El rechazo a la idea de legislar la reforma tributaria sigue rondando en el debate económico nacional. Así se reflejó esta mañana, cuando el ministro de Hacienda, Mario Marcel, participó del semanario “Señales de 2023″, realizado por Diario Financiero.

En la oportunidad, el jefe de la billetera fiscal volvió a repasar los efectos prácticos que tuvo el abrupto fin en su tramitación de la propuesta del Ejecutivo, y sinceró que, pese a aún no estar descartada del todo la insistencia en el Senado, en el gobierno “no nos hacemos ilusiones dada la composición del Congreso”.

Sin embargo, uno de los aspectos que se ha tomado la discusión sobre cómo aumentar la recaudación tributaria, es cuánto impactará en ella el mejor desempeño de la industria del litio. En esa línea, el secretario de Estado recordó que la Política Nacional del Litio, uno de los aspectos que considera el programa de gobierno, será presentada durante marzo.

Al respecto, señaló que dicha política “va a involucrar una cooperación público-privada tanto para efectos del desarrollo de la industria como para la distribución de su renta”. Pese a esto, remarcó que la idea de crear la Empresa Nacional del Litio no significará que ésta tenga un monopolio estatal en la materia.

“La Empresa Nacional del Litio es un tema que está en el programa del gobierno y sigue estando presente. Ahora, el programa de gobierno, si ustedes lo leen bien, cuando habla de la Empresa Nacional del Litio, nunca habló de un monopolio estatal del litio”, señaló, sin entregar mayores detalles de cómo se dará la participación de actores privados en la industria.

Con todo, en términos de la contribución de ingresos a las arcas fiscales, el secretario de Estado recordó que “el Consejo Fiscal Autónomo ha planteado la pregunta” sobre cómo proyectar los ingresos más permanentes que puede entregar dicha industria, y señaló que “nosotros hemos estado trabajando en eso”.

Agregó que “en años pasados, hubo una situación similar a una escala distinta con el molibdeno, cuando hubo un salto grande a comienzos de los 2000″, sin embargo, afirmó “es difícil anticipar hoy cuán permanente van a ser esos mayores ingresos”.

En concreto, Marcel detalló que solo para el incremento en el pago de la Pensión Garantizada Universal hasta los $250 mil mensuales por beneficiario se requieren “más o menos US$2.500 millones al año en forma permanente”. En esa línea, señaló que los ingresos esperados por el lado del royalty minero, cuyo proyecto sigue en tramitación, del orden de US$1.500 millones “no alcanzan para incrementar la PGU”, ya que además, dijo, cerca del 60% de dichos recursos están comprometidos “para aportar a las regiones y a los municipios, particularmente a los municipios de las comunas mineras”.

“Estamos trabajando en esa fórmula, pero para todos los efectos prácticos, creo que no podemos suponer que este salto en los ingresos del litio va a ser algo con lo cual podemos contar de manera permanente para financiar gastos más o menos de esas magnitudes. Tenemos que encontrar una manera de determinar cuánto de eso podemos incorporar como ingresos permanentes”, remarcó Marcel.

Por otro lado, abordó el desarrollo de la industria del litio en Australia, apuntando a que dicho país, actualmente el principal productor del denominado “oro blanco”, tiene una manera de extraer litio distinta a la de Chile.

“La tecnología para la extracción del litio de los salares también está cambiando. Y por lo tanto, parte de la política nacional del litio tiene que ver con cómo acelerar ese cambio. Acelerar el cambio desde la obtención del litio por la vía de la evaporación de las salmueras en los salares, a lo que se llama extracción directa”, reveló el ministro.

Comentó además, que esto permitiría producir el recurso de manera más eficiente y más amigable con el medio ambiente.

Mejora en expectativas

FOTO: PABLO OVALLE ISASMENDI/AGENCIAUNO

Marcel también abordó la mejora en las proyecciones para la actividad económica en 2023, donde el mercado ha ido elevando sus previsiones. En ese sentido, el economista destacó que la mirada del gobierno se ubicaba “en el extremo optimista” y que las estimaciones del sector privado “han ido subiendo” y que “básicamente lo que ha ocurrido es que se ha estrechado el margen de las proyecciones, lo que es bueno porque quiere decir que entendemos mejor, tenemos una visión más compartida sobre cómo se va a comportar la economía″.

De todos modos, el secretario de Estado aprovechó de recordar que el rechazo a la idea de legislar la propuesta tributaria tiene un impacto en términos de la incertidumbre, por lo que afirmó que “tenemos que seguir bajando la incertidumbre, y por eso no es bueno que se nos alargue la discusión tributaria y, por supuesto, hubiera sido mejor cerrarla en cuatro meses más a que tengamos, no sé, un año y medio por delante”.