En su última reunión de política monetaria, el Banco Central decidió subir la tasa de interés (TPM) en 125 puntos base, para situarla en 4%, su nivel más alto desde 2014. Ello en medio de las presiones inflacionarias que han afectado a la economía chilena este año.
A diferencia de las últimas dos sesiones del consejo, esta vez el alza de la TPM sí estuvo dentro de las expectativas de los analistas, aunque la entidad dirigida por Mario Marcel consideró otras dos posibilidades.
Así se desprende de las minutas de la reunión del pasado 14 de diciembre, las cuales revelaron que, además de un alza de 125 puntos base, el consejo analizó la opción de un salto de 100 puntos base y también de 150 puntos base.
De acuerdo al documento, los consejeros consideraron que un alza de esta magnitud ayudaba a marcar un paso más decidido para llegar a los niveles de tasa que esperaba alcanzar en los próximos meses, lo que podía ayudar a prevenir los impactos que la elevada inflación estaba teniendo en las expectativas.
“Todos los consejeros coincidieron en que el principal riesgo de esta opción era volver a sorprender al mercado, en circunstancias que las últimas dos decisiones ya habían sido sorpresivas”, dijo el emisor.
Sobre esto, siguen las minutas, un consejero agregó que, si bien un alza de esta magnitud sorprendería a parte del mercado, “ello podría explicarse porque aún quedaba un largo camino por recorrer, se partía de una situación en que la economía estaba creciendo muy por sobre su capacidad, los niveles de tasas nominales eran significativamente menores que la inflación esperada para los próximos trimestres, y las expectativas de inflación estaban por encima de la meta”.
Respecto a un alza de 100 puntos base, los consejeros coincidieron en que era la opción que ofrecía menores ventajas y que se corrían al menos dos riesgos. Primero, requerir acelerar las alzas en Reuniones venideras, generando algún grado de confusión. Segundo, inducir a que se pensara que el Banco tenía un excesivo relajo respecto del cumplimiento de la meta de inflación.
Finamente, el consejo estimó que un alza de 125 puntos era la alternativa que mejor reflejaba el contenido del último Informe de Política Monetaria (IPoM) y el juicio del Consejo.
“En particular, ubicaría la TPM algo por encima de la mediana de las expectativas, pero dentro del corredor de tasa, lo que le daría plena credibilidad al diagnóstico y proyecciones del IPoM y, al mismo tiempo, reafirmaría la decisión del Consejo de dar los pasos necesarios para asegurar el cumplimiento de la meta de inflación”, sostuvo el documento.
La decisión de llevar la tasa a 4% fue unánime.