Un intenso intercambio epistolar se ha observado a partir de las declaraciones en una entrevista a un destacado economista. En síntesis, dijo que eliminaría becas en humanidades para estudios de postgrado. También se ha referido a Beauchef y su institucionalidad como parte de la Universidad de Chile.
Como miembro de la comunidad de Beauchef, me siento parte de su larga tradición en ingeniería y ciencias, pero también en humanidades. En 1964 se fundó el Centro de Estudios Humanísticos, hoy ETHICS de la Escuela de Ingeniería y Ciencias de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM), donde profesores de la talla de Lihn, Parra, Maturana, Jara, Góngora, Orellana, Hidalgo, Maza y Vial, entre otros, enseñaron a nuestros estudiantes, con el fin de complementar la formación científico-tecnológica.
En este contexto, hoy dictamos un curso electivo que integra (conecta, complementa, sintetiza) la estrategia de negocio con la filosofía política, aquella rama de la filosofía que aborda la vida en común, presente en todos los ámbitos de la vida -por supuesto, en una organización-, de la que los ingenieros somos parte. Al finalizar un semestre reciente, una alumna nos envió un mensaje por correo electrónico después de 15 semanas del curso (los autores son de mi cosecha), dando cuenta de su aprendizaje y mirada:
Profesor, escribo para agradecer todos los conocimientos que compartió con nosotros y, sin duda, me llevo grandes aprendizajes de su curso. Quisiera contarle mi reflexión final brevemente.
“Los contenidos que me parecieron más interesantes son el sentido de comunidad (Aristóteles), hacerme consciente de que todos influimos en las comunidades de las que somos parte, desde las más pequeñas a las más grandes. Ahora me cuestiono lo que entrego de mí en estos espacios y espero poder dar cada vez mis mejores conocimientos y herramientas para hacer un mundo mejor”.
“Otro contenido interesante fue entender la importancia de los pesos y contrapesos (Montesquieu), y cómo esto permite que exista un equilibrio para que los individuos vivan en libertad, y no bajo una tiranía. Desde que lo aprendí he podido cuestionar las organizaciones de las que formo parte, si es que los pesos y contrapesos son suficientes o no. Creo que es algo fundamental”.
“Además, ser consciente de que la fortuna y virtud (Maquiavelo) es algo que debemos usar a nuestro favor, aprovechar los momentos de fortuna usando al máximo nuestras capacidades. Y que la vida no sólo es mérito, también es la suerte que nos toca (Sandel)”.
“¿Cómo espero aplicar todo esto en mi vida profesional? Estando atenta siempre, con una mentalidad más flexible y amplia capaz de entender, a través de lo que nos enseñaron grandes filósofos, el comportamiento de las organizaciones y de quienes la conforman, personas. Quienes en conjunto podemos lograr formar organizaciones más justas que aporten a la sociedad y a que todas y todos vivamos más en armonía con el mundo que habitamos”.
Con formación básica en ingeniería y ciencias, lo he escrito, al igual que muchos, y lo repito, y sin dudas que nuestra alumna lo refrenda: “Mientras más tecnología, más humanidades requerimos”, porque “necesitamos hacernos más humanos” para enfrentar los grandes desafíos de las organizaciones, sino de la Humanidad toda. Sin una mirada amplia no podremos enfrentar la complejidad que nos rodea, lo que no se logra solo con ciencias, ingeniería y economía. Incluso nuestra alumna de ingeniería lo percibe de esta manera.
Profesor Adjunto, Ingeniería Industrial, Universidad de Chile Managing Partner, CIS Consultores