Importantes novedades se conocieron este martes respecto al futuro proyecto de cobre y oro El Espino. La iniciativa impulsada por Pucobre -minera ligada a las familias de los empresarios Juan Hurtado Vicuña y Eduardo Fernández León-, junto al fondo de inversión norteamericano Resource Capital Fund (RCF), informó que logró completar el proceso de financiamiento para el proyecto minero emplazado en la comuna de Illapel, Región de Coquimbo.
La minera suscribió un crédito sindicado con bancos comerciales de Estados Unidos, consiguiendo así los recursos que restaban para concluir la construcción del proyecto, con el que esperan producir 26 mil toneladas de cobre y 13 mil onzas de oro en promedio anuales, durante 16 años.
Se trata de un préstamo por US$375 millones, monto que será destinado a financiar los costos de construcción del proyecto, según dijo Sebastián Ríos, gerente general de Pucobre, en un hecho esencial enviado a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
El proyecto El Espino consiste en la producción de concentrado de cobre con contenido de oro y cátodos de cobre de alta pureza, como resultado de la explotación a rajo abierto del yacimiento El Espino, ubicado en el sector de la cuesta del mismo nombre, a aproximadamente 35 km al norte de Illapel.
Calificado como mediana minería, El Espino contemplaba inicialmente una inversión estimada total de US$700 millones. Sin embargo, en la carta de la memoria 2022,el presidente de Pucobre, Juan Hurtado Vicuña, cifró la inversión necesaria en un monto cercano a los US$490 millones. Con todo, en abril de 2023, la firma constituyó la sociedad El Espino SpA, vehículo al cual Pucobre aportó activos mineros y fondos equivalentes a US$290 millones, mientras que el fondo de inversiones mineras RCF se comprometió a aportar otros US$90 millones, sujetos a la obtención de los permisos críticos para el proyecto, y la obtención del financiamiento restante, que en esa fecha se estimaba en una cifra de entre US$300 millones y US$400 millones.
Dicho acuerdo otorgaba una participación de 76,32% a Pucobre en El Espino, y 23,68% para RCF.
Con el crédito sindicado informado este martes, se obtuvo el saldo necesario para iniciar la construcción del proyecto. Mediante un comunicado de prensa, la firma detalló que El Espino “ya cuenta con un 35% de avance en su construcción y actualmente trabajan en el 710 personas en total, de las cuales el 66% provienen mayoritariamente de las comunas de Illapel y Canela, en la región de Coquimbo, con un 34% de participación femenina”.
Además, destacaron que gran parte de la construcción se ha llevado a cabo con empresas y contratistas locales, cumpliendo el estándar y los plazos estimados.
“Este es un paso importante para el proyecto el Espino, el cual avanza a muy buen ritmo, con significativa participación de mano de obra y empresas locales. Lograr un financiamiento internacional fue posible gracias a un alto estándar medioambiental y social del proyecto”, comentó el gerente general de Pucobre, Sebastián Ríos.
En relación con el financiamiento, Pucobre detalló en el documento enviado al regulador del mercado de capitales nacional que “constituyó, en favor de los bancos acreedores del financiamiento, prenda sobre la totalidad de las acciones de que es dueña en El Espino SpA y se obligó a efectuar préstamos a dicha filial por hasta US$141.120.000″ en caso que el proyecto incurra en sobrecostos durante la construcción del proyecto.
El Espino cuenta con su Resolución de Calificación Ambiental (RCA) aprobada desde enero de 2016, y de acuerdo con la documentación enviada al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), el cronograma del proyecto considera un período de dos años para su contrucción, 16 años para la fase de operación, y dos años para el cierre del proyecto. Se estima que el proyecto entrará en operaciones el 2027.
La iniciativa considera agua de mar para su abastecimiento de agua industrial y potable, la que será captada desde el sector costero al norte de Puerto Oscuro, e impulsada hasta el área del proyecto a través de un acueducto de aproximadamente 64 km.
Durante su construcción se requerirá una mano de obra que alcanzará en promedio los 2.000 trabajadores, alcanzando un punto máximo de 2.900 trabajadores. En tanto, durante su operación, se requerirá de 700 puestos de trabajo. La superficie construida del proyecto abarcaría 1.320 hectáreas.