Con un semblante y ánimo muy diferentes a los del martes terminó el presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco, su exposición de este miércoles ante la comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados. En contraste con el ambiente hostil de los senadores el día previo, la instancia mostró una acogida mucho más favorable al acuerdo que la minera estatal alcanzó con SQM para la explotación conjunta del salar de Atacama a partir de 2025.
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El exministro, de hecho, agradeció palabras como las del diputado PS Nelson Venegas, quien junto al UDI Marcos Sulantay, el FRSV Jaime Mulet, el republicano Christian Matheson y la frenteamplista Marcela Riquelme, quienes mostraron, con diversos matices, su respaldo al acuerdo.
“Le agradezco al diputado Venegas que nos tire el ánimo para arriba, si en este país no podemos vivir permanentemente de que todo está malo”, dijo Pacheco. Antes, el legislador planteó que el convenio “es una buena noticia”; Sulantay destacó que las negociaciones “han sido la forma de trabajo cómo se ha desarrollado el país los últimos 30 años”, Mulet recordó que una eventual licitación tenía un riesgo de ser objetado por comunidades indígenas; Matheson planteó que “la forma trabajar es justamente esta sociedad entre lo público privado”; y Riquelme llamó a “actuar como Estado, sacarnos la camiseta política y pensar en el bienestar de los que vienen después”.
De todos modos, hubo fuertes reparos de otros parlamentarios, como el independiente pro PPD, Cristián Tapia, y el UDI Álvaro Cárter.
En la ocasión, además de Pacheco, también estuvo la ministra de Minería, Aurora Williams. Ambos enfatizaron en los aspectos que condujeron a negociar con SQM. La secretaria de Estado explicó que se trataba de un “hito que es relevante en la estrategia nacional del litio, pues asegura producción en el salar de Atacama hasta el año 2060, al mismo tiempo que garantiza la participación del Estado en la operación más importante de esta cuenca a partir ya del año 2025″. Agregó que la opción de licitar y provocar la salida de SQM del salar significaba producir “una brecha productiva”, que, según dijo “nos puede significar cuatro o cinco años de no producción de litio y eso naturalmente tiene un peso cualitativo”.
Pacheco ahondó en los detalles que fueron marcando la negociación. Según explicó, además del complejo industrial, la experiencia, los trabajadores y las redes comerciales, SQM podía usar a su favor la amenaza de caer en un valle productivo, ya que de quedar sin extensión del contrato, ellos podían dejar de bombear salmueras ya en 2028, dos años antes del término formal del contrato.
“Nosotros teníamos súper, súper claro que el valle productivo significaba que no iba a haber generación de beneficios ni para las comunidades ni para el Estado (…) Eso era al menos 5 años y esto fue una cuestión muy importante en la negociación”, narró Pacheco.
En esa línea, explicó que Codelco llegó a negociar con “otra arma fantástica”, como fue el contrato otorgado por Corfo a Minera Tarar, filial de Codelco, para la operación de litio en el salar a partir de 2031. “Esa es la tensión de la negociación, una negociación que fue muy difícil, muy compleja”, remarcó el presidente de la estatal.
Si bien reconoció que sí había otras posibilidades, enfatizó que Codelco requería obtener de la mesa las cosas que acordó con SQM. Y agregó que, todo, tenía un “sentido de urgencia” por la necesidad de aumentar la producción de litio en el país.
Así, recordó las voces escépticas que dudaron de la capacidad de lograr el acuerdo antes que acabara 2023, apuntando que “nosotros sabíamos que era importante (cerrarlo antes) el fin de año, porque tenemos demasiadas cosas que hacer durante el 2024, para poder partir el año 2025″.
“Vamos ahí partir haciendo los estudios de impacto ambiental, sometiendo a tramitación ambiental las nuevas tecnologías que necesitamos para estos procesos; entonces la verdad creo que como Estado tenemos que sentirnos orgullos que hayamos hecho galopar al Estado, si lo escuchamos todos los días, que el Estado es lento, que no resuelve, que no corta el queque, que nadie toma decisiones, y aquí dimos el ejemplo de todo lo contrario. Yo me siento muy orgulloso como presidente de Codelco de haber sacado este mandato en ocho meses”, agregó.
Entre otros puntos pendientes que Pacheco destacó está la realización de la consulta indígena; finalizar el due dilligence de los activos y pasivos de las empresas; definir el pacto de accionistas y los estatutos de la sociedad, además de firmar el acuerdo definitivo, y someterlo a la Fiscalía Nacional Económica “y eventualmente a organismos internacionales de libre competencia”, entre otros.
Comunidades indígenas
Máximo Pacheco también abordó la molestia que despertó el anuncio en las comunidades indígenas. De hecho, aludió a la acción adoptada por algunos miembros del Consejo de Pueblos Atacameños, quienes desde la tarde del martes mantienen bloqueado el acceso al salar de Atacama.
Al respecto, dijo: “Sabemos que la comunicación del memorándum de entendimiento generó malestar en las comunidades y reconocemos a la vez que la forma de comunicar afectó el inicio del diálogo y que no logró representar adecuadamente el espíritu del acuerdo alcanzado”.
También explicó la imposibilidad de contar previamente los detalles a los dirigentes de las comunidades indígenas, explicando que ello habría generado riesgos de proporcionar información privilegiada a otros actores. De hecho, afirmó que la Comisión para el Mercado Financiero ofició a Codelco requiriendo la nómina de las personas que participaron de la negociación “para saber si saber alguno de ellos compró o vendió acciones”.
“Esa es la realidad de los mercados. Una negociación de estas características donde hay mercados financieros involucrados, no se puede hacer con que yo le informo a todos los presidentes de los pueblos atacameños qué estábamos pensando hacer, porque ellos pasan a ser, como se llama en los mercados financieros, gente con información privilegiada y eso está penado por la ley”, remarcó.
Con todo, afirmó: “Mi mayor medida de éxito de esto es que esto lo hagamos de la mano con los pueblos atacameños, porque si no, no funciona”.