En los últimos dos años y medio, la economía chilena sufrió el impacto de tres grandes shocks sin precedentes”. Así partía la presentación de Mario Marcel, presidente del Banco Central, ante los asistentes al Chile Day 2021, que ayer vivió su jornada inaugural en Londres.

Marcel apuntó que esos impactos fueron la crisis social de finales de 2019, el impacto externo de la pandemia Covid-19, y el shock interno causado por las medidas para contener la propagación local del virus.

El presidente del Central apuntó que los colchones acumulados a lo largo de los años, la efectividad del marco de políticas y la capacidad de innovar permitieron articular una respuesta poderosa de las autoridades a estos choques que redujeron en más de la mitad su impacto en la producción y empleo. Y que ello, combinado con la resiliencia de la economía y los avances en vacunación, ha permitido que Chile se haya recuperado de esta crisis a un ritmo más rápido.

Así, detalló que para el tercer trimestre de 2021, el PIB per cápita ya había superado los niveles prev“ios a la crisis.

“No obstante, la recuperación ha sido desequilibrada, dada la magnitud de la expansión del consumo privado debido al impulso continuo de transferencias gubernamentales y tres retiros de fondos de pensiones. La presión que esto ha ejercido sobre los precios, además de las interrupciones del lado de la oferta, han llevado al BC a subir la tasa de interés durante la segunda mitad de 2021″, dijo Marcel.

Sin embargo, el presidente del Central también apuntó a las condiciones actuales del mercado de capitales producto de políticas impulsadas desde el Congreso y también por el escenario político.

En esa línea, su presentación planteó que “el debilitamiento del mercado de capitales por retiros de pensiones, tensiones políticas, deterioro fiscal y persistencia la incertidumbre ha hecho mella en las tasas de interés a largo plazo, el tipo de cambio y los precios de las acciones, lo que ha afectado aún más a la economía.perspectivas para 2022 y 2023″.

Con todo, apuntó que “la respuesta positiva de los mercados financieros a la acción política del Banco central, la aprobación de un presupuesto responsable para 2022 y el resultado de las elecciones generales de la semana pasada, sugiere que parte de estos desarrollos pueden ser transitorios”.

“Aún así, las autoridades - continuas y nuevas - tienen importantes desafíos por delante, aunque con una buena base para construir”, dijo en su presentación.

Política fiscal, monetaria y oportunidades

Junto con detallar la situación actual por la que atraviesa el país, Mario Marcel también apunto a que la política fiscal iniciará una senda de consolidación en 2022, como se estableció en el reciente presupuesto aprobado, y comentó que esto considera una contracción del gasto público cercana a 20% y reducción del saldo estructural del 11% al 3,9% del PIB.

Adicionalmente, explicó que el Banco Central comenzó a retirar el impulso de la política monetaria en julio de 2021, intensificándose con el alza de las previsiones de inflación a mediano plazo.

“Las orientaciones futuras apuntan a volver a la tasa neutral en diciembre y en el mercado las expectativas apuntan a una trayectoria hacia adelante por encima del corredor superior (implicito en la tasa de política del Banco Central) hasta mediados de 2022″, dijo en la presentación.

Por otra parte, detalló una serie de riesgos que percibe para la economía chilena. Entre ellas, una salida macroeconómica desordenada, una convergencia fiscal incierta, nuevas liquidaciones masivas de activos, incertidumbre política persistente, o contracción crediticia por mayor riesgo.

No obstante, Marcel también señaló una serie de oportunidades que a su juicio exhibe el país. Así, habló de mayores espacio de políticas respecto de otras economías emergentes con menor clasificación de riesgo: un nuevo contrato social duradero proveniente de una constitución legitimada, políticas amigables con el medio ambiente, así como nuevas perspectivas de desarrollo financiero.