El presidente del Banco Central, Mario Marcel, advirtió este martes que pese a que lo peor de la crisis ya pasó aunque quedan riesgos importantes para la actividad económica.
“Aunque el peor momento de la crisis haya quedado atrás y surjan nuevas fuerzas dinamizadoras de la economía, la salida de este episodio no será fácil”, dijo Marcel en el marco de su presentación en el Chile Day 2021.
En este sentido indicó que por un lado, se mantendrán riesgos relevantes ligados a la evolución de la pandemia y la economía en distintos países.
Esto, debido a que la sincronía observada en las etapas iniciales de la crisis no necesariamente se repetirá en la salida de la misma.
Por otro lado, añadió, esta crisis dejará importantes heridas en los agentes económicos, sectores y mercados que tardarán en cicatrizar, lo que se expresa en el deterioro de los balances de empresas y hogares, el significativo rezago de los sectores más afectados por el distanciamiento social, la vulnerabilidad de cadenas logísticas y el deterioro del mercado del trabajo.
Potencial de crecimiento
Por último, esta crisis también incidirá sobre el potencial de crecimiento de la economía en el largo plazo. Mientras la sustancial caída de la inversión y el aumento de costos de operación y transacción pueden incidir negativamente sobre éste, otros, como la digitalización, pueden hacerlo positivamente, afirmó.
“Lo anterior sugiere que las políticas públicas continuarán jugando un papel crucial en la fase de recuperación de la economía. Más allá de su impulso cuantitativo, será importante articular la transición desde medidas generales de contención de la crisis a medidas más focalizadas que faciliten la adecuación de la economía”, señaló.
“Aunque parte importante de estas políticas recaen en el ámbito legislativo y de gobierno, el Banco Central también puede contribuir a una recuperación robusta y sostenible de la economía”, afirmó.
Asimismo sostuvo que el manejo de la crisis generada por el estallido social y la del Covid-19 ha demostrado el aporte fundamental que pueden hacer las instituciones para enfrentar amenazas severas al bienestar, la salud y la vida de las personas.