“Mal y empeorando”. Ese es el resultado del Barómetro de la Economía Chilena, instrumento creado por el Instituto UNAB de Políticas Públicas, y que busca comprender el estado de la economía chilena mediante una serie de variables.

Así, el barómetro, que se actualizará de manera mensual, reúne 20 estadísticas públicas de interés que afectan directa e indirectamente la vida de las familias, como la tasa de desempleo, las remuneraciones reales, la inflación, el IMACEC, la deuda neta del gobierno central, la incertidumbre económica, la confianza empresarial, el dólar, el precio del cobre, el IPSA, entre otros.

El Barómetro categoriza el estado actual de las variables en dos términos. Primero, relativo a sus niveles históricos y, segundo, relativo de cada variable respecto a los tres meses precedentes.

La medición de las variables se realiza a través de cuatro cuadrantes: “Bien y mejorando”, donde se localizan las estadísticas que están en un estado favorable respecto a sus niveles pasados y que se encuentran mejorando al comparar con los meses anteriores. “Bien pero empeorando”, donde se ubican las variables que mayormente deben despertar alertas, dado que, si bien se encuentran en un escenario positivo según sus valores históricos, muestran signos de empeoramiento, lo que podría conducirlas a caer en un estado negativo. “Mal pero mejorando”, donde las variables en él son las que, si bien se encuentran en un mal escenario, están mejorando respecto a los meses anteriores, mostrando un movimiento positivo. Y, por último, está el cuadrante “Mal y empeorando”, el cual implica el terreno más negativo del Barómetro, ya que se encuentran en un mal estado y, además, con tendencia a que se posicione aún peor.

Empeorando

Justamente, “Mal y empeorando”, fue la conclusión de esta primera medición de octubre. Y es que los últimos datos son poco alentadores. Según las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), Chile crecerá este año un 2% y decrecerá en un 1% en 2023, siendo el único país de la región con crecimiento negativo. Más aún, las familias se encuentran sintiendo los efectos de una economía deteriorada, con una inflación anual de 13,7% en septiembre, la cual reduce sus ingresos reales y su poder adquisitivo, con una caída de las remuneraciones reales de 2,6% en agosto. Asimismo, según el Banco Mundial, la pobreza en Chile se quintuplicará llegando a ser 10,5% en 2022, manteniéndose en ese valor por todo el 2023.

Así, en esta medición de octubre ninguna de las 20 variables analizadas se encuentra “Bien y mejorando”, mientras que si bien siete estadísticas (Deuda Neta del Gobierno Central, Tasas de Créditos Hipotecarios, Deudores Morosos, Precio del Cobre, Creación de Empleos, IPSA y Brecha laboral de Género), aunque se encuentran en un escenario positivo tienen signos de estar empeorando (cuadrante “Bien pero empeorando”). Adicionalmente, 12 indicadores muestran signos de estar “Mal y empeorando” (Desempleo, Inflación, Remuneraciones Reales, IMACEC, Incertidumbre Económica, Confianza Consumidores, Valor del Dólar, Participación Laboral, Exportaciones, Ahorro en Cuentas Corrientes y Depósitos, Spreads Soberanos y Flujo de Capitales) y solo uno se encuentra “Mal pero mejorando” (Confianza Empresarial).

Respecto a las variables en terreno negativo, indica el informe, que alcanzan más de la mitad de todas las estadísticas consideradas, destaca la inflación, el valor del dólar, la incertidumbre económica, el flujo de capitales y el ahorro en cuentas y depósitos, siendo esta última la que se encuentra en su peor estado y empeorando en mayor medida al comparar con los tres meses anteriores. Aunque el estado negativo de esta última variable puede parecer contradictorio con el alza sostenida de las tasas de interés, lo que explica la caída es en gran parte la pérdida de poder adquisitivo debido a la inflación. Es de notar que las remuneraciones reales también han disminuido y están hoy empeorando. Además, esta estadística ha caído rápidamente luego de un aumento considerable en 2022, lo que puede indicar que las familias ya han gastado los ahorros extraordinarios que provinieron del IFE y los retiros

El subdirector del Instituto UNAB de Políticas Públicas, Gonzalo Valdés, sostiene que “a partir del estallido social se observa una fuerte caída en la calidad de la economía, pero sin llevarla a terreno negativo en su conjunto. Con la pandemia, la cual derivó en los retiros de los fondos previsionales y el IFE, se produjo un shock que se tradujo en un boom en el consumo y una mejora artificial de las condiciones económicas. Lamentablemente este shock no fue acompañado por un aumento de la productividad, lo que generó un desequilibrio y derivo en que actualmente nos encontramos en un terreno negativo con signos de un empeoramiento aún mayor para el próximo año”.

Los resultados revelan que “la economía chilena muestra signos inequívocos de estar entrando en un período de recesión. Que el 60% de las variables consideradas en el Barómetro se encuentren en un escenario negativo y con perspectiva de continuar empeorando, es un indicador de alerta para todos los agentes económicos y un llamado de atención urgente tanto para la autoridad fiscal como monetaria”, dice Valdés.

La confianza empresarial es la única estadística que se encuentra Mal y mejorando. Esto puede relacionarse, entre otras cosas, con el resultado del plebiscito del 4 de septiembre, apunta el informe.

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