El economista chileno José Luis Daza asumió hace poco más de dos meses como viceministro de Economía del gobierno de Javier Mileien Argentina. Daza analizó a fines de la semana pasada los desafíos que enfrenta la agenda económica argentina, en medio del marcado ajuste del gasto fiscal y de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El fundador del hedge fund QFR Capital Management, también se dio tiempo para explicar por qué aceptó asumir, luego de la renuncia de Joaquín Cottani al cargo, en la cartera dirigida por su amigo Luis “Toto” Caputo.

José Luis Daza, viceministro de Economía de Milei, revela que fue invitado por expresidente Piñera dos veces a su gobierno.

“Hablé con mi familia y me convencieron mis hijos. (...) Me dijeron que ‘siempre hablas de lo que un país tiene que hacer y Argentina lo está haciendo’. Me dijeron ‘qué otra cosa de trascendencia podés hacer, que tratar de ayudar en algo’. Y la verdad, lo pensé y creo que en Argentina en este momento hay una gesta épica, es una oportunidad única en el mundo”, dijo Daza en conversación con Neura Radio.

Antes de abordar cómo el gobierno de Javier Milei enfrenta la coyuntura, hizo una revelación hasta ahora desconocida. “A mí, no es la primera vez que me invitan a ser parte de un gobierno. Sebastián Piñera me pidió dos veces ser parte de un gobierno y no fui”, señaló, sin ahondar en mayores detalles.

Luego continuó detallando su conocimiento del país trasandino y de cómo su economía llegó hasta la situación actual de recesión y una pobreza que alcanza al 52,9% de la población, y detalló que seguía Argentina desde hace tres décadas, cuando analizaba mercados emergentes.

“He sido muy crítico de Argentina, de los gobiernos, y no solamente de los gobiernos, sino de la política y el establishment de centro y centroderecha de Argentina. Todos los países en América Latina tienen una izquierda con ciertas características ideológicas muy parecidas, que hoy gobierna en todos los países. (...) Para mí, el problema de Argentina no era la izquierda, el problema es que en el centro y en la centroderecha no existían las ideas, la voluntad, la disciplina y el coraje para enfrentar lo que era un Estado descontrolado que crecía, con déficit, y lo viste en los diferentes gobiernos”, explicó.

En seguida, expresó su admiración por la reforma económica que postula Milei. “Que haya un Presidente que ganó una elección diciéndole a la población acá vamos a bajar el gasto con una motosierra, es extraordinario. Es único en el mundo”, señaló.

En esa línea, mostró las altas expectativas que tiene para el futuro del país. “No hay ninguna duda que si (Argentina ) quiere desarrollarse -y nos vamos a desarrollar, vamos a ser uno de los países que más crece en el mundo-, tenemos que abrirnos al mundo. Esta es una economía muy cerrada”, indicó.

José Luis Daza, viceministro de Economía de Milei, revela que fue invitado por expresidente Piñera dos veces a su gobierno

Así, aseguró que era posible conseguir un crecimiento económico sostenido. “La agenda de liberalización que tiene el Presidente lo hace muy probable. Por eso yo estoy acá, porque creo que hay una posibilidad de que Argentina sea el país que más crezca en el mundo en los próximos 30 años. (...) Con una condicionante, si hacemos la agenda del Presidente Milei de reducir el tamaño del Estado, de tener una reforma tributaria que simplifique completamente los impuestos, si desregulamos, si abrimos la economía, totalmente”, afirmó.

En relación a las negociaciones con el FMI para conseguir recursos que permitan eliminar el cepo cambiario, aseguró que “Argentina, creciendo al 3,5%, es un país supersolvente”, y aunque sostuvo que “la solución no es más deuda”, explicó que las conversaciones buscan obtener liquidez que permitan avanzar en la liberalización cambiaria, en medio de un escenario de bajas reservas. La solución, dijo, pasa por “superávit fiscales, ir bajando el peso de la deuda, ir bajando el tamaño del Estado y dejar al sector privado (endeudarse). La situación actual en durabilidad es muy robusta, y tenemos la gran fragilidad de las reservas”.