El Ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, junto con el Subsecretario de la cartera, Alejandro Weber, la Directora de Presupuestos, Cristina Torres, y el equipo de la Oficina de Finanzas Verdes, hizo un balance de los principales hitos del Ministerio en materia de medidas financieras para combatir el cambio climático. Además actualizaron la estrategia financiera para hacer frente a este fenómeno.
“Chile contribuye con un porcentaje marginal a la emisión global de gases de efecto invernadero, pero posee un alto nivel de vulnerabilidad a los impactos del cambio climático. Actualmente existen evidencias científicas que vinculan al menos un 25% de la sequía que ha experimentado el país desde el año 2009, la más extensa temporal y espacialmente registrada, con el cambio climático antropogénico”, dijo el ministro en un comunicado.
El subsecretario por su parte, destacó los avances en institucionalidad de este último año, en particular la creación de la Oficina de Finanzas Verdes.
En cuánto a la estrategia financiera frente al cambio climático, esta se enmarca en los esfuerzos internacionales para frenar el calentamiento global en el contexto del compromiso a nivel mundial adquirido en el Acuerdo de París en 2015, de limitar el incremento de la temperatura promedio global por debajo de los 2°C y a realizar esfuerzos para que el aumento no sobrepase los 1,5°C respecto de la era pre industrial. En el marco de este Acuerdo, cada miembro asumió diversos compromisos para hacer frente al cambio climático, los que han sido plasmados en la Contribución Nacional Determinada (NDC) de cada país. Para el caso de Chile, en la primera versión de nuestra NDC (2015) se fijaron metas para el período 2020 - 2030 en base a cinco pilares: mitigación, adaptación, construcción y fortalecimiento de capacidades, desarrollo y transferencia de tecnologías, y financiamiento.
Respecto a este último pilar, se comprometió a elaborar una EFCC que incorpore un análisis periódico del gasto público en cambio climático, la creación de una institucionalidad que permita coordinar la relación de Chile con el Fondo Verde del Clima y el diseño de instrumentos financieros que pudiesen ser utilizados para fines como la adaptación y transferencias tecnológicas.
Bajo dicho contexto, se comenzó la elaboración de la Primera EFCC en noviembre de 2018, la cual fue publicada oficialmente en la COP25. Entendiendo el rol fundamental que tiene el financiamiento para abordar los objetivos del Acuerdo de Paris, la EFCC publicada en 2019 propone como objetivo principal alinear las acciones para acelerar el flujo de recursos hacia una economía resiliente y baja en carbono, definiendo un marco de acción por medio de tres ejes de trabajo: Generación de información, datos y análisis bajo un marco institucional coherente, promoción de instrumentos económicos y financieros verdes y desarrollo de mercados, y fortalecimiento de las Finanzas Verdes en el sector financiero.
El ministerio detalló además que “frente a la actualización de la NDC en 2020, la cual busca alinear los compromisos climáticos internacionales con las directrices nacionales de manera más ambiciosa que su versión pasada, se hace necesario una actualización de la EFCC publicada en 2019. Esta NDC actualizada, que plantea con mayor énfasis los temas de transparencia, claridad y seguimiento, menciona explícitamente que la EFCC debe ser actualizada cada 5 años (acorde a la actualización de la NDC), con una primera revisión el año 2021″.
Y agregó que “bajo este contexto, el documento de actualización reporta el ejercicio de revisión desde la primera publicación el 2019 hasta a enero de 2022. Conservando el objetivo principal de la versión pasada, pero actualizándose al contexto actual, tanto a nivel nacional como internacional, este nuevo documento replantea y fortalece sus tres ejes. Asimismo, el documento recopila de manera detallada el estado de avance de las metas comprometidas en la primera EFCC, en donde se integra el trabajo de todas las carteras del Estado que han contribuido a la acción climática. Finalmente, en base a estos tres ejes fortalecidos y en sincronía con los avances materializados, se propone un nuevo marco de acción que permita seguir conduciendo y alineando los flujos financieros hacia la acción climática. Estos nuevos tres ejes trabajan de forma colaborativa para lograr una transición efectiva hacia un crecimiento económico más limpio y resiliente”.
Por último, señaló que “la implementación de este marco de acción presenta una gran oportunidad para Chile, aumentando la competitividad del sistema financiero chileno y capitalizando la oportunidad de posicionar a Chile a la vanguardia de las finanzas verdes a nivel regional”.