En momentos cuando la industria de la salud está mutando en casi todos sus ámbitos, ¿qué pasa en las cadenas de abastecimiento de fármacos? Si la pandemia del coronavirus ha tenido bajo presión a los centros médicos en todo el mundo, hoy se debate si las farmacias pueden volver a potenciar ese rol.
Así se vio reflejado en una nueva edición de “Las Preguntas que Vienen” de Pulso, con un panel compuesto por Heriberto García, director del Instituto de Salud Pública; Catalina Cano, secretaria nacional del Colegio de Químicos Farmacéuticos de Chile; y Michele Ingravallo, gerente general de Farmacias Ahumada.
Según Ingravallo, “las farmacias tienen un rol muy importante para aportar y ser un punto de acceso a la salud en todo Chile. Podemos colaborar de manera importante en la atención primaria de los pacientes”.
En ese sentido, sostuvo que en Farmacias Ahumada “hemos lanzado un servicio y una plataforma en que proveemos un servicio de atención farmacéutica especializado con una atención inclusiva y discreta donde puedan sentirse acogidos y acompañados. Estamos haciendo mediciones de parámetros enfocados en presión arterial, dislipidemias y glicemia. Es algo inédito que le da entrada a lo que denominamos como centros de salud”.
Una visión distinta a la del director del ISP, quien aseveró que no corresponde hablar de una transformación en las farmacias, “sino de hacernos cargo de una vez por todas de lo que les corresponde hacer a farmacéuticos y las empresas farmacéuticas”.
“La farmacia es un centro de salud desde que se llamaba botica. Si la gente cree que se está transformando es porque hay una función que no estamos haciendo, que hace que las personas crean que las farmacias son un centro comercial más (...) Cuando uno ve que entre farmacias y laboratorios terminan echándose la culpa por el precio de los medicamentos uno ve que seguimos con la discusión del rol sobre qué es lo que debemos hacer y para qué estamos", agregó García.
Por su parte, Catalina Cano también compartió que si bien las farmacias son en esencia un centro de salud, existe un desmedro en el servicio por un predominio de criterios comerciales. “Desde la discusión de la la Ley de Fármacos 1 se reconoce formalmente a las farmacias como un centro de salud (...) De 10 atenciones de salud, 7 involucran la utilización de medicamento como herramienta terapéutica, por tanto las farmacias en todas sus modalidades responden a una necesidad esencial”, dijo.
En ese aspecto sostuvo que un químico farmacéutico “no puede anteponer labores comerciales y administrativas y dejar en segundo lugar sus responsabilidades sanitarias. No podemos tener un profesional relegado a tareas administrativas. No es solo la normativa la que pone al profesional farmacéutico como responsable de lo que ocurre en la farmacia, sino que también hay un imperativo ético”.