creció en los últimos 30 años no fue China, fue el norte de México que limita con EE.UU. El resto de México languidece. Recuerde, pequeñas diferencias en sistemas complejos pueden generar resultados muy disímiles.

Y más allá de Dinamarca, ¿qué le parece aumentar la carga tributaria en 8 puntos del PIB?

-Va exactamente en la dirección contraria de lo que es necesario para retomar el crecimiento sostenido. Es una más de las medidas antiinversión. Es posible que inicialmente recauden altas sumas del sector privado. Pero el mundo no es estático. Los privados van a reaccionar en el periodo dos, tres y cuatro. En mi vida he visto dos tipos de economistas. Los que piensan en términos de transferencias y los que piensan en términos de incentivos. A la larga, los incentivos son muchísimo más poderosos que las transferencias. Los primeros piensan en términos de una acción. Los segundos en términos de interacción, donde lo que ocurre en el periodo tres, cuatro, cinco, es mucho más importante que la primera acción.

Él quiere terminar con el modelo neoliberal y extractivista que, dice, ha imperado en Chile, y propone una economía verde, sustentable, más inclusiva, de mayor valor agregado y con un Estado emprendedor. ¿Cómo ve ese camino?

-Hablar de modelo “extractivista” me indica que no conoce la realidad de la economía chilena. Chile construyó una economía de extraordinaria sofisticación y complejidad dado su nivel de ingreso, capaz de otorgar a la gran mayoría de los chilenos bienes y servicios accesibles solo en países desarrollados. Me temo que el desconocimiento va a destruir parte de esa sofisticación como lo estamos viendo con la desaparición de las hipotecas a 30 años, que solo una minoría de países en el mundo puede ofrecer.

¿Y qué opina de un Estado emprendedor?

-¿Estado emprendedor? Otro símbolo de que son jóvenes con ideas viejas. Lo intentó Chile y todo el planeta, de Rusia a Ruanda, pasando por todos los países asiáticos, latinoamericanos, africanos, e incluso EE.UU., con uniformes fracasos. ¿Quién va a ser el emprendedor? Miro a la gente alrededor de Boric y no han administrado ni un stand de hot dogs. Es la asimetría de emprender con plata ajena. El mundo va en dirección completamente contraria. La NASA no va a la Luna, son los privados. Revolución de autos eléctricos hecha por privados. Toda la biotecnología desde vacunas, generación de órganos a partir de células madres, a nuevas medicinas contra el cáncer. Todo generado en empresas privadas, principalmente pequeñas, ágiles. Los bancos del futuro próximo estarán dominados por inteligencia artificial, no personas, y menos todavía burócratas estatales. Ya existen muchas empresas financieras dando crédito en minutos, usando inteligencia artificial, acelerando la obsolescencia de bancos tradicionales. Para allá va el mundo, no a bancos estatales. En EE.UU. y Europa el Estado ha tenido un rol esencial en financiar investigación científica básica, pero en términos de empresas, ha sido universalmente fuente de corrupción, de desperdicio, agencias de empleo con bajísima productividad.

Pero ellos en materia de política industrial ponen de ejemplo a Corea del Sur y cómo el Estado ha sido un articulador e impulsor de la innovación.

-La comparación con Corea del Sur es para la risa. Hay cientos de casos en el mundo que muestran el fracaso de la política industrial, pero ellos identifican posiblemente uno y le atribuyen el éxito a la política industrial. Hay muchas otras cosas específicas de Corea que es altamente probable jugaron un rol esencial en su éxito. Empecemos por la fuerza laboral. ¿Sabía usted que hasta 2018 la semana laboral de Corea era de hasta 62 horas? La redujeron a 52 horas a partir de este año. ¿Sabía que Corea está entre los tres países con la masa laboral más educada en el mundo? Los niños atienden escuela pública en la mañana y privada en la tarde. Para lograrlo, los coreanos son la población del mundo que gasta más dinero en educación privada y tiene el nivel de endeudamiento más alto para financiar la educación de los niños. Hay estudios que dicen que los coreanos tienen la población más sana del mundo. Prácticamente la totalidad de los hospitales son privados; el 94% de las camas de hospitales son privadas. ¿Están seguros que quieren imitar a Corea del Sur? En las últimas décadas, ¿cuánto impacto su proximidad con China? Si hacer política industrial se refiere a programas de financiamiento de investigación y ciencia aplicada, puede que haya justificación.

Otro aspecto de su programa apunta a rebalancear el poder también en las empresas, para lo cual plantean la obligación de que los directorios de las grandes firmas tengan un 50% de representación de los trabajadores. ¿Funciona algo así?

-Esta es otra manifestación del sesgo de confirmación y desconocimiento de la realidad en la toma de decisiones de inversión en el mundo hoy. Mi predicción es que si siguen adelante con esta propuesta, la inversión nacional y extranjera va a colapsar. Grau comparó a Chile con la Alemania de la posguerra, que convergía a los niveles de capital/trabajo y tecnología de punta que tenía antes de la guerra. La globalización, la incorporación de China, India y gran parte del sudeste asiático a la cadena productiva mundial crean circunstancias completamente diferentes al mundo segmentado de la posguerra. Me pregunto, ¿con cuántos gerentes de empresas del mundo hablaron para entender cómo se toman las decisiones? Existen formas de compensación que benefician a los trabajadores si a la empresa le va bien, pero tienen poco y nada que ver con entregarles control de administración de empresas vía participación en directorios.

¿Qué señal debiera intentar dar Boric con la conformación de su equipo económico si es gobierno?

-No estoy en posición para dar recomendaciones a Boric. Le voy a contar una experiencia. Cuando Chávez fue electo Presidente yo estaba a cargo del Departamento de Inversiones de JP Morgan. Había hablado con él antes de la elección. A través de su ministro de Economía me invitó a Miraflores y fuimos con colegas de JP Morgan. Pasamos varias horas hablando sobre qué hacer en economía y la deuda externa. En ese momento, Chávez no tenía claro qué iba a hacer en materia económica. Había visiones muy discordantes en su equipo. Lo único que Chávez tenía claro era que quería revitalizar la OPEP y que él jamás haría default en la deuda externa, porque sería el fin de su gobierno. Lo invitamos a Nueva York. Vino a nuestras oficinas, de nuevo pasamos varias horas hablando con él. Organizamos almuerzo y reuniones con inversionistas. Como puede sospechar, no siguió ninguno de mis consejos en materia de economía. Mi experiencia con líderes de izquierda con aspiraciones refundacionales, es que mis consejos son contraproducentes.

Acaba de poner el ejemplo de Chávez y Venezuela. ¿Si gana Boric, ve un riesgo de movernos en esa dirección?

-Hace cuatro años me preguntaron si pensaba que el triunfo de Guillier significaba que Chile se convertiría en Venezuela. Dije, enfáticamente, que no. Hoy pienso que si gana Boric, acompañado por Jadue y por el PC, y si implementa su programa, claramente vamos en la dirección de asemejarnos a Venezuela. Es posible que Boric no lo piense, pero los eventos económicos que gatillarán sus acciones es altamente probable que lo obligarán a elegir entre la ortodoxia económica o moverse más a la izquierda. Dada su ideología, temo que elegirá la segunda opción.

Dado eso, ¿cuál sería su consejo para los empresarios frente a un eventual gobierno de Boric?

-Durante los últimos treinta años los empresarios chilenos han sido una excepción en todo el continente. A diferencia de empresarios en Argentina, Brasil, México, durante décadas reinvirtieron sus utilidades en el país, jugando un rol extraordinario en el desarrollo de Chile. Este comportamiento se extiende a toda la población, que mantuvo su riqueza y ahorros en Chile, en pesos. Si las autoridades siguen el camino de otros países de la región, los empresarios y la población chilena responderán como lo han hecho en el resto de la región.

¿Por quién votará usted en esta elección?

-Votaría por el candidato de la derecha que pase a segunda vuelta. Comparto con Sichel sus posiciones en temas valóricos, su tolerancia, su disposición al diálogo. Su equipo económico es un lujo de excelencia académica y de conocimientos prácticos, los que van a ser de extraordinario valor dada la fragilidad financiera que el sistema político ha generado. Pero no sé cuánto le van a impactar a Sichel las revelaciones de esta semana.

Pero usted es un liberal y en temas valóricos José Antonio Kast representa lo opuesto. ¿Aún así votaría por él?

-Mi posición con respecto a Kast es más compleja. Estoy en absoluto desacuerdo en sus posiciones en temas valóricos, pero es quien mejor interpreta mi visión sobre la economía. Soy liberal, totalmente ateo. Pienso que una de las señales de que avanzamos hacia un mundo más digno, más humano, empático, es la legalización del matrimonio homosexual, y que la eutanasia es una decisión profundamente individual donde el Estado, los políticos, los burócratas no deben meterse. No soy nacionalista; vibro con los equipos de Chile en todos los deportes, pero también vibro con la riqueza cultural y de experiencias que representa interactuar con gente de todos los países del mundo. Es una de las razones por las que vivo en New York. Pero en términos de economía, Kast es quien mejor representa mis ideas. Curiosamente el Kast conservador es el más moderno de los candidatos en temas económicos. Entiende la importancia de la flexibilidad, de la eficiencia, de los incentivos, de tener una economía abierta. La importancia del Estado de derecho. Comparto con él la idea de un Estado fuerte, efectivo, pero pequeño, capaz de cumplir con los objetivos que se le fijan, sin que estos sean solo un listado aspiracional para sentirse bien. Me atrae su enfoque en ayudar a los más pobres. Comparto la idea de tener impuestos bajos que fomenten el trabajo, la inversión y la innovación, para poder crecer. Es curioso, pero el único candidato que he oído preguntar sobre blockchain es Kast. Por eso, pese a mis serias reservas en temas de valores, voy a votar por él si pasa a la segunda vuelta.