La economía chilena empieza a dejar atrás el periodo de la recuperación pospandemia, en el que mostró las mayores tasas de crecimiento mensuales jamás antes vistas.
Un ejemplo de ello es lo que sucede con la industria. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Índice de Producción Industrial (IPI) experimentó una contracción de 0,7% en septiembre, su primer registro negativo desde febrero pasado.
La cifra se ubicó por debajo de las expectativas del mercado que esperaba un alza de 1,2% y se compara negativamente con la expansión de 4,2% del mes anterior.
El IPI está conformado por tres índices: el índice de producción manufacturera, el de electricidad gas y agua, y finalmente el de minería.
Minería anula manufacturas
Y fue este último el que afectó principalmente al resultado de septiembre toda vez que mostró una caída de 7,3%. Esta contracción se explicó, dijo el INE, por una menor actividad registrada en la minería metálica, que disminuyó 8,4%, producto de la baja en la extracción y procesamiento de cobre.
En el mes de septiembre la producción de cobre superó ligeramente las 451 mil toneladas métricas, frente a los 466 mil que se esperaban.
El mal desempeño del índice minero anuló el efecto de la producción manufacturera que en septiembre creció a un ritmo anual de 4,3%. Sin embargo, aunque la expansión estuvo por encima de las proyecciones de los analistas consultados por Bloomberg, se trata del crecimiento más débil desde marzo pasado.
Finalmente, el Índice de Producción de Electricidad, Gas y Agua (IPEGA), creció 5,7% en relación con septiembre de 2020. Esto, debido a que las tres actividades que lo componen anotaron aumentos en su actividad.
Destacó principalmente electricidad, que se incrementó 5,4%, incidiendo 3,850 puntos porcentuales en la variación del índice, producto de una mayor generación eléctrica, en especial del tipo solar y eólica. Distribución eléctrica anotó un alza en su actividad.