El martes, la Comisión de Medio Ambiente de la Convención Constituyente aprobó una norma que movilizó a la industria minera en su conjunto. Ese día, se acordó que el Estado explotaría el cobre, en asociación con los privados, pero en una participación minoritaría. Más allá de que este articulado no fue visado luego el sábado por el pleno y que debe volver a la comisión, el sector acusó su rechazo: “Lo que se aprobó anoche (martes) es peor que lo que se había aprobado antes”, señaló el presidente de Sonami, Diego Hernández. “Comprende una estatización del cobre”, añadió el presidente Ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino.
El sector está hoy en compás de espera. La incertidumbre en torno al marco regulatorio mantiene a las inversiones a lo menos en pausa. Así lo reveló el último ‘Índice: Señales de la Minería’, elaborado por Cesco y la consultora especializada en el sector minero, Vantaz Group. La encuesta incluyó a 150 exponentes de la industria, de los cuales un 75% fueron empresas y proveedores mineros, y un 66% correspondió a altos ejecutivos, incluidos socios y directores.
Esta fue la primera vez, de las tres versiones que han realizado de la medición, en que el índice se ubica en terreno pesimista. El indicador surge de la puntuación de una serie de variables que miden el entorno económico y el entorno del sector, y se estructura un índice que va de 1 a 100. Entre un 45 y 55 es neutral; hacia arriba optimista, y hacia abajo, pesimista. En la encuesta efectuada en abril pasado, el puntaje estuvo en 32,3.
“Esto lo que más nos muestra es que hay incertidumbre. Y la mayor de ellas tiene que ver con el desenlace de la Convención”, señala la directora de Estudios de Vantaz Group, Daniela Desormeaux.
Tal es así, que el panorama inversor está estancado. Es que si bien la encuesta revela que durante los próximos tres meses, el 21% de los entrevistados estima que la inversión disminuirá, este porcentaje salta a un 49% si se toma un plazo más largo, a 24 meses. Un 74%, en tanto, asegura que en el próximo trimestre la inversión se mantendrá, lo que cae a un 30% para los próximos dos años, en línea con el avance en la desinversión.
“Las discusiones a las que está sometido su marco regulatorio son extremadamente sensibles para sus perspectivas de largo plazo. La industria está especialmente atenta a la discusión constitucional, y lo que estamos viendo en términos de tendencia augura una perspectiva totalmente opuesta a la estabilidad que requiere la minería. Esto le causa daño no sólo a la industria, sino que al país en su conjunto”, sostiene la directora ejecutiva de Cesco, Alejandra Wood. “Cerca de la mitad de la muestra ve que va a disminuir la inversión. Y eso es preocupante”, subraya Desormeaux.
Ello, en un contexto internacional que el sector ve como promisorio. Un 42% estima que el precio del cobre aumentará y un 57% que se mantendrá en los niveles actuales, es decir, en torno a los US$4 la libra. La demanda mundial subiría fuertemente según esta muestra. “Es potente ver que hay un escenario súper favorable para la industria del cobre en términos macro, pero lo desfavorable del escenario regulatorio y ambiental es lo que afecta la inversión y la producción que se mantendrán estancadas”, explica la directora de Estudios de Vantaz Group. En el primer trimestre, la producción descendió un 6,1%.
De hecho, la posición negativa respecto al entorno regulatorio actual y al que regirá en 24 meses, salta de 43% a 66%. Lo mismo ocurre con el panorama ambiental: pasa de 39% a 52%.
En Vantaz ejemplifican con lo ocurrido con Los Bronces. La semana pasada, la autoridad ambiental rechazó el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto Los Bronces Integrado, una inversión de US$3.000 millones. “Es una señal de que la mano va a seguir así. Hoy la incertidumbre aterriza más a lo que es regulatorio y ambiental”, enfatizan. Tal es así, que a la hora de preguntarles los factores que influirán en el crecimiento de la industria minería, la gran mayoría apunta a la nueva Constitución, al royalty y a la incertidumbre. Y al hacer un zoom respecto de los riesgos que ven en el proceso constituyente, las palabras que más se repitan son nacionalización y políticas medioambientales.
“El debate de la Convención sobre el diseño institucional del país está introduciendo mucho ruido y obliga a los actores a tomar sólo las decisiones urgentes, y las decisiones de inversión y de proyectos normalmente no lo son. Por lo tanto es difícil que logremos en el mediano plazo materializar la cartera de proyectos de inversión que Cochilco indica”, apunta Wood. La cartera de proyectos de Cochilco prevé desembolsar US$68.925 millones en 51 iniciativas, entre 2021 y 2030.
Y el escenario se ve más negativo sobre todo en aquellas respuestas provenientes de las empresas mineras: hoy, un 49% de los encuestados que viene de esas compañías cree que la situación medioambiental será desfavorable. En el caso de los proveedores del sector, un 46%, en tanto, apunta a que será normal.
Si bien el panorama en torno a la situación económica y social también está en terreno pesimista -con más del 70% de los encuestados-, se ve una pequeña mejora de cara a los próximos 24 meses.
Ello, en instancias en que los insumos seguirán al alza. Del orden de un 80% prevé que se incrementarán de aquí a los próximos 24 meses.
En Vantaz y Cesco ponen foco en las prioridades que, a juicio de la industria encuestada, tiene realmente el sector. La primera es aumentar la competitividad y, la segunda, fortalecer la institucionalidad pública. En el último lugar están temas que se han reforzado más públicamente como la inclusión o la huella de carbono. “El desafío para la minería es relevar el rol que puede cumplir en otras áreas claves para el desarrollo sustentable del país, como es la innovación o el desarrollo de capital humano avanzado, en un contexto donde las leyes de los minerales están cayendo y los costos de producción tienden al alza. En ese sentido, es lógico que aumentar la competitividad de la industria se sitúe como la primera prioridad”, indica el socio y co-CEO de Vantaz Group, Juan Cariamo. Y añade: “No deja de llamar la atención el menor peso que tienen temáticas que son claves para la sustentabilidad del sector como la reducción de la huella de carbono y promover una mayor inclusión y diversidad en la minería”.
Alejandra Wood da un paso más: “Lo que esto muestra es que aunque hay mayores demandas provenientes del entorno, estas no tienen realidad si tenemos una industria menos competente y pujante, que decrece en vez de crecer”.