Masisa informó culminó su proceso de reestructuración financiera mediante un rescate voluntario de bonos.
De este modo "pasó de una deuda financiera al 30 de junio de US$483 millones a una deuda financiera de aproximadamente US$170 millones, lo cual le permitirá reducir su carga financiera en los próximos años y concentrar sus esfuerzos en su estrategia comercial y en maximizar su rentabilidad”, según detalló la compañía en un hecho esencial enviado a la Comisión Para el Mercado Financiero (CMF).
En específico indicó que el 29 de septiembre de 2020, rescató los Bonos Serie L y los Bonos Serie N cuyos tenedores aceptaron válidamente la correspondiente opción de rescate voluntario.
La opción de rescate parcial por hasta el 50% de los Bonos Serie L fue ejercida por el 100% de los tenedores de bonos, mientras que para la totalidad de los Bonos Serie N, el 99,75% de los tenedores de bonos concurrieron al rescate voluntario.
Impacto en resultados
El monto total pagado por la operación fue de aproximadamente US$122 millones, cuyo efecto se verá reflejado en los estados financieros de la sociedad al 30 de septiembre de 2020, destalló.
Asimismo señaló que los fondos utilizados para concretar dicha opción de rescate voluntario fueron obtenidos con la venta de los activos forestales chilenos concretada el 26 de junio de 2020.