“Hoy día se argumenta en favor de un retiro porque el costo de la vida está más alto. Pero ese aumento del costo de la vida proviene de los retiros anteriores. En la siguiente vuelta, vamos a tener aún más inflación, se va a querer retirar nuevamente fondos para afrontar esa situación, y vamos a tener otra vuelta más de inflación. ¿Al final qué es lo que vamos a tener? Las personas ya no van a tener fondos y solo van a tener inflación. Esa es la preocupación que tenemos”.
Así concluyó su presentación el ministro de Hacienda, Mario Marcel, ante los diputados de la Comisión de Constitución en el marco de la tramitación del llamado quinto retiro de las AFP.
El titular de Hacienda comentó que los retiros tienen costos, primero, explicó, que socava los ahorro de los trabajadores para financiar sus pensiones; obliga a liquidaciones repentinas y masivas de activos, deteriorando el valor de los fondos y debilitando el mercado de capitales local; tiene un costo fiscal; presiona los precios al alza, contribuyendo al aumento de la inflación; tensiona la política monetaria, obligando al Banco Central a elevar la TPM; y profundiza una visión de la seguridad social basada en la propiedad individual.
“Tenemos que reconocer que hoy día tenemos más inflación. Tenemos todavía una economía recalentada en el agregado. Por supuesto, hay sectores que están rezagados, que es un tema del cual hemos estado preocupados y se han anunciado una serie de medidas, pero por supuesto el escenario económico es radicalmente distinto del que había en el caso del primer retiro”, afirmó.
Marcel comentó que “en este momento un nuevo retiro tendría un efecto sobre la inflación cercana a 5%. O sea, si hoy día tenemos 9,5% (de IPC), estaríamos en 14,5%. Esto, sin considerar que en los próximos meses el Banco Central todavía estima que va a subir algo más la inflación. Es muy probable que lleguemos a 10%, pero un retiro le agregaría 5 puntos porcentuales más a esa inflación”.
El ministro de Hacienda explicó cómo están calculados esos 5 puntos. “Están calculados viendo cómo se comportó el tipo de cambio en la discusión previa al cuarto retiro. Entonces, lo que hemos visto, es que en ese período, como lo comentamos antes, el tipo de cambio saltó mucho más de lo que había ocurrido en episodios anteriores (...) Un nuevo retiro hoy día tendría un efecto menor sobre la demanda que los retiros anteriores, porque estaría más concentrado en sectores de altos ingresos que consumen una proporción menor de sus recursos, pero, por otro lado, el impacto sobre el tipo de cambio sería mayor”
Es decir, Marcel explicó que “en lugar de tener una inflación que se comenzaría a estabilizar en mayo-junio de este año, tendríamos una inflación que seguiría creciendo durante cuatro o cinco meses más (...) Los nuevos retiros le quitan poder adquisitivo, incluso a los fondos que se retiraron previamente. Mayor inflación significa que la plata que mucha gente ha guardado de los retiros anteriores, tendría un poder adquisitivo menor”.
Y frente a quienes dicen que el alza de la inflación se explica por temas internacionales, Marcel mostró una estimación que hizo el Banco Central de cómo se descompone el aumento de la inflación entre el cuarto trimestre de 2020 y el cuarto trimestre de 2021, lapso en el cual subió cerca de un 3,6%. Ahí dijo que un 1,9% se explica por aumento de la demanda. Por el tipo de cambio se explica un 0,9%. Y el restante 0,8% se explica por temas externos y otros factores residuales.
Esto significa que, “del aumento de la inflación que se produjo en el último año hasta el cuarto trimestre de 2021, prácticamente la mitad se explica por la mayor demanda, cerca de un punto porcentual se explica por la depreciación del peso, y los factores externos explican más o menos 0,8%. En otras palabras, si no hubiéramos tenido retiros y no hubiéramos tenido ese aumento de la demanda, si estas mismas proporciones las aplicamos al diferencial actual de inflación, o sea, entre el 3% de la meta del Banco Central y el 9,4% que tenemos hoy día, tendríamos una inflación cercana al 5%. Igual habría aumentado, porque están los factores externos, pero el resto se explica por estos otros factores internos”.
Efecto fiscal y sobre las AFP
Sobre el efecto fiscal que significa esta medida, Marcel puntualizó que en el neto, el costo fiscal sería de US$1.000 millones por una vez, “pero el efecto permanente, que se reflejan en el servicio de la deuda del fisco, es mucho más importante”.
¿Por qué? “Porque si los retiros aumentan las tasas de interés, entonces le sale más costoso al gobierno endeudarse. El gobierno aquí en Chile se financia más o menos en un 75% en el mercado local. Entonces, en la medida en que los retiros y la perspectiva de que se sigan repitiendo en el futuro, aumenten las tasas de interés, significa que el fisco va a tener que gastar más en el servicio de su deuda”, dijo Marcel.
Y agregó que según su estimación, ese mayor costo que implicaría para el fisco endeudarse producto del alza de tasas, sería “de US$2.500 millones al año y de manera estable en el tiempo. Aquí ya no es el efecto por una sola vez, sino que es un efecto constante en el tiempo. Esto sería prácticamente equivalente a los recursos que se necesitarían para llevar la Pensión Garantizada Universal a los $250 mil, que es la meta del gobierno”.
Por otro lado, el ministro Marcel recordó que “hoy se ha discutido mucho si los retiros se perjudican o no perjudican a las AFP”. Sobre ello, el ministro recordó que las AFP, cuando se produce un retiro y se reducen los fondos que administran de los afiliados, liberan encaje, “y un retiro de 10% libera encaje por US$501 millones, lo que se traslada a las utilidades de las AFP, o sea, las AFP por efectos de la reducción del encaje que se requiere, ganan plata con un retiro, no pierden plata”.
Asimismo, mencionó que las utilidades de las AFFP “no provienen de la rentabilidad de los fondos de pensiones, provienen de las cotizaciones previsionales. Por lo tanto, los ingresos de las AFP no cambian con un retiro, en la medida que se siga cotizando”.
Pero además, indicó que “hay un tema que podemos llamar, que es más valórico, que es: hasta dónde el tema de los retiros tiende a enfatizar el concepto de propiedad de los fondos de pensiones y, por lo tanto, si esto da pie a una manera de mirar la seguridad social en la cual todo se reduce al tema de la propiedad”.
Eso, evaluó el ministro, “ha permitido que tengamos campañas publicitarias como la que hemos estado viendo todos en los últimos meses. Todos los últimos meses hemos tenido campañas de las AFP en las cuales se ensalza la importancia de la propiedad de los fondos (...) Campañas, que creo que no es necesario ser demasiado creativo, para pensar que tiene alguna relación con una futura reforma de pensiones”.
Entonces, Marcel concluyó que “lo que ocurre con la reiteración de los retiros es que la propiedad de los fondos, que es el fundamento que mucha gente tiene, que dice yo quiero mi plata (...) se termina transformando en un valor que se trata de imponer sobre un nuevo sistema previsional, o sobre una reforma que venga en el futuro”.
Los otros efectos
Marcel recordó que hasta ahora se han retirado US$52 mil millones, lo que equivale a cerca de un 15% del PIB. También dijo que “más de 4 millones de personas retiraron el total de su saldo producto de los primeros tres retiros, y si se incluyera un cuatro retiro, serían más de 5,8 millones de afiliados los que podrían quedar sin saldo, lo que representa prácticamente la mitad de los afiliados al sistema de pensiones”.
El ministro también mencionó que de aprobarse un cuarto retiro, asumiendo que los afiliados continúan cotizando en el sistema y considerando todos los retiros, la pensión autofinanciada promedio de una mujer podría caer 37% a la hora de jubilar, y en un hombre sería de 29%. Y mostró un ejemplo en su presentación: si la pensión autofinanciada esperada era de $200.000, considerando los cuatro retiros de fondos, sería de $134.600 aproximadamente.
A esto hay que sumar, dijo Marcel, que “en la medida que los retiros obligan a liquidaciones masivas y abruptas de activos, esto reduce el valor de los fondos de pensiones”. Lo anterior, “produce una pérdida adicional en el valor de los fondos”. Ahí mostró otro ejemplo: en el caso de esa persona que retiró fondos, que estaba por jubilar en el fondo E con una pensión de $200.000, y que por el retiro tuvo una baja de su pensión a $134.600, hay que sumar la disminución del valor del fondo, con lo que recibiría una pensión de $118.448.
También reiteró que los retiros tienden a concentrarse en personas de más altos ingresos, lo que se intensifica a medida que estos giros se van repitiendo en el tiempo.
Asimismo, comentó que el tercer retiro fue el que se concentró más en consumo, y en particular sobre consumo durable. “Hay períodos en los cuales se producen los retiros, que generan un aumento de ventas del comercio, que es similar a lo que ocurriría en un año normal en el periodo hacia el término del año, en los períodos de Navidad. Entonces, eso nos da una idea de la magnitud del impacto sobre el consumo”, ejemplificó Marcel.
Por otro lado, Marcel advirtió que los retiros han generado alzas de tasas largas. Además, explicó que los giros han hecho que los activos totales del sistema pensiones pasaron de representar cerca del 85% del PIB, a una cifra algo superior al 60%. Esto, considerando tanto activos locales como internacionales.
Pero al disminuir los fondos que hay a nivel local, Marcel señaló que ello ”significa que hay menos financiamiento en moneda local para inversiones de largo plazo. Ahora, ¿cuáles son las inversiones de largo plazo? Son las inversiones en infraestructura, es la deuda del Fisco, es la deuda de las empresas, y es el financiamiento hipotecario. Entonces, uno de los mercados donde esto se reflejó muy directamente fue en el caso de los créditos hipotecarios, y vemos cómo las tasas de interés de los créditos hipotecarios para la vivienda, desde fines de 2020 en adelante, han tenido un aumento muy significativo”.
Ahí Marcel ejemplificó lo que pasaría con un crédito que pide una persona de UF 2.000. Hace seis u ocho meses atrás, se otorgaba el crédito a 30 años con tasas más bajas, por lo que el dividendo era cercano a unos $400 mil. Pero si la inflación llega a aumentar 10%, que “estamos relativamente cerca de eso”, sube la UF, y eso significa que el dividendo sube a $440 mil. Si a eso se suma el alza de la tasa de interés de 3%, ese dividendo pasa a $587 mil. Pero si además se reduce el plazo del crédito de 30 a 20 años, entonces el dividendo aumenta a $650 mil.
“Tenemos un aumento del dividendo de más del 60% producto de esta concatenación de factores”, detalló Marcel. Eso sí, puntualizó que esto es para nuevos créditos, porque en el caso de los ya vigentes, solo se ven afectados por el alza de la inflación.