La exministra de Obras Públicas Loreto Silva, presentó este viernes su renuncia a la presidencia de Enap y se hizo efectiva inmediatamente.
Su figura estaba siendo objeto de cuestionamientos debido a la participación del estudio Bofill Escobar Silva, del que es socia, en la defensa de la coreana Hyundai en la discrepancia que mantiene con el MOP por la construcción del puente Chacao. La asiática acusó sobrecostos en la obra y solicitó que el ministerio compensara. Ambas partes informaron que alcanzaron un acuerdo, pero este aún no ha sido llevado al papel.
La situación se complicó para Silva luego que Contraloría, tras una solicitud de diputados, acusara la existencia de un vacío legal, pues si bien hay una restricción para que funcionarios de empresas del Estado litiguen contra el mismo, esto no aplica para sociedades en las que se tenga participación, como es el caso de Silva y Hyundai.
Cercanos a ella señalaron que su decisión de abandonar la compañía se debió a su interés en no mezclar a la empresa, que debe hacer frente a los embates de la crisis sanitaria, en este conflicto.
Los sindicatos de Enap habían pedido explicaciones a la estatal por el tema, acusando que la permanencia de Silva generaría consecuencias para la estatal.
“El grave daño de la imagen pública de Enap, la exposición de ejecutivos para explicar aquello que excede de su responsabilidad, el eventual deterioro económico derivado de las acciones denunciadas, y por último, la exposición de la empresa y sus trabajadores a la investigación judicial, no es una experiencia que favorece la conquista de los objetivos que la administración y los trabajadores nos estamos empeñando”, señaló la Federación Nacional de Trabajadores del Petróleo (Fenatrapech) a través de un comunicado difundido este miércoles.