Mario Marcel nunca abandona su sobriedad. Ni en la crítica ni en los aplausos. El economista resultó electo en la encuesta realizada por Cadem para el aniversario 10 de Pulso como el hombre más influyente en la economía chilena. Su par, Rosanna Costa, fue considerada por los encuestados la mujer más influyente. “El que el Banco Central sea una institución pública, pero al mismo tiempo independiente del gobierno, es algo que se valora cada vez más”, interpreta Marcel, 62 años, presidente del Banco Central (BC) desde hace cinco años y cuyo mandato fue renovado por otros cuatro años por el Presidente Sebastián Piñera.

Marcel accedió a responder por escrito un breve cuestionario a raíz de este especial.

¿Todo banquero central es influyente o cree que el reconocimiento que se le hace a usted está asociado a su gestión particular, sobre todo este año por el tema de los retiros?

Los bancos centrales, sin duda, son una parte importante de la institucionalidad económica y han adquirido especial notoriedad en las últimas dos crisis. En nuestro caso, hemos tenido dos años especialmente intensivos, donde hemos tenido la responsabilidad de entender una coyuntura inédita y contener su impacto con medidas oportunas, eficaces y poco convencionales.

¿Su rol adquiere más trascendencia en momentos de mayor turbulencia económica como este?

Creo que en momentos de gran incertidumbre se busca especialmente que las autoridades orienten y demuestren que están dispuestas a actuar. Pero esto no lo hacen individuos aislados; en mi caso, hay todo un equipo que ha enfrentado este escenario con gran profesionalismo y compromiso con el país.

¿Cómo debe ejercer su rol público un banquero central? ¿Cómo ha definido usted ese rol, en qué o quién se ha inspirado?

Un banquero central debe ser sobre todo capaz de inspirar confianza de la ciudadanía y los mercados en la institución que dirige. Ese fue el tema central del plan estratégico que preparamos en 2017 y ha sido de enorme utilidad en la coyuntura reciente.

¿La figura del presidente del BC es más reconocida por las élites, como refleja esta encuesta? ¿Cómo cree que valora o enjuicia sus funciones el ciudadano común?

Nosotros hemos medido la percepción pública sobre el Banco Central y hemos descubierto que entre 2017 y 2021 aumentó mucho el conocimiento de la institución, más allá de las élites. Nuestros programas de educación financiera han tenido un papel muy relevante, así como el generar información más accesible para el público general.

En esta encuesta se reconoce su grado de influencia por sobre empresarios y el ministro de Hacienda. ¿Qué interpreta de aquello?

Creo que el que el Banco Central sea una institución pública, pero al mismo tiempo independiente del gobierno, es algo que se valora cada vez más.

¿Qué lectura hace, además, de que en esta misma encuesta, del lado de las mujeres, la más influyente sea Rosanna Costa, también consejera del BC y quien era la otra alternativa que tenía en mente el gobierno para asumir la presidencia de la entidad?

Rosanna Costa es una profesional muy destacada, con quien he tenido el privilegio de trabajar en distintas capacidades y merece todos los reconocimientos que ha recibido.

Con la renovación de su mandato a la cabeza del BC, completará nueve años como presidente, más que ningún otro desde 1990. ¿Cómo evitará el desgaste en el cargo?

En el Banco Central, desde la época de Vittorio Corbo que se viene trabajando en base a planes estratégicos que se superponen con los periodos de los presidentes. Con el Consejo y el equipo directivo del Banco estamos próximos a iniciar un nuevo ciclo, que abarcará los próximos cuatro años y tendrá prioridades distintas del anterior.

¿Cuáles serán sus prioridades para este nuevo periodo y qué lugar ocupa entre ellas la representación que deberá hacer del BC en el debate de la Convención Constitucional?

Por el momento, veo cuatro desafíos: ayudar a que la economía termine de recuperarse de la crisis del Covid-19 y sus secuelas; fortalecer las defensas de la economía frente a shocks externos e internos; continuar acercando el banco a la ciudadanía, incluyendo nuevas temáticas, siempre desde ángulos afines al banco, e integrarse de lleno a la economía digital.