La colusión denunciada esta semana por la Fiscalía Nacional Económica de las empresas Indura y Linde no es la primera que se discutirá en tribunales en el mercado de los gases industriales y medicinales. Ya hace casi dos décadas la FNE denunció un caso similar en el que las empresas fueron absueltas por la Corte Suprema por falta de pruebas directas.
Y hace al menos cinco años, otro presunto cartel llegó hasta los oídos de un tribunal laboral al que llegó una ex ejecutiva de Linde, María Pilar Ascencio, por una demanda de tutela. En ese juicio, dos ex ejecutivos de la multinacional de origen irlandés denunciaban prácticas colusorias ejecutadas por ex ex gerente de ventas de Linde, David Livio Lori, quien según la FNE estuvo involucrado en la colusión denunciada esta semana, la que se habría realizado entre 2019 y 2021.
A las 11 horas del 4 de marzo de 2019 se realizó, en el Juzgado de Letras del Trabajo de Concepción, la audiencia preparatoria por la denuncia de tutela laboral de María Pilar Ascencio, ingeniera comercial de la Universidad de Concepción y exjefa de la zona sur de Linde entre 2001 y 2018.
A esa audiencia llegaron los ex gerentes de Linde Tomás Poblete y Arnoldo Vargas, quienes acusaron que durante su permanencia en la empresa, el entonces gerente de ventas, David Livio Lori, ingeniero químico de la Universidad de Buenos Aires, llevó a cabo practicas reñidas con la libre competencia entre 2015 y 2017.
En su declaración, Tomás Poblete afirmó que Linde llevó adelante un proceso de investigación interna en contra del ejecutivo argentino. “En agosto de 2017 estaba en Colombia trabajando en oxigenación de peces y me llamaron desde Estados Unidos, porque me habían citado a una investigación. Nos entregaron un documento de resumen con lo que uno declaró. Aquí me dijeron que había un proceso de investigación que estaba asociado al responsable del negocio del país y que tenía bastantes directrices relacionadas con la competencia y con vendedores. Éramos empleados de una compañía transnacional en donde uno de sus valores más importantes era la seguridad y compliance”, dijo.
El ejecutivo agregó: “me dijeron que había un investigación por posible colusión con Air Liquide y también con denuncias con respecto a revendedores en el sur y en el centro. Entonces, me hicieron preguntas bastante macro y genéricas”. El proceso se cerró el 7 de noviembre de 2018 con un reforzamiento de compliance a las áreas de venta y desarrollo en Chile y se les hizo firmar un escrito de protocolo en el que los trabajadores se comprometían, bajo condición de mantener su trabajo, a cumplir con esas normas.
“Es complicado hablar de colusión en este país, entonces se requieren muchos antecedentes para tomar una decisión sobre este asunto. El caso es que ese mismo día en que se hizo el reforzamiento, David Lori recibió una carta de amonestación”, acotó el ejecutivo que hoy se desempeña en Engie Chile, como gerente de desarrollo de negocios de hidrógeno.
“La no declaración de una desviación de compliance es condición de empleabilidad. Yo incumplí el compliance cuando don David Lori me mostró un mensaje que él tenía un acuerdo con Air Liquide y estaban viendo los precios de licitación de oxígeno líquido para Cenabast. Yo debí haberlo denunciado y no lo hice, si estuviera en Linde, ellos estarían en todo el derecho de desvincularme”, concluyó.
“Llamé al fono interno de la empresa”
Luego vino el turno de Arnaldo Vargas, quien ingresó a Linde en julio de 2011 y dejó de prestar servicios en enero de 2016. Su primer labor fue ser gerente de compras a nivel país, luego en 2014 fue promovido como gerente de ventas del norte y sur de Chile y en 2015 asumió como gerente de zona centro.
Vargas contó en la audiencia de enero de 2019 que fue desvinculado por necesidades de la empresa, el mismo día que volvió de vacaciones. David Lori era gerente de negocios desde 2015 y era el jefe de seis personas, entre ellos Pilar Ascencio y Arnoldo Vargas.
“En una situación que no me pareció y que se la hice saber a don David, él invita al gerente comercial de Air Liquide a una reunión en las oficinas de Linde. Air Liquide es francesa y está en el mismo rubro que Linde. Tienen plantas generadoras de gases y tienen una estructura muy similar y los clientes son los mismos”, afirmó.
“Yo por necesidades de subir a su oficina me encuentro que él se estaba despidiendo con el gerente comercial de la empresa Air Liquide. Esto pasó en la semana de noviembre de 2015. Antes de ingresar a Linde, trabajé como jefe de adquisiciones de Air Liquide. Por lo tanto, conocía a mucha gente y en especial conocía a esta persona: su nombre es Astur Estrada. Le hice saber que esa situación era irregular, que él no podía tener contactos con ejecutivos de la competencia. En ese tiempo se estaba viviendo el caso de los pollos, confort y había pasado hace poco el tema de las farmacias. Le dije que él no tenía que volver a repetirlo. Le dije: yo debería informarlo por compliance”,
“Me respondió que no me preocupe, lo hablaré con los abogados de la compañía y lo único que quiero es que nosotros no nos peleemos los clientes y acordemos unos márgenes de precios. Le dije: jefe, no me lo diga más, porque voy a tener que llamar sobre esta situación. Llamé al fono interno de la empresa que se llamaba Intergrity Line”, acotó. Vargas agregó otra cosa: la denuncia no la hizo en forma anónima.