-Desolación es el concepto que más resalta el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Juan Sutil, tras su visita a la región de La Araucanía, que comenzó el 14 de septiembre y finaliza este domingo. Durante este tiempo, sostuvo reuniones con diversos actores de la organización civil, gremial y política de la zona, donde el líder del gran empresariado sacó la conclusión que no hay más tiempo que esperar y que se debe actuar para solucionar los diversos problemas de la zona antes que sean más graves a los que se viven hoy.
¿Con qué sensación se quedó tras las diversas reuniones que sostuvo en la zona?
-La primera sensación es que no hay más tiempo. Tenemos que abordar el problema de la región de verdad. Hablando entre las personas, agrupaciones y sectores políticos de la zona veo que los diagnósticos y las propuestas están, lo que ocurre aquí es que nadie toma la decisión política de implementar. Además, nos topamos que hay mucha desolación, ya que, de todos los gobiernos desde el retorno a la democracia, desde que llegó Patricio Aylwin como candidato y posteriores, han habido impulsos, con muy buenas intenciones, donde se conforman mesas de trabajo, se hacen los diagnósticos, las propuestas y sin embargo llevamos décadas en que esas propuestas no llegan a ninguna solución.
¿Y cómo percibió el ambiente tras los diversos hechos que han marcado a la zona?
-Cuando te reúnes con personas e instituciones, tanto chilenas como mapuches, que han sufrido la violencia y que han visto promesas incumplidas, lo primero que tu percibes es desolación. No se están construyendo las confianzas y los avances necesarios.
¿Cuál es el rol de la CPC en esto?
-Queremos ponernos al servicio de las soluciones y lo que nosotros podemos hacer es apoyar para que las cosas sucedan. Creemos que es muy importante institucionalizar la forma de hacer los diálogos, la forma en que a esto le podamos hacer un seguimiento y también exigirle a la autoridad política, tanto Legislativa como Ejecutiva, que se avance en las soluciones.
¿Y qué esperan del gobierno en este proceso?
-Ahora la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, está haciendo un nuevo esfuerzo, pero en un año más va a estar fuera y vamos a estar en un periodo eleccionario, con convención constituyente y otras elecciones. Entonces, vamos a tener un escenario que no va a lograr que estos problemas se resuelvan. Lo que nosotros creemos es que el trabajo para solucionar los problemas de la zona debe trascender a la estacionalidad de un gobierno o un parlamentario.
¿Cuánto tiempo más se puede esperar?
-No hay más tiempo, esto se tiene que abordarse en encuentros que permitan una solución y una política de Estado para poder llevarlos a cabo de forma concordada entre todos. Están durmiendo las leyes que están ingresadas, tanto en agenda indígena como en seguridad, y hay que avanzar en ambas, de lo contrario quizás después va a ser tarde.
¿Cree que el proceso por una nueva constitución pueda ayudar a resolver el conflicto?
-Yo creo que la voluntad resuelva las cosas y hay muchas cosas que se pudieran haber resuelto de esa forma y sin cambio de constitución, como la modificación de la Ley Indígena, temas en materias de seguridad y de reconocimiento de pueblos originarios. Sí hubo acuerdo para entregar el 10% desde los fondos de pensiones, por qué no puede haber un acuerdo para los pueblos originarios, para avanzar en un Ministerio de Asuntos Indígenas o en un consejo de pueblos originarios.
¿Y cree que la gente confía en este proceso para solucionar los problemas de la zona?
-No, yo creo que nadie pone las esperanzas en un cambio constitucional para arreglar los problemas de la región honestamente, no lo percibí.