El miércoles en la noche el ministro de Hacienda, Mario Marcel, tuvo una cena privada con inversionistas, convocada por el Council of the America en el hotel Ritz.
Presentes en el lugar señalan que Susan Segal, presidenta y CEO del Council, mencionó el alto interés que despertaba la figura del ministro, ya que comúnmente en estas cenas los comensales ocupan una sola mesa, y en esta oportunidad había cinco.
Estaban en la cena CEO o representantes para la región de empresas tan diversas como AES Andes, BCI, CITI, Diageo, Engie, Femsa, Fedex, Google, HSBC, MasterCard, Mitsubishi, Rio Tinto, Uber, Walmart, entre otros, quienes se presentaron uno a uno, en el momento que servían el plato principal que consistió en un congrio dorado austral.
Además, también estuvo presente la embajadora de EE.UU. en Chile, Bernadette Meehan.
El ministro partió su discurso recordando a la fallecida exministra Karen Poniachik, quien dentro de su vasta trayectoria profesional trabajó en este organismo como directora del Programa Empresarial, y que él conoció en el 2000 cuando ella asumió el Comité de Inversiones Extranjeras.
Luego el ministro centró su discurso en las tres transiciones que, a su juicio, vive Chile: la política, de pasar de un poder centralizado a uno más inclusivo y descentralizado; la productiva, por el cambio hacia una matriz descarbonizada más amigable con el medio ambiente; y la económica, de impulsar una recuperación tras el desequilibrio que provocó la pandemia y las medidas monetarias.
A la hora del postre pasaron a la ronda de preguntas que se referían al déficit de cuenta corriente; medidas en favor de la productividad; el impacto de la situación en China sobre la economía de nuestro país; modernización del Estado; nueva ley Fintech y reforma previsional. En sus respuestas adelantó que la próxima semana presentaría las indicaciones al royalty y que pronto se daría a conocer la Agenda de Modernización del Estado. También señaló la urgencia de tener una reforma a las pensiones.
Quizás una de las preguntas que más llamó la atención fue cuál le gustaría que fuera su legado tras el paso por Hacienda. Marcel señaló que esperaba dejar las cuentas fiscales ordenadas, es decir la consolidación fiscal que se ha propuesto, y que la ciudadanía confirme que en el sector público sí hay potencial de innovación.