Este jueves 18 de enero fue el último día del consejero Pablo García en el Banco Central. A las 13 horas abandonó el edificio del ente rector, y sin hacer declaraciones a la prensa puso fin a una larga trayectoria en el organismo. A partir del 23 de este mes, será parte a tiempo completo de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez.
Tras salir por la puerta principal del Banco Central, y luego de participar en una ceremonia interna, García finalizó su periodo en el consejo, cargo que había asumido en enero de 2014 en reemplazo de Manuel Marfán. El puesto ahora será ocupado por el economista Claudio Soto, quien obtuvo el visto bueno del Senado esta semana.
“Desde el 23 de enero seré profesor a tiempo completo de la universidad Adolfo Ibáñez. Estaré en la Escuela de Negocios”, dijo García en radio Duna a mediados de noviembre, despejando las interrogantes sobre su futuro laboral.
Gran parte de su vida laboral la ha llevado a cabo en el Banco Central. Ingresó en 1999. Al año siguiente fue nombrado gerente de Análisis Macroeconómico (2000-2006) y luego de Estabilidad Financiera (abril-julio 2006). Lideró las divisiones de Política Financiera y de Estudios. Estuvo fuera por tres años, para ser parte del Fondo Monetaria Internacional (FMI) en EEUU. Regresó en 2014 como consejero, tras ser nombrado en el primer gobierno de Sebastián Piñera. En febrero de 2022 pasó a ser vicepresidente de la entidad.
García es ingeniero comercial y magister en ciencias económicas de la Universidad Católica. Es también doctor en economía del Massachusetts Institute of Technology (MIT).
Postura de García
Sobre las últimas decisiones de la Política Monetaria, García confesó haber sido minoría en más de alguna votación en el consejo del Banco Central. Lo anterior se hizo notar a lo largo de su periodo, debido a que en varias ocasiones discrepó del voto de la mayoría.
En más de una ocasión se autodefinió como un “activista monetario”, esto por su visión respecto al uso de la tasa de interés y cómo esta afecta a la economía. “no es verdad que la tasa no se tiene que mover, porque el efecto es pequeño. Si es así, tienes que moverla más”, comentó para una entrevista en La Tercera en 2016.
Su participación en la entrevista de nuestro medio marcó un precedente en cómo los consejeros asumían su rol públicamente, y en la forma en cómo entregaban sus comentarios respecto a los informes del Banco Central.