Al cierre de noviembre, un fuerte incremento tuvo el número de personas que solicitaron una renegociación de sus pasivos. El último Boletín Estadístico de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento detalló que estos procedimientos subieron 185% entre enero y el mes pasado, en comparación con igual periodo de 2022.
El superintendente, Hugo Sánchez, explicó a Pulso que “este fenómeno se percibe como una buena noticia, ya que más usuarios con sobreendeudamiento han encontrado en este procedimiento gratuito y administrativo una alternativa para ordenar sus deudas, sin perder sus bienes y con una significativa reducción de su carga financiera”.
Al mismo tiempo, destacó que “en noviembre de 2023, las renegociaciones de personas naturales experimentaron un aumento significativo del 84%, con 105 casos registrados, en comparación con los 57 casos del mismo mes del año anterior. En cuanto a las liquidaciones de personas naturales, se observó un incremento del 26%”.
En ese sentido, dijo que “es importante consignar que las liquidaciones siguen estando muy por debajo de los valores alcanzados prepandemia. Recordemos que tuvimos una contracción de las liquidaciones anuales de personas desde 5.110 en 2020 a 2.305 en 2022; así como de liquidaciones de empresas desde 1.824 en 2020 a 1.037 en 2022″.
Por otro lado, las empresas declaradas en liquidación subieron 11% entre enero y noviembre, versus el mismo lapso del año anterior. Durante los primeros 11 meses de 2023 hubo 1.053 empresas que pidieron su quiebra, mientras que entre enero y noviembre de 2022 fueron 945 compañías las que iniciaron un procedimiento de liquidación.
Pulso consultó a dos abogados expertos en reorganizaciones de empresas, por qué siguen aumentando las liquidaciones.
Cristián Palacios, director de Aninat Abogados, sostuvo que “el fuerte incremento que han presentado las renegociaciones de personas deudoras se explica por tres puntos vitales: desempleo, deudas en UF, e inflación. El despido y la dificultad para encontrar un nuevo trabajo, hacen que las personas se vean dificultadas de asumir el pago de sus deudas. Por otra parte, el incremento sostenido de los precios disminuye el poder adquisitivo y también eleva el monto de las deudas, generando una mochila cada vez más difícil de cargar”.
Por su parte, Rodrigo Andreucci, socio de Andreucci & Torrejón, se refirió a las quiebras de las empresas de construcción, las que a su juicio han aumentado por dos razones. Primero, porque ha habido una demora en exceso en pagar los avances de las obras, lo que ha producido un descalce financiero. Y la segunda razón, dijo, es que hasta marzo del año pasado el Minvu se negaba a aumentar el valor de compra de las viviendas sociales, que tienen subsidio. “Es decir, las viviendas sociales habían encarecido su construcción en más de 40% por el incremento de los precios en materiales y mano de obra, pero el precio no se podía elevar”, afirmó.