A pesar del rescate de bancos privados, las medidas de liquidez anunciadas por Suiza o los llamados a la calma del presidente de EEUU y el Banco Central Europeo (BCE), las turbulencias en el mercado no cesaron y la mirada siguió posada sobre los bancos globales.

El fin de semana se produjo la caída de Silicon Valley Bank y Signature Bank en EEUU, la segunda y tercera mayor quiebra de bancos en el país desde 2001, situación que elevó el estrés entre los inversionistas y que empujó el miércoles a que las acciones de Credit Suisse se desplomaran, esto tras declaraciones de su mayor accionista de que por razones regulatorias no concurrirían a un nuevo aumento de capital -habían aportado ya en diciembre-, y tras el reporte de pérdidas por casi US$8 mil millones en 2022.

El banco central de Suiza salió al paso anunciando el mismo miércoles la disponibilidad de liquidez para Credit Suisse - el banco comunicó que tomaría de ser necesario unos US$53 mil millones-, en tanto en EEUU los bancos privados, liderados por JP Morgan, anunciaron el jueves que depositarían US$30 mil millones por 120 días para estabilizar al First Republic Bank, entidad que amenazaba con ser la tercera caída.

A pesar de todo, el viernes todos los mercados volvieron a derrumbarse, y los bancos volvieron a ser los protagonistas. Así, en la semana el Dax alemán perdió 4,87%, mientras que el FTSE100 de Londres bajó 7,87%, el CAC 40 francés un 3,73% y en EEUU el S&P500 perdió 4,05%; plazas donde los protagonistas volvieron a ser los protagonistas. En la bolsa de Zurich, Credit Suisse cayó 32,85% durante los siete días recién pasados, temor de los inversionistas que terminó lastrando a todo el sector. En ese mismo período Santander bajó 10,37%, Deutsche Bank un 20,38%, UBS un 14,88%, Société Générale un 20,9% y JP Morgan un 10%

De hecho, la acción del First Republic Bank se desplomó 83% en la semana.

Este viernes el Consejo de Supervisión del BCE se reunió para analizar la situación del sector bancario. Fuentes de la entidad señaladas por Reuters indicaron que no hay ningún efecto contagio derivado de las crisis en Estados Unidos y Suiza.

También este viernes el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, solicitó al Congreso que amplíe los poderes de los reguladores y del Gobierno para responsabilizar a los altos ejecutivos bancarios en caso de quiebra de entidades, particularmente cuando haya existido una mala gestión.

En tanto, la matriz del Silicon Valley Bank se acogió este viernes al capítulo 11 de la ley de quiebras de EEUU.

El impacto en Chile

En Chile el IPSA se acopló a los mercados globales bajando 5,22% en los últimos siete días, mientras que Santander cayó 5,26% en el mismo período, Itaú 1,94% y Banco de Chile un 6,53%. BCI fue la entidad más castigada con una merma de 11,57%..

En un informe Moody’s señaló que ve “limitada” la posibilidad de que en el sistema bancario de América Latina se produzca un efecto contagio de la crisis financiera, considerando además que tan solo el banco brasileño Bradesco y el chileno Crédito e Inversiones (Bci) cuentan con filiales en Estados Unidos.

El castigo a BCI es “algo irracional, más aun con un 6% de dividend yield declarado”, dice Cristián Araya, gerente de estrategia de Sartor, aunque apunta que si bien lo que ocurre a nivel global no hay que minimizarlo, es necesario considerar que lo que está ocurriendo ahora es “distinto a 2008, existe otro marco regulatorio, otros niveles de liquidez”.

Con todo, en Chile las autoridades se mantienen siguiendo lo que ocurre en los mercados, y este jueves se reunió el Consejo de Estabilidad Financiera: “el sistema financiero chileno ha operado con normalidad y no se observan disrupciones en los mercados de capital y financiero locales”, dijo la entidad en un comunicado.