Los robos en carreteras, puertos y bodegas de empresas se disparan
Un informe internacional de aseguradores y expertos en seguridad revela que los delitos relacionados con movimiento de mercancías en Chile crecieron 27% en 2022. Los grupos criminales acechan las carreteras y depósitos de mercaderías con una violencia cada vez más salvaje. Se llevan alimentos, tecnología y lujo, principalmente, aunque también cobre. Empresas deben enfrentar cada vez mayores exigencias ante un problema que evoluciona y cambia impetuosamente.
Están bravas las carreteras. La ola de robo y asaltos que afecta al transporte y a casi toda la cadena logística ha llevado a que algunas empresas ya no manden vehículos ni personal a los puertos entre las 11 de la noche y las 6 de la mañana por temor a que las bandas asalten sus camiones, amenacen o pongan en peligro la vida del conductor y, además, se lleven las máquinas. Un reciente informe de la aseguradora de riesgos TT Club, junto con las consultoras británicas de seguridad BSI Screen y Signum Services, además de la Asociación de Logística de Chile (ALOG), alertó sobre un fuerte aumento de los delitos relacionados al movimiento de mercancías en el país: crecieron 27% en 2022.
El informe “Delincuencia en el transporte de bienes en las cadenas de suministro chilenas”, publicado hace algunas semanas, evidencia el espectacular incremento de la violencia asociada a estos delitos que se dispararon con el levantamiento de las cuarentenas y otras restricciones, tras la pandemia. Y en lo que va de año, la situación se ha mantenido, según coincidieron diversas fuentes consultadas por Pulso.
Ello ha generado, según indican en el mercado, el encarecimiento de seguros, la adopción de medidas de seguridad biométricas en algunos centros de distribución, el uso obligado de escoltas para vehículos de carga valiosa y la asignación de rutas y salidas mediante algoritmos para que, sólo antes de salir, el chofer sepa hacia dónde tiene que dirigirse y así no se filtre su recorrido.
Todo ello, ante el descaro, a veces a plena luz del día, con que se cometen estos atracos, acompañados de violencia incluso contra la policía.
Los datos del informe revelan, además, que Chile es un territorio propicio para el delito por su posición geográfica, la cercanía entre los centros de consumo y los grandes puertos. También por la infraestructura en carreteras, conexiones y las ventas por redes sociales con el anonimato que ofrecen.
Alguien te mira
Pero si hay algo que el informe destaca es el incremento que se ha producido en los robos con violencia. Es un boom encima del boom de robos que había logrado aplacar la pandemia. “Las modalidades de robo están muy en línea con las estadísticas globales e incluyen asaltos en carretera en el 79% de los casos, instalaciones y depósitos con el 10%, seguido del ferrocarril, con 8%. Para 2022, los tipos de hurto más vistos en Chile incluyeron secuestros, robo de contenedores o tráileres y en las instalaciones”, indican los datos del documento.
“La inflación, el aumento del costo de la vida y el malestar social han motivado a los individuos a recurrir a la delincuencia. Estas circunstancias, que también fomentan un mayor mercado negro, sobre todo de productos alimenticios, infunden una mayor criminalidad en la población”, añade el director general de prevención de pérdidas de TT Club, Mike Yarwood en el reporte.
Se trata de un negocio boyante, con riesgos a veces acotados, impulsado sobre todo por bandas emergentes que contratan “mano de obra” por encargo, coinciden fuentes policiales y judiciales.
“El comprador de lo robado está claro, a veces incluso antes de que se planee el delito. Muchas veces son robos por encargo en que lo sustraído se vende en redes sociales o en otros mercados informales”, dice el abogado Gustavo Muñoz, quien representa en tribunales a varias firmas del retail y de seguridad que han sido víctimas de la ola delictual que se está ensañando con la cadena logística. Reclama que “nunca se ha tomado en consideración la relación delictual del comercio que se da con el elemento robado; falta buscar dónde se va la plata y atacar ese punto. No se saca nada con detener más gente; hay que perseguir a los que compran y venden”, sostiene. Entre sus clientes figura Maconline, la tienda de productos de la marca Apple que ha sido varias veces asaltada, tanto en sus mismos locales como en sus bodegas.
Otros abogados critican que la persecución penal es muy baja, lo que incentiva a los delincuentes a seguir operando y, bajo reserva, en las empresas de bodegaje añaden que la sensación de impunidad es enorme.
Sólo si la fiscalía logra demostrar la existencia de una organización criminal, una mafia, con roles y estructuras puntuales, la pena podría subir. Pero eso es algo que exige mayor dedicación y recursos, sobre todo porque el tradicional esquema piramidal de las organizaciones delictuales ha ido dando paso a pequeños y violentos grupos que ofertan su infraestructura y conocimiento para delinquir al mejor postor.
Según el documento, las investigaciones han demostrado la existencia de pequeñas bandas que se arman específicamente para dar un golpe. Estas redes están formadas por personas de diversas nacionalidades, e incluso colaboran entre ellas. Hoy no es tan fácil definir jefes, ni mucho menos clanes en esta actividad.
Por ello, en el Ministerio Público algunas fiscalías empezaron a trabajar estos casos a través de focos investigativos dedicados exclusivamente a investigar estos delitos.
Destino secreto
El crimen organizado avanza, igual que la sociedad, en el uso de las nuevas herramientas telemáticas, y hoy los delincuentes son capaces hasta de bloquear las señales digitales para “apagar” los camiones en tránsito, de tal forma que no puedan compartir su ubicación, ni comunicarse con sus bases o centrales.
También usan las redes telefónicas encriptadas en redes sociales gratuitas sobre todo de Telegram o Discord, lo que hace muy difícil identificar líneas y servidores a través de los cuales se comunican.
“Los ladrones de carga en Chile suelen ser personas oportunistas y bandas que buscan acceder a carga. Sin embargo, también se producen algunos robos selectivos, como en instalaciones logísticas o depósitos dirigidos productos específicos de alto valor”, sostiene el informe de las tres entidades internacionales y la Asociación de Logística de Chile.
Por eso, hoy en día en los puertos y centros de despacho, la ruta y horarios en que se moverá la carga es un secreto de Estado.
Costos adicionales
“Algunas de nuestras cargas requieren escoltas para garantizar su seguridad. Además, muchos exportadores han tenido que ajustar sus horarios de despacho para evitar robos, e incluso optan por enviar camiones en caravanas. Lamentablemente, estas medidas de seguridad adicionales han dado lugar a nuevas formas de trabajo, obstáculos y costos adicionales en toda la cadena logística de importación y exportación. La lucha contra estos robos se ha convertido en una prioridad para nosotros, ya que no sólo afecta nuestra eficiencia operativa, sino que también genera desafíos financieros y logísticos que debemos superar para garantizar la continuidad de nuestras operaciones en un entorno seguro”, resumen Paula Pastén y Daniella De Luca, socias de la firma de comercio exterior Click and Connect.
Según exportadores consultados por este medio, hoy casi ninguna firma quiere hacer el llamado tercer turno portuario, entre las 11 de la noche y las 6 de la mañana del día siguiente, por los riesgos.
La mayoría del transporte de carga va en camión en Chile. Y según el reporte internacional que se centró en Chile, sólo en 2022 los siniestros en el sector asegurador por robos en la cadena logística aumentaron en 450%. Y el valor de estas reclamaciones (pagos de seguros) saltó en 820%. “Durante las operaciones de hurto, los ladrones en Chile suelen comenzar siguiendo camiones de carga objetivo cerca de su punto de partida. Los ladrones usan armas durante los robos para intimidar. Esto sugiere que hay una probabilidad cada vez mayor de que los conductores de camiones de carga puedan ser heridos durante incidentes de secuestro. Los ladrones en Chile a menudo toman como rehenes a los camioneros, ocasionalmente por largos períodos de tiempo, para retrasar la respuesta de las autoridades”, indica el documento.
Y sus consecuencias se ven periódicamente: asaltos y tiroteos en plena calle, explosiones, secuestros y heridos.
Operadores de centros logísticos dijeron a este diario que, de hecho, hay empresas que ya no toman seguros por su alto precio o las condiciones que imponen las aseguradoras para cubrir los riesgos, como tecnologías biométricas para apertura y bloqueo de puertas, bodegas reforzadas contra impactos, sistemas de respaldo y protocolos de entrada, salida y estadía en puertos y centros de acopio.
Medidas habituales como las cámaras de vigilancia, sistemas antihurto, alarmas conectadas a una central y vigilantes de seguridad son hoy el desde.
El informe de TT Club, BSI Screen, Signum Services y la ALOG revela que “un importante operador ferroviario minero informó más de 70 robos de carga a lo largo de las vías férreas en los últimos tres años” y que hasta estaba trabajando con apoyo aéreo en áreas donde los trenes tienen limitaciones para comunicarse.
Lo que roban
El material que se roba, dicen los expertos, depende de la demanda en el mercado. Pero en términos globales los artículos que registran mayores pérdidas son teléfonos y electrónica de alta gama, vinos, salmones, prendas de marcas deportivas y cosmética, especialmente.
Los períodos con mayores mermas son aquellos que coinciden con el lanzamiento de productos, Navidad y fines de mes, cuando las exigencias de seguridad en las ciudades abren un espacio para atacar en la carretera.
“En los últimos meses se ha estancado el crecimiento de la criminalidad, pero no descartamos que pueda seguir aumentando en aquellos corredores por donde circulan o se almacenan cargas de alto valor. Región Sur, central y el norte con los proyectos de energía solar y transporte del cobre”, alerta a Pulso desde Buenos Aires, Hernán P. Pistocchi, de TTMS Argentina, parte de TT Club. El ejecutivo también apunta a dos fenómenos que han encontrado este último año en el país: la inmigración y el narcotráfico. “La corrupción en el ámbito privado también es otro factor de importancia”, advierte.
Eso fue lo que pasó en enero de este año en el puerto de San Antonio cuando un grupo armado que estaba dateado se llevó $3.600 millones en cobre desde 13 contenedores que estaban en un depósito. El caso es citado por el informe como una muestra de hacia dónde van las cosas en Chile: lo llama un “ejemplo predictivo”.
Puertos
“En el caso del complejo portuario de San Antonio que incluye toda la zona de recintos extraportuarios, depósitos de contenedores e instalaciones de almacenamiento y logística, desde el ámbito privado, las empresas tienen implementadas medidas de seguridad más estrictas, como sistemas de televigilancia, controles de acceso con uso de tecnologías de última generación para verificación de identidad y placas patentes. Se ha implementado mejor infraestructura antirrobo en las instalaciones y capacitación del personal, además de un trabajo coordinado y colaborativo con las policías locales y la Fiscalía de San Antonio”, respondió la Comunidad Logística de San Antonio (Colsa) a Pulso.
La entidad también sostuvo que la mayoría de los robos de mercancías en contenedores se concreta bajo la modalidad de secuestro o asaltos a camiones en carreteras y vías de acceso a los recintos portuarios y extraportuarios. Desde o hacia el puerto, “lo que ha derivado en que los transportistas eviten trabajar en el tercer turno, dada la condición de inseguridad en las autopistas. Eso hace que se pierda cerca del 33% de la capacidad de transporte y es urgente recuperar eso”, dijo.
Colsa también sostuvo que en los últimos meses está aumentando el robo de contenedores vacíos para la venta ilegal y sin documentación de internación. “Actualmente, existen denuncias en fiscalías de San Antonio y Santiago aún sin resolución. Vemos con preocupación nuevas formas de cometer ilícitos y son prácticas habituales en otros países en donde se han generado cambios legislativos permitiendo en algunos casos el uso de armas a las empresas de seguridad”, indicó la entidad gremial. La situación se está poniendo dura por aquí.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.