Pablo Vidal Rojas (41) preside la Asociación Nacional de Televisión (Anatel) desde mayo del 2022. El exdiputado sucedió a un emblemático del mundo audiovisual, Ernesto Corona, quien dirigió la agrupación de canales de televisión abierta desde 2011.
Vidal ha centrado su gestión en relevar a los medios de comunicación como fundamentales para el mejor desempeño de la democracia y el combate a los discursos de odio y noticias falsas. Ahora plantea otro frente: reivindicar y defender los contenidos propios de los medios, incluso enfrentándose a gigantes de internet, como ya lo han hecho en Chile Copesa (empresa que edita La Tercera), Cooperativa y El Mostrador.
Tras la pandemia, cuando hubo un alza en el encendido de televisores, ¿cómo se ha comportado la industria? Todos los canales de televisión abierta muestran pérdidas, salvo Mega.
-Sí, han sido años complejos, pero no sólo para la televisión, sino que para los medios de comunicación en todo el mundo. Si miramos los últimos 20 años, hace dos décadas, la televisión representaba el 50% de la torta publicitaria en Chile y hoy está por debajo del 25%. Y la publicidad en medios digitales hace 20 años era sólo un 1% y hoy supera el 50%. Hay varias explicaciones: una con las preferencias de las audiencias; otra, con un cambio tecnológico natural, pues muchas personas prefieren ver una película en el horario que quieren, en una plataforma de streaming, a verla con comerciales en el horario que un canal define. Pero hay otro fenómeno que tiene que ver con cómo las empresas avisadoras han ido decidiendo dónde invertir su publicidad en función de sus objetivos comerciales. Y ahí se han generado algunos desajustes. Por ejemplo, el encendido de televisores puede haber disminuido en los últimos años, pero hoy hay mucha gente que ve TV a través de otros dispositivos: teléfono, tablet, computador, por lo tanto, ha habido un cambio en el hábito en cómo se consume la televisión tradicional.
La industria se supone que ahora va a poder medir eso, ¿no?
Efectivamente, porque este año hay un cambio en el sistema de medición de audiencia. Desde hace 30 años que tenemos un sistema de medición de audiencia representativa del país, pero superacotada. Es una muestra de unos 600 casos, que se mide en sólo cinco ciudades del país. Si bien es estadísticamente representativa, no necesariamente muestra la realidad, porque los dispositivos están conectados a televisores, solamente. El nuevo mecanismo, que ya está en proceso de marcha blanca y va a empezar a operar formalmente en abril, va a presentar el resultado de todas las regiones del país con una muestra mucho más grande (...) Va a medir no sólo el consumo de televisores, sino también en otros dispositivos, porque va a estar conectado al router, por lo tanto, tendrá además el consumo de contenido audiovisual a través de internet.
¿En qué podría ayudar esta nueva medición a la industria?
-No es que la muestra nos va a permitir medir nuevas cosas, sino que nos va a mostrar la verdad de lo que ha venido pasando en los últimos años. Es un hecho que vamos a ver un aumento en la cantidad de decenas o cientos de miles de personas que por minuto están consumiendo los contenidos de la televisión.
Los canales tienen muchas expectativas respecto a este cambio, pero, ¿qué pasa si sólo replica lo que vemos hoy, que este canal es más visto y este menos?
-Es que sería un error comparar el rating nuevo con el antiguo. Lo que tenemos que comparar es cuál es el desempeño en términos de alcance de la TV respecto de los otros actores que hoy compiten por el interés ciudadano, como las plataformas digitales. El rating antiguo no nos permite comparar un punto de rating con lo que significa una publicidad puesta en Google Ads o en un servidor de Meta, porque ellos sí tienen la capacidad de saber cuántas personas y de qué características están consumiendo cada publicidad que se sirve en sus plataformas. La gracia del nuevo mecanismo es que permitirá tener métricas similares. Por lo tanto, vamos a poder comparar peras con peras. Hoy día estábamos comparando peras con manzanas.
Contra plataformas digitales
Usted ha hablado de las plataformas digitales y cómo se comporta la publicidad. Hay empresas de medios, como Copesa, que han, incluso, presentado demandas por el uso de contenidos propios que las plataformas digitales utilizan y de la gestión publicitaria que realizan. ¿Los canales de TV han analizado esto?
-Nosotros creemos que este es un hecho muy grave, que merece ser analizado, porque el impacto que tiene es gigantesco y te voy a dar algunos datos. Cuando buscas en Google, ¿cuáles son las empresas que más dinero ganan por publicidad en el mundo? La respuesta que te da la IA generativa de Google es Google y Amazon, y describe a Google como la mayor empresa de medios del mundo, con ingresos publicitarios por US$224.500 millones. En esta sola búsqueda en Google, Google es una de las dos empresas que más dinero recibe por publicidad en el mundo por ser una de las mayores empresas de medios del mundo, cuando Google ha defendido siempre que ellos no son un medio de comunicación, que no hacen selección editorial de la información que se difunde en sus plataformas, más bien son los ciudadanos los que libremente suben el contenido.
¿Cómo opera esta situación?
-Si pones en el buscador de Google cualquier tema de interés noticioso, las referencias que vas a ver son de medios de comunicación como La Tercera o canales de televisión, que trabajan con periodistas y editores construyendo la noticia para poder informar a la gente. Pero finalmente es Google el que termina ganando dinero con esa creación de contenidos. Pero Google no es sólo un buscador: Google y su matriz Alphabet es una empresa que tiene múltiples negocios y uno es Google Ads, que es un servidor de publicidad que se sirve en páginas web. Cuando la gente abre un sitio web y le aparece una publicidad, Google hace que aparezca esa publicidad. Pero el problema no es ese, pues es un servicio que le presta a los sitios web de los medios. El problema es que Google tiene una posición prácticamente monopólica, tanto en el mercado de búsqueda como en el de publicidad digital. Y eso genera una distorsión supergrande, porque está acabando con la viabilidad financiera de una gran cantidad de medios de comunicación en todo el mundo. Por lo tanto, nosotros estamos analizando esta situación desde hace tiempo, estudiando el impacto que tiene en los canales, y estamos evaluando la posibilidad de también avanzar en acciones legales.
¿Acciones legales como gremio o cada canal por separado?
-Es una iniciativa individual que pueda tomar cada canal. La reflexión que estamos acompañando es del efecto en la industria. Pero también lo observamos desde el interés nacional, pues el debilitamiento de los medios de comunicación es, al final, un debilitamiento de la libertad de expresión. ¡Imagínate un mundo sin medios! Es un mundo sin libertad de expresión, y un mundo sin libertad de expresión es un mundo sin democracia. Que Chile tenga medios de comunicación fuertes, libres, lo más diversos posibles, es una garantía para el fortalecimiento de la democracia.
En su respuesta a la demanda de Copesa en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, Google plantea que es una plataforma que ayuda a la difusión de sus contenidos y que no ejerce un abuso de posición dominante.
-Sólo te voy a dar un ejemplo: si un influencer o un medio digital quiere subir un video a YouTube, plataforma que le pertenece a Google, y este tiene tantas visualizaciones que Google sirve publicidad en ese video y eventualmente le tiene que pagar, ¿tú crees que Google negocia el precio a pagar con la persona o el medio que sube los videos, o lo fija unilateralmente? Lo fijan ellos arbitrariamente y sus términos de referencia los modifican cuando quieren.
¿La acción judicial sería también por abuso de posición dominante?
-No voy a adelantar las acciones, porque las estamos estudiando.
¿Existen plazos?
-No nos vamos a poner un plazo. En función del resultado de los análisis, se van a tomar decisiones, pero es algo que venimos trabajando desde hace tiempo.
¿Desde hace cuánto tiempo?
-Hace un par de años, porque además lo estamos conversando a nivel internacional. Anatel, al igual que Archi, somos miembros de la Asociación Internacional de Radiodifusión (AIR), y ahí también se está discutiendo este asunto desde el 2022 al menos.
Al menos hay un canal, Chilevisión, que no tiene dueños chilenos: pertenece a Paramount, estadounidense igual que Google. ¿Ellos están en el mismo estudio o tienen una posición distinta?
-El análisis lo estamos haciendo con todos los canales de Anatel.