A las 13 horas con 19 minutos de este jueves, en la página web de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) se publicó un hecho esencial donde el presidente de Clínica Las Condes, Alejandro Gil, comunicaba que el directorio había acordado solicitar la renuncia del gerente general, Ignacio Tapia.
Por los pasillos de CLC, la salida del ejecutivo que se mantuvo en el cargo durante 16 meses se comentaba desde el miércoles. Médicos que formaron parte del recinto médico y algunos funcionarios internos sabían sobre el despido -algo que desde CLC negaron este miércoles a Pulso- y a muchos les llamó la atención quien sería su sucesor. Pablo Ortiz Díaz, quien se desempeñaba como gerente general Seguros CLC asumió de manera interina en el cargo.
A casi 25 kilómetros de distancia de la clínica, en la comuna de Maipú, hubo una funcionaria que quedó “helada” con la noticia. La ejecutiva del call center del área de cobranza de CLC, María Francisca Echagüe (32), cuenta que comenzó a trabajar en esa área de la compañía el 10 de marzo de este año y que su jefe directo era Ortiz, a quien denunció por “acoso sexual” y “violencia física” ante la Inspección del Trabajo y Carabineros, respectivamente.
“Presenté la denuncia por internet y lo hice por acoso sexual en contra de Pablo Ortiz y acoso laboral en contra de Gonzalo Angeli, que es el jefe de cumplimiento de Seguros CLC, y en contra de Marcos Guzmán, que es el subgerente de Finanzas de CLC. A mí jamás de la clínica me llamaron para entrevistarme por la denuncia que presenté. Sufrí violencia física, sicológica y sexual”, dijo en conversación con Pulso.
Desde el 19 de junio permanece con licencia médica, diagnosticada con un trastorno sicótico transitorio, y teme que una vez vuelva a su trabajo pueda ser despedida. Esto luego de mantener una relación sentimental con el ejecutivo durante dos meses que terminó, dice, en episodios de violencia.
La presidenta del Sindicato de Trabajadores de Clínica Las Condes, Fabiola López, afirma que el nuevo gerente general Pablo Ortiz acumula tres denuncias durante su paso por la filial de seguros. “Un primer caso expuesto a gerencia de personas fue el maltrato laboral en el servicio de cuentas pacientes donde incluso dos funcionarias fueron despedidas. La segunda denuncia, el maltrato psicológico y físico recibido por parte de Pablo Ortiz en contra de una de nuestras asociadas, es del mes de junio 2023″, dijo a Pulso.
“Con relación al caso de nuestra socia Francisca Echagüe, el tema es muy delicado, en junio 2023 ella se presentó en las oficinas del sindicato a primera hora, en un estado de angustia expuso que había recibido maltrato físico por parte del gerente Pablo Ortiz, en ese momento nos mostró las marcas en su cuerpo. Por la gravedad de los hechos, se informó inmediatamente a la gerencia de personas Recursos Humanos. Posteriormente, un representante de RRHH se entrevistó en nuestra oficina, pudiendo observar in situ las huellas de los golpes propinados por Pablo Ortiz”, señaló.
La dirigente explicó que la orientaron para que realizara la constatación de lesiones y denuncia en Carabineros. “El día 6 de julio 2023 entregamos al gerente general carta denunciando los hechos, también adjuntando fotografías que evidenciaban las agresiones sufridas en su cuerpo”, añadió.
“El 85% de nuestros asociados son mujeres, por lo que situaciones como la señalada deben ser siempre denunciadas y el sindicato no permitirá que el maltrato hacia las mujeres se normalice en Clínica Las Condes”, concluyó.
CLC: “Excede nuestro ámbito de control”
El 6 de julio, el sindicato envió una carta al gerente general despedido este jueves, Ignacio Tapia. En la respuesta firmada por el entonces gerente general, y fechada el 19 de julio, afirma que “para la clínica es de mayor relevancia el respeto entre trabajadores, más aún cuando se trate de situaciones que afectan a mujeres, señalando que son inadmisibles las agresiones físicas o psíquicas que los afecten”.
“Les informamos que el señor Ortiz, quien refiere que él fue agredido, ha sido instruido de manera perentoria, a evitar cualquier actitud o conducta que afecte la integridad física o psíquica de la trabajadora en el desempeño de sus labores”, añadió en su carta el ahora ex gerente de CLC.
También destacó que “una vez recibida la denuncia presentada por la señorita Echagüe, se efectuaron las averiguaciones del caso, pudiendo establecerse que la agresión señalada se habría dado en el contexto de una relación personal entre ellos, sin relación con el desempeño laboral y fuera de las instalaciones de la clínica, lo que excede nuestro ámbito de control”. Asimismo, dijo que “producto de dichos hechos, la denunciante presentó los antecedentes ante el Ministerio Público, el cual ha iniciado la respectiva investigación del caso, dentro de la cual eventualmente podrían adoptarse, por el respectivo Juzgado de Garantía, las medidas cautelares que se estimen pertinentes.
“Naturalmente, es una situación que nos preocupa y en tal sentido, les garantizamos que el problema personal vivido por la trabajadora en ningún caso podrá significar para ella alguna dificultad laboral, detrimento o discriminación en el trabajo. De ocurrir alguna dificultad como las señaladas, que no sea detectada por la administración, les solicitamos nos sea comunicada para adoptar las medidas de resguardo que sean pertinentes”, concluyó Ignacio Tapia.
CLC no respondió las consultas de Pulso.