El 3 de octubre de 2024, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) presentó un requerimiento ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) contra las principales cadenas de casinos en Chile -Dreams, Enjoy y Marina del Sol- acusándolas de coludirse para manipular los resultados de las licitaciones de permisos de operación realizadas en 2020 y 2021.

Cinco meses después, el tribunal publicó en su página web las versiones públicas de las declaraciones de dos de los protagonistas del caso: Henry Comber, expresidente del directorio de Enjoy, y Nicolás Imschenetzky, expresidente de Marina del Sol. El órgano antimonopolios solicitó sanciones contra los principales ejecutivos involucrados en la presunta colusión de casinos. En el caso de Henry Comber, expresidente del directorio de Enjoy, pidió una multa de 130 Unidades Tributarias Anuales (UTA), equivalentes a aproximadamente US$ 115.000. Por su parte, Nicolás Imschenetzky, expresidente de Marina del Sol, se acogió al programa de delación compensada y la FNE pidió eximirlo de multas y responsabilidad penal.

Además de las sanciones individuales, la FNE pidió multas históricas para las empresas involucradas en la supuesta colusión. Para Dreams, solicitó 126.806 UTA, lo que equivale a aproximadamente US$ 112,4 millones. Para Enjoy solicitó 41.498 UTA, cerca de US$ 36,8 millones.

El 12 de abril de 2024, Henry Comber declaró ante la Fiscalía por 6 horas y 39 minutos, en las que abordó la estructura de Enjoy, su relación con la industria de casinos y su participación en el proceso de licitación de permisos de operación. Sus palabras quedaron registradas en un documento de 156 páginas y asistió acompañado de dos abogados de Claro & Cia: Juan Pablo Celis y Juan Carlos Bengolea.

En su testimonio ante la FNE, Comber negó la acusación: “No hubo en absoluto ningún tipo de acuerdo, ningún tipo de conversación respecto ni a estrategia, ni a licitación, ni a qué plaza íbamos a ir, ni a qué plaza no íbamos a ir; ni yo oí de los otros que a qué plaza iban a ir, o que no iban a ir”.

El empresario aseguró: “No hablamos nunca de la licitación. Se hablaba del valor de las compañías, hablamos de un terreno que tenía Dreams, que quería vender y quería sacarlo, que no tenía nada que ver con el negocio de casino. Se hablaba de ese tipo de cosas y de términos de intercambio al final, en el contexto de la fusión. Hablábamos de qué pasaba en pandemia, que ahí yo me metí un poquito menos; salió un nuevo protocolo del Minsal que dice, que no sé qué, ahí se metía un poquito más Eliseo (Gracia, ex gerente general de Enjoy), yo la verdad que un poquito menos. Después nos metimos en la parte legal, de cómo hacer para protegernos; de que se diera tiempo para ver correctamente cuál era la ley que debía aplicarse en este proceso licitatorio”.

Comber explicó que sus reuniones con ejecutivos de otras empresas del sector se dieron en el marco de la fusión que entonces se negociaba con Dreams y no para coordinar estrategias de licitación. Según él, los temas tratados incluían la valorización de las compañías y otros aspectos financieros y legales, pero sin discusiones sobre las licitaciones.

El empresario ingresó al directorio de Enjoy en abril de 2020, luego de que EuroAmerica, en el marco de la reorganización judicial de la empresa, se convirtiera en accionista mediante la conversión de deuda en acciones. En mayo de ese mismo año asumió la presidencia del directorio y participó activamente en diversas decisiones estratégicas, incluyendo el comité de licitaciones. Permaneció en el cargo hasta abril de 2023.

“Mayor unión”

Otra de las declaraciones liberadas por el TDLC corresponde a la de Nicolás Imschenetzky Ebensperger, quien prestó testimonio ante la FNE el 1 de diciembre de 2022 por más de cuatro horas.

En su testimonio, Imschenetzky, controlador de Marina del Sol, describió cómo los principales operadores de casinos en Chile mantuvieron una comunicación constante en el contexto de la licitación de los permisos de operación, a través de reuniones, chats y llamadas telefónicas. “La verdad es que fueron reuniones, reuniones, chats, WhatsApp, comunicaciones por teléfono, casi a diario entre los operadores de la industria”, indicó.

Además, afirmó que su socio Michael Wagman le advirtió a inicios de 2020 sobre la necesidad de proteger sus intereses en el proceso de licitación, indicando en un correo: “Nosotros tenemos que empezar a trabajar y ver cómo logramos que esta licitación no afecte económicamente al grupo, porque si se aplica como nosotros entendemos que se va a hacer, esto puede ser catastrófico”.

Wagman era, junto a Sebastien Dhonte, directores de Marina del Sol y dejaron sus cargos luego que Valmar, family office de la familia Imschinesky comprara el 50% de la participación del fondo canadiense Clairvest.

En cuanto a la coordinación entre los operadores, Imschenetzky detalló que cuando se publicó la consulta de las bases de licitación, tomaron la decisión de no hacer objeciones para intentar frenar el proceso:

“Cuando sale la consulta de las bases, nosotros nos negamos hasta a hacer objeciones a las bases y no hicimos ninguna presentación a la Superintendencia respecto a errores que evidentemente tenían las bases y que después se manifestaron cuando tuvimos que postular; porque pensábamos que íbamos a lograr realmente parar este proceso”, señaló Imschenetzky, quien fue acompañado de los abogados de Inversiones Marina del Sol: Javier Velozo y Pablo Pardo, y el penalista Alejandro Espinoza.

Asimismo, describió cómo este contexto generó un mayor nivel de comunicación y coordinación entre las empresas del sector: “Esto fue generando aún mayor unión o diálogo entre los operadores de la industria”, concluyó.