En 2020 hubo un acercamiento en las negociaciones entre el oficialismo y la oposición que hizo pensar a muchos que la reforma previsional del gobierno anterior podría ser aprobada.
Sin embargo, nunca se llegó a un acuerdo respecto de la distribución del 6% de cotización adicional, y en 2021 las posiciones se alejaron, por lo que finalmente dicho proyecto no vio la luz. “Estuvimos muy cerca”, reconoció María José Zaldívar, entonces ministra del Trabajo.
Ahora la situación es similar. A poco más de dos años de que el Presidente Gabriel Boric asumiera el cargo, quienes siguen de cerca las tratativas aseguran que existe un acercamiento entre el gobierno y la oposición, aunque aún no se logra llegar a un consenso sobre la distribución del 6% de cotización extra, lo que sigue siendo el principal nudo. Eso sí, esta semana han existido señales de que al menos las conversaciones están en tierra derecha.
El lunes, el senador Ricardo Lagos Weber (PPD) iniciaba la semana en radio Infinita dando luces de aquello. Consultado respecto de la sensación que existe de que se podría llegar a un acuerdo en el corto plazo, respondió: “Yo tengo esa impresión también, pero no quiero que se nos queme el pan en la puerta del horno”.
El mismo ministro de Hacienda, Mario Marcel, reconoció este jueves que, “por lo menos por lo que yo he conocido, creo que hemos tenido algunos elementos de acercamiento, afortunadamente”.
Distintos expertos consultados ven poca probabilidad de que se logre aprobar un proyecto en este gobierno, dado el clima electoral que inicia ahora con las municipales, y que seguirá el próximo año con las elecciones presidenciales, pero sí reconocen que en este momento existe una última ventana de oportunidad para lograrlo, la cual creen que radica principalmente en la comisión de expertos que se formó con un representante de cada senador que integra la Comisión de Trabajo, además de representantes del gobierno, quienes están trabajando de manera silenciosa desde hace algunas semanas para ver si es posible lograr acuerdos. Todos aseguran que dicho grupo está funcionando bien y que se han generado acercamientos.
Esto ocurre porque los senadores de la Comisión de Trabajo definieron, junto al ministro Marcel y la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, una metodología de tramitación que implica subdividir el proyecto en seis temas, los cuales son analizados en dicha Comisión, pero además, en paralelo son vistos por este grupo de expertos. “Esperamos en las próximas semanas ojalá tener un resultado”, dijo la ministra Jara el lunes.
Sin embargo, aún no han llegado al análisis del quinto de esos temas, que es precisamente donde radica actualmente el otro mayor nudo entre el gobierno y la oposición: el alza de las pensiones para los actuales jubilados. Es que para el Ejecutivo ese es uno de los intransables. “El objetivo principal del gobierno es que esta reforma sirva para subir pensiones actuales, no solo las del futuro”, afirmó Jara el lunes. Acá, mientras el gobierno busca concretar dicho objetivo mediante solidaridad intergeneracional, la oposición plantea que sea por la vía de impuestos generales, con la Pensión Garantizada Universal (PGU).
De todas formas, desde el Ejecutivo esperan que cerca de fin de mes se logre redactar un acuerdo que puedan suscribir los distintos sectores políticos, según los consensos a los que lleguen los expertos, para así votar en general el proyecto a inicios de julio, como lo planteó este viernes el propio Presidente Boric. El objetivo de ese acuerdo es ver en qué temas se puede avanzar, respecto de los cuales el gobierno se comprometerá a ingresar indicaciones, y qué temas habrá que desechar, dado que no se lograron consensos.
¿En caso de no llegar a consenso respecto de la distribución del 6%, es posible aprobar una reforma que no suba cotizaciones? Acá, mientras una parte del gobierno cree que es algo que habrá que analizar en su minuto, otros plantean de plano que sin aumentar la cotización no es posible seguir adelante con el proyecto.
Nudos y acercamientos
Cuando el gobierno ingresó la reforma previsional al Congreso en noviembre de 2022, proponía subir en un 6% la cotización previsional, destinándolo íntegramente a solidaridad. El gobierno en enero de este año accedió a que fuera un 3% al Seguro Social, y el otro 3% a capitalización individual.
En el oficialismo incluso hay parlamentarios que ya han empezado a plantear que se puede ceder un poco más. El senador Gastón Saavedra (PS), integrante de la Comisión de Trabajo, señala que se podría estudiar la idea de subir la cotización en 5% en vez de 6%, donde se destine un 3% a cuenta individual y 2% a solidaridad. El lunes el senador Lagos Weber recordó que en el Chile Day que se realizó la semana pasada en Nueva York, se abrió a nuevas fórmulas. “Yo no tengo problema del 3%-3% pasar al 2%-4% (...) Lo que yo necesito es el principio de solidaridad establecido en la cotización. Yo, Lagos Weber, no sé si el gobierno está en esto 100%, pero es mi opinión”, enfatizó.
En la última semana, mientras algunos sectores de Chile Vamos han insistido en que todo debe ir a cuentas individuales, otros se han abierto a introducir solidaridad en el pilar contributivo, pero siempre y cuando sea mediante solidaridad intrageneracional, es decir, entre los mismos afiliados que cotizan en un momento determinado.
Entre los primeros está el presidente de la UDI, Javier Macaya, pues el lunes fue consultado en Mega respecto de si su postura es que el 6% debe ir a cuentas individuales, o si hay alguna posibilidad de moverse, frente a lo cual respondió: “No, fíjate, porque nos parece que tiene dos características ese tema en particular. Uno, que es una política pública regresiva, el mundo no va caminando hacia reparto, sino que va caminando hacia el aumento del ahorro y de la capitalización individual. Y la segunda característica, que no generalmente se adecua a la evidencia técnica de lo que funciona: que no es popular, que el 70% de los chilenos nos miraría pésimo si nosotros legisláramos en ese sentido”.
Al día siguiente, el presidente de RN, Rodrigo Galilea, integrante de la Comisión de Trabajo, comentó en radio Duna que desde su colectividad sí están dispuestos a incorporar mecanismos de solidaridad intrageneracional, pero no dijo lo mismo sobre la solidaridad intergeneracional.
“En el tema de solidaridad, en RN hemos analizado dónde puede haber mejoras en ese aspecto. Y hay una alternativa que miramos con interés, porque nos parece que, al menos, tiene rigor; que es el concepto de la solidaridad intrageneracional, es decir, que dentro del sector activo se pueda producir un cierto esquema de compensaciones en un margen a definir, que permita superar brechas, por ejemplo, de género, que permita una cierta solidaridad entre altos ingresos y menores ingresos. Pero, como digo, siempre entre el sector activo que efectivamente cotiza”, comentó Galilea.
El jueves en Emol TV, el senador Luciano Cruz-Coke (Evópoli), integrante de la Comisión de Trabajo, planteó que “hay espacio para acuerdo, y la puerta que abre Ricardo Lagos es saludable y es bienvenida”. Eso sí, agregó que “hay que ver de qué manera tú aseguras que esos recursos queden al final en la cuenta de las personas”. Ahí recordó la fórmula del economista Bernardo Fontaine, y que “el gobierno había planteado también un seguro de longevidad”. El martes Galilea también comentó que hay varias alternativas a estudiar, como el seguro de longevidad.
Bajo este escenario, el principal nudo de la reforma previsional está ahora en cómo incorporar la solidaridad intergeneracional. Así también lo reconoció este martes el ministro Marcel en Mega: “Yo también creo que vamos a llegar a un acuerdo, y creo que ese acuerdo lo vamos a lograr cuando tengamos una respuesta a la pregunta de cómo vamos a mejorar las pensiones de los actuales jubilados”.
Allí Marcel se abrió a que se pueda hacer una solidaridad intergeneracional que sea transitoria. “El desafío más inmediato que tenemos, es la mejora de las pensiones de los actuales pensionados, eso requiere algún grado de redistribución entre generaciones. Eso no necesariamente significa que esa redistribución entre generaciones tenga que seguir indefinidamente, como ocurre con un sistema de reparto (...) Por eso hay quienes han planteado otras alternativas. De hecho, en el proyecto de la presidenta Bachelet, el tema de la redistribución entre generaciones tenía un carácter transitorio, y se iba transformando gradualmente en los demás componentes del sistema de pensiones, se iba absorbiendo. Esa es una manera distinta de hacerlo. Entonces, hay formas de lidiar con este tema”, sostuvo.
Sin embargo, esa sigue siendo una piedra de tope para la oposición, ya que estiman que si se abre la puerta para hacer solidaridad intergeneracional, no se podrá cerrar nunca más.
El factor político
Desde el mundo político hay consenso en que hay que aumentar la cotización previsional, pero también saben que subir las pensiones ha dejado de ser la principal prioridad para la ciudadanía. Durante casi todo el año 2021 la reforma de pensiones fue la prioridad número uno de los chilenos en las encuestas, sin embargo, luego de que se aprobó en enero de 2022 la PGU, de a poco las pensiones empezaron a quedar desplazadas por otras prioridades.
Sin ir más lejos, según la última encuesta Criteria, la alternativa de “previsión: asegurar una pensión digna a todos los chilenos” en junio se posicionó en el sexto lugar entre las principales preocupaciones ciudadanas.
Por su parte, consultada el mes pasado en La Tercera respecto de si le parecería más cómodo que este gobierno cierre ciertos temas que están abiertos, por ejemplo, la reforma previsional, la alcaldesa de Providencia -quien lidera la carrera presidencial según las encuestas-, Evelyn Matthei, respondió: “Uno ve una, dos, tres, cuatro encuestas y las tres prioridades están clarísimas. Dentro de ellas, no está la condonación del CAE ni una reforma previsional. Sí estaba hace cuatro o cinco años atrás”.
Otro dato: según un sondeo realizado en abril por Criteria por encargo de la Asociación de AFP, un 66% de los consultados prefiere que todo vaya a su cuenta individual, versus un 34% que prefiere que un 4% vaya a su cuenta individual y un 2% a fondo común para mejorar pensiones de actuales jubilados. Todos esos son elementos que están mirando desde Chile Vamos.
El director de Criteria, Cristián Valdivieso, comenta que subir pensiones “no es algo que hoy día sea irrelevante, es menos urgente, pero no ha dejado de ser importante. Ahora, dicho eso, también es cierto que la PGU vino a bajarle la presión desde el punto de vista social a la urgencia del tema de pensiones”.
Valdivieso proyecta que “es un tema que, probablemente la derecha, si se ve cerca de un próximo gobierno, preferiría dejar más bien cerrado que abierto”. Recuerda que Chile Vamos no se ha opuesto a toda la reforma, “sino que tiene una mirada de cómo dejarlo cerrado y eso tiene que ver fundamentalmente con subir la cotización, pero que eso vaya a la cuenta de los trabajadores, y que se suba el resto vía PGU. Esa mirada contrasta con la que tiene el gobierno, y ahí es donde aparece una suerte de punto muerto”.
El factor elecciones también juega un papel relevante a estas alturas, cuando se acercan las municipales y el próximo año las presidenciales. “Yo creo que hay una tensión dentro del gobierno. ¿Cuál sería un triunfo para el gobierno? ¿Sacar una reforma independiente de que esta esté demasiado lejos sobre lo que ellos han imaginado? ¿O el triunfo es morir con las botas puestas y volver a dejar el tema abierto para que vuelva a ser nuevamente foco de campaña o de impugnación frente a Matthei? Y ahí está el punto de equilibrio. Yo creo que todos querrían anotarse un poroto y un punto: la derecha querría anotarse un poroto para cerrar un tema que le va a ser complejo, y la izquierda querría anotarse un punto porque es la única reforma eventualmente del gobierno. El tema es que ese punto de cocción donde los dos ganan, parece estar medio lejano”, estima Valdivieso.