Los trabajadores de Escondida y la minera de BHP Billiton llegaron a un acuerdo y recibirán un bono de $21 millones cada uno, y la opción de un crédito blando por $3 millones. Son sin duda una de las negociaciones más esperadas en Antofagasta. Tradicionalmente, estos recursos se destinaban a la compra de automóviles, artículos electrónicos y viajes. Es así, que el comercio de la zona ve con buenos ojos la llegada de este dinero, para tratar de impulsar un sector que se ha visto muy golpeado por la pandemia y el estallido social.

Hay que partir que este bono no todo queda en nuestra región en exclusividad. Más de la mitad de los trabajadores no viven en nuestra región. Las jornadas especiales de trabajo permiten que la gente viva en una región y se desplace en el periodo laboral. Esa movilidad es muy fuerte en la región, es la región que más trabajadores conmuta en el país. De todas maneras el impacto en términos económicos para nuestra región es importantísimo. Alrededor de un 40% o 50% de los trabajadores vive acá, y eso se va a ver reflejado en el comercio local”, dijo a Pulso el presidente de la Cámara de Comercio de Antofagasta, Antonio Sánchez.

El dirigente gremial detalló que si bien esta inyección de dinero es una buena noticia para los comerciantes locales, la preparación para la llegada de recursos frescos no ha sido la misma que en años anteriores, debido al impacto de las restricciones derivadas de la pandemia.

“Todavía tenemos fuertes restricciones para el aforo en los locales comerciales, por lo tanto la posibilidad de capitalizar, de tener mercadería, no ha sido tan posible como sucedía en otras ocasiones que sabíamos que estaban negociando las compañías mineras, y que íbamos a tener una gran afluencia de personas a los locales comerciales. Lamentablemente esa preparación no ha podido ser posible. Antofagasta ha estado muy golpeada por la pandemia, también fue muy golpeada respecto de los sucesos de octubre de 2019. Venimos con un arrastre muy largo de una mala situación económica, por lo tanto una preparación más profunda no era posible. Reconocer que esto va a producir un beneficio muy importante en todos los sectores de la economía, pero en menor medida tal vez que en ocasiones anteriores”, agregó Sánchez.

Los bonos mineros en el pasado dieron un fuerte impulso al comercio de Antofagasta. Las ventas del retail se disparaban e incluso muchos productos simplemente dejaban de estar en stock. Lo mismo ocurría con el sector automotriz. Desde de la Cámara de Comercio de la región dicen que las ventas repuntaban en torno a un 30% con respecto a un mes normal. Sin embargo, en esta oportunidad el escenario podría ser distinto.

“Tenemos una situación del comercio muy desmedrada. Antofagasta es una de las regiones donde tiene la mayor cantidad de empresas que han tenido que acogerse a la ley de quiebras, porque el arrastre es muy largo. No partimos con la pandemia, el sector comercio se vio muy afectado desde octubre de 2019. Antofagasta venía con una situación económica muy complicada desde el 2016 producto de la baja de los precios de los minerales. En ese tiempo se esperaba que a fines de 2019 comenzara el repunte. Muchos estaban pidiendo créditos para mantenerse. Ya venían muy deprimidas las empresas del comercio, lo de octubre fue una catástrofe y la pandemia fue catastrófico”, dijo Sánchez.

Y agregó que “esta mayor cantidad de circulante que se inyecta en la región va a beneficiarnos. Esto beneficia al sector gastronómico, de la entretención, que si bien todavía estamos con restricciones, tenemos el toque de queda a las 10 de la noche. Tenemos la esperanza de que en un par de semanas el toque de queda pueda trasladarse a las 12 de la noche dándole oxígeno al sector de la entretención. Cada vez que ha habido una apertura mayor, Antofagasta tiene muchos aspectos positivos en lo económico. Tiene los ingresos de los trabajadores más altos de chile, y eso se nota. El comercio se dinamiza rápidamente, esta inyección de recursos va a beneficiar de todas maneras”.