La pandemia trajo consigo una serie de consecuencias para la vida de las personas. En el país se perdió una gran cantidad de empleos en la época de mayor crisis. En ese contexto, las mujeres han sido las más afectadas en lo laboral, económico y emocional. Así lo reveló la encuesta panel de consumidor de marzo, realizada por la Cámara de Comercio de Santiago (CCS).
Por un lado, el sondeo mostró que los niveles percibidos de felicidad alcanzaron un 62% en hombres y un 54% en mujeres. Estas, además, se sienten más estresadas (52% frente a 39%), tristes (37% frente a 13%) y perciben mayores niveles de incertidumbre (50% frente a 38%) que sus pares.
Ante este escenario, la presidenta de la CCS, María Teresa Vial, indicó que “son varios los factores estructurales que lamentablemente se agravan en escenarios de crisis, los que parecen explicar estos alarmantes resultados. Entre ellos, por ejemplo, las brechas de género ocupacional, salarial y de oportunidades que aún subsisten en nuestra sociedad, así como las rigideces que impiden conciliar el mundo laboral con el familiar y la falta de flexibilidad del mercado del trabajo, entre otros”.
En el momento más crítico de la pandemia, se perdieron cerca de un millón de empleos femeninos en el país. Más de un 20% de las mujeres se vieron obligadas a salir del mercado laboral, por diversos factores, lo que llevó a un retroceso de una década en esta materia. Pese a que el mercado laboral se ha ido recuperando, la situación para las mujeres sigue siendo negativa. Si bien se han recuperado plazas laborales, aún hay un rezago con respecto a las cifras previas a la crisis.
La encuesta de la CCS reveló que un 40% de las mujeres está fuera del mercado laboral, muy por sobre el 24% que indicaron los hombres.
Esto ha llevado a que la situación financiera de las mujeres se haya visto más perjudicada que la de los hombres. Un 47% de las mujeres dijo que su nivel de endeudamiento aumentó con la pandemia, y están 11 puntos porcentuales por encima que los hombres en este ítem.
Por otro lado, el 60% de las mujeres sostuvo que debió dejar de pagar un compromiso financiero, mientras que en el caso de los hombres fue de un 50%. En cuanto al ahorro, un 62% de las mujeres declaró haber tenido que empezar a utilizarlos en el grupo familiar. La cifra se ubicó 18 puntos porcentuales por encima de lo que señalaron los hombres. Un 20% de las mujeres agotó sus ahorros producto de la crisis, frente a un 7% de los hombres.
Hay otros factores que explican la diferencia entre hombres y mujeres en estos temas, según detalló la encuesta. Alguno de ellos son la inequidad de género en los cuidados de la familia y el hogar, mayores barreras a la realización personal y mayor conciencia respecto de estas desigualdades, lo que incrementa la sensación de frustración.
Ha habido un aumento en los sentimientos positivos, con respecto a los negativos, en parte, por la disminución de casos de Covid-19, y una mayor movilidad de las personas. Sin embargo, ha crecido la incertidumbre, debido a una creciente inflación que impacta el bolsillo de los consumidores, y la desaceleración económica, según el estudio.