La importancia de una mirada sectorial en la formación
Avanzar en formación de calidad hoy es un imperativo. Muchos podrían considerar que esto sólo corresponde al sector público. Pero como Consejo Minero estamos convencidos de que los privados -y especialmente los gremios- también tenemos un rol importante que cumplir. Hace seis años nos propusimos generar un cambio. Contando con la asesoría de Fundación Chile creamos el Consejo de Competencias Mineras (CCM), el primer Skills Council de Chile. Una iniciativa emblemática en la formación de Capital Humano, ya que a través de la generación de valor compartido logró reunir a los sectores formativo y productivo de Chile, adecuando la formación entregada a los requerimientos de la industria minera.
Hoy nos damos cuenta de cómo el CCM se ha consolidado y ha servido como referente en materia formativa. En octubre del 2017 la CPC lanzó el libro "Hacia un Sistema de Formación para el Trabajo en Chile", donde identificó al CCM como un ejemplo a seguir y planteó que la existencia de los Consejos de Competencias Sectoriales son una solución comprobada al problema actual que tienen muchas empresas y gremios: la escasez de capital humano que cuente con las competencias necesarias.
Por lo anterior, y en conversaciones que hemos tenido con autoridades de los ministerios del Trabajo, de Minería y de Educación, entre otros, hemos notado que esta es una tarea que está siendo reconocida con un creciente alcance e importancia. En esta línea, celebramos que el gobierno busque posicionar a la formación técnico profesional al centro de la agenda, especialmente en las carteras de Educación y Trabajo, con un claro énfasis en el trabajo articulado con los sectores productivos. Este es un desafío del que nos sentimos parte y que como CCM seguiremos impulsando.
Esta tarea articulada y colaborativa cobra mayor relevancia en el trabajo que estamos realizando a través de la plataforma ELEVA, una iniciativa público privada que trabaja directamente con los liceos, Centros de formación, Institutos y Universidades. Esta plataforma ya cuenta con 30 liceos
Técnicos Profesionales, 10 instituciones de Educación Superior Técnico Profesional y 15 Organismos Técnicos de Capacitación, todas se han conformado en redes de colaboración territorial. El programa ya está implementando las primeras experiencias piloto de prácticas laborales sectoriales con Antofagasta Minerals y Finning.
Estamos convencidos que la forma en que Chile puede impulsar la formación y capacitación de las personas es a través del trabajo colaborativo.
Mientras generemos más espacios donde se logren reunir el sector público, el sector privado y los centros de formación, más podremos avanzar en alinear la enseñanza y formación que entregan los centros de educación y universidades, con los conocimientos, habilidades y aptitudes que se requieren para el desempeño en el trabajo. Se trata de un círculo virtuoso que en el largo plazo no sólo tiende a mejorar la productividad de la industria, sino que también potencia la empleabilidad de los estudiantes y la eficiencia de la inversión pública en programas formativos. La experiencia del CCM nos confirma que esta es una buena fórmula para avanzar en conjunto hacia los desafíos que tiene por delante la educación de nuestro país.
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