No han sido años fáciles para Transbank. Pero en 2022 hubo un momento de particular inquietud para la red de adquirencia. El 8 de agosto la Corte Suprema rechazó el sistema tarifario que Transbank había implementado desde abril de 2020, y todo se intensificó luego de que la Fiscalía Nacional Económica (FNE) le enviara el 22 de septiembre pasado un oficio donde le instruía fijar una comisión del 0,4%, de manera inmediata y de forma retroactiva. Ese, según confiesa ahora el gerente general de la compañía, Patricio Santelices, fue “sin duda” el momento de mayor preocupación desde que asumió la administración de la red de adquirencia a fines de 2019. Eso sí, al cierre de septiembre cambió el escenario para la empresa, ya que luego de sostener conversaciones con varias autoridades, la inmediatez para aplicar dicho cobro ya no era tal. De todas maneras, el 5 de octubre la FNE presentó ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) una solicitud de cumplimiento forzoso de la sentencia, esgrimiendo lo mismo que dispuso en el oficio de la discordia.
Han pasado cuatro años desde que Santander caducó su contrato con Transbank, y llevan incluso más años con la FNE y el TDLC incidiendo sobre sus tarifas. ¿Cómo y cuándo estiman que esta situación se supere y puedan definir un modelo de negocios?
-Somos los primeros interesados en que ojalá todos estos temas regulatorios que hoy día están abiertos puedan ser resueltos, no solo por Transbank. Nosotros y la industria todavía tenemos un montón de incertezas regulatorias que no están acompañando los cambios que en realidad necesita el sector, que es muy tecnológico. Ojalá podamos resolver cuanto antes estas indefiniciones regulatorias. Ahora, sobre el modelo de negocios, lo tenemos recontra definido, y hemos sido muy claros sobre cómo ir avanzando en este modelo. Nosotros sabemos cuál es nuestro modelo de remuneración, es decir, el margen adquirente sobre el cual siempre tendremos una estructura regulatoria, y también sabemos que ese modelo de tarifa será regulado por un buen tiempo. Y hemos hecho todo lo que hay que hacer y está a nuestro alcance para que este negocio pueda seguir avanzando. Todo lo que la Corte Suprema nos ha dicho, las autoridades en general, y por supuesto que también nos interesa que esto ojalá se resuelva de manera rápida, de forma que las autoridades también puedan regular competentemente. Estamos esperando eso, que la autoridad administrativa competente, como decía el fallo, sea definida y nosotros podamos seguir avanzando y tener más certezas.
La implementación del modelo de cuatro partes, la aparición de nuevos competidores y un externo que defina las tasas de intercambio, se suponía que iba a mejorar el sistema completo. Pero lo que se ve es que aún no hay un acuerdo entre distintas autoridades. ¿Cómo se soluciona?
-La verdad es que el modelo de cuatro partes hoy funciona casi por completo. De hecho, en los próximos días le vamos a comunicar a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) que ya estamos 100% interoperables, tal como fue pedido en su minuto por el TDLC. Entonces, nosotros ya estamos listos, tal como muchos de los que participan de este negocio. Efectivamente falta que las autoridades definan los últimos elementos para que este modelo rija en plenitud. La fijación de tasas de intercambio sin duda es un elemento superimportante y seguramente en las próximas semanas se podrán entregar las tasas definitivas con las que operaremos durante un buen tiempo.
¿Es relevante que se fijen rápido?
-Nos parece que es importante que el Comité para la Fijación de Límites a las Tasas de Intercambio publique rápidamente las tasas definitivas, de forma que se pueda avanzar y cerrar ya integralmente la total migración al modelo de cuatro partes. Confiamos, y eso es algo importante, que la Comisión, integrada por personas técnicas, definirá un sistema tarifario de tasas de intercambio que no comprometa la sostenibilidad ni de Transbank ni del sistema de pagos en general, de toda la industria.
¿La FNE comprometió la sostenibilidad de Transbank y de la industria este año?
-La postura que tuvo la fiscalía, y que ha vuelto a defender, de cobrar un 0,4% para el MDR (Merchant Discount Rate) completo, obviamente que puso de manera integral en riesgo a la industria, y sin preocuparse por el resto de los componentes... primero dijo que era exigible desde el 22 de agosto pasado, después dijo que solo era una recomendación y que era exigible solo una vez que se produjera la reducción sustancial de las tasas de intercambio. Ahora ha vuelto a exigir que sea retroactivo. En fin, ha tenido una serie de idas y vueltas que le han generado todavía más incertidumbre al mercado. Nosotros tenemos la voluntad de avanzar, no tenemos ningún problema, al contrario, estamos supermotivados con la competencia, queremos competir con nuestras capacidades, sobre las que nos hemos preparado durante años y que creo que están dando resultado, así que de alguna forma sería espectacular que pudiéramos parar con las discusiones en tribunales y poder avanzar de una vez en este modelo de cuatro partes.
A su juicio, ¿las decisiones de la fiscalía, del TDLC y de la Corte Suprema están afectando no solo a Transbank, sino que hay un riesgo para toda la industria y la cadena de pagos en su conjunto?
-Creo que las decisiones que se han tomado, o que se han tratado de imponer, ciertamente afectan a la industria completa, y no solo a nosotros. El caso particular que comentábamos de la fiscalía, y estas discusiones que hay entre la FNE y el TDLC, sin duda que tienen consecuencias, y pueden llegar a tener consecuencias particularmente graves para toda la industria, no solo para Transbank. En nuestro caso se lo hicimos saber en su momento a las autoridades, lo que significaban algunas de estas decisiones. La continuidad de la compañía estaba en riesgo. Era tanto, que habríamos tenido que desafiliar comercios. Tenemos más de 200.000 comercios, y la tasa del 0,4% que pretende la fiscalía realmente ni siquiera considera que hay un órgano creado por ley que está cargo de la definición de las tasas de intercambio. Es querer pasar por encima y barrer con esa historia. Realmente las distorsiones que iba a generar una medida como esa no solo iban a impactar a Transbank. Eso sin duda generó que el mercado como un todo estuviera en riesgo.
¿Por qué estuvo en riesgo la cadena de pagos producto de las tarifas que la FNE le impuso a Transbank en su momento?
-Si se hubiera implementado esta propuesta de MDR del 0,4%, sin que las tasas de intercambio bajaran consecuentemente, por cierto, que estaba en riesgo, porque las tasas de intercambio ya vienen descontadas del monto que recibe Transbank de las marcas internacionales para pagarles a los comercios. Lo anterior significa que, en cada transacción, tendríamos que nosotros sacar dinero, que no teníamos, para poder completar el pago a los comercios, porque los montos que recibiríamos por transacción serían menores a los montos que deberíamos pagar a cada comercio (...) Finalmente primó la responsabilidad, para evitar una insolvencia inminente para Transbank y, consecuentemente, para el sistema de pagos chileno.
¿Fue ese el momento más complejo para Transbank este año?
-Sin duda. De todas las cosas que hemos pasado en Transbank, al menos desde que yo estoy aquí, sin duda que ha sido el momento de mayor preocupación, no solo por Transbank, que es nuestra responsabilidad, pero como se lo hicimos ver a las autoridades, por el sistema de pagos chileno. Aquí sería gravísimo si por una decisión como ésta realmente se pusiera en riesgo la cadena de pagos; sería gravísimo por el impacto que tiene la detención de la cadena de pagos para el país, no solo para Transbank. Y también el impacto que esto tendría, por supuesto, en la imagen del país... En fin, a nosotros realmente nos preocupó mucho y sin duda que lo hicimos ver con mucha fuerza y claridad a todas las autoridades.
¿Por qué cree que la FNE tomó esa decisión: falta de experiencia en este mercado u otra cosa?
-No podría especular sobre las razones de la FNE para tomar una decisión así. Lo que sí sé con certeza es que el MDR que pretendió imponer la FNE, sin que primero se reduzcan sustancialmente las tasas de intercambio, contradice abiertamente la sentencia dictada por la Corte Suprema y desconoce el trabajo realizado por el Comité para la Fijación de las Tasas de Intercambio, en el cual la propia FNE ha designado un miembro.
¿Los reguladores (BC o CMF) les han deslizado la idea de dividir la empresa?
-No, la verdad es que no es algo que haya sido propuesto por los reguladores. Mi impresión es que tienen claro que quizá no es el camino a seguir. Aquí lo importante es que se regulen las condiciones para que este mercado funcione, que quede claro, tanto para Transbank como para todos los que participan en el negocio. Y eso se va a dar naturalmente. La competencia, incluso con todo lo que ha ocurrido, ya está muy presente, y seguramente seguirá todavía ganando más y más fuerza.
Hay varios actores, pero Transbank sigue siendo dominante. Entonces, ¿no es algo que se esté evaluando?
-Nosotros somos la administración y yo no tengo mucho que decir respecto de la propiedad de la compañía. Nuestra preocupación principal es trabajar con nuestros más de 200 mil clientes, estar todos los días del año disponibles. En diciembre batimos récord de transacciones, lo cual no lo habíamos visto incluso desde el año pasado en esta misma época. Eso muestra la importancia que han tenido cada vez más los pagos digitales. Ese es nuestro foco. Nuestro foco es que siga creciendo esta industria y liderando esta transformación. Creo que es evidente que algunos accionistas están interesados en vender la compañía. En la medida que estas condiciones regulatorias estén más claras, seguramente ellos tendrán muchas más posibilidades de poner a la venta su participación. Pero la verdad es que a este tipo de conversaciones yo no tengo acceso.
¿Si no es esa la solución, entonces cuál?
-En portugués se usa una expresión bien especial: estamos como en los “finalmentes”. Es una expresión rara, pero que expresa superbién que ya estamos en la última etapa de la regulación. Creo que las autoridades han ido entendiendo este negocio, a todos nos ha costado entender toda la complejidad que tiene, y lo importante ahora es cómo se termina de resolver la regulación de esta industria para que sea claro para todos. Creo que la venta será una consecuencia natural de, probablemente, tener reglas claras, de saber cuáles son los ingresos de este negocio. Entonces, no creo que vender la compañía sea la solución para que las incertidumbres del mercado se resuelvan.
¿Qué espera de 2023, podría ser que opere Transbank sin las limitaciones de ahora?
-La verdad, nosotros no aspiramos a operar sin limitaciones. Sabemos que durante un buen tiempo tendremos limitaciones por la posición dominante que tenemos. Entonces, la verdad es que aspiramos más bien a operar con reglas claras, con obligaciones que nos permitan ser sostenibles en el tiempo, con un ecosistema competitivo, con esta interoperabilidad. Estamos motivados y expectantes con que la competencia seguirá profundizándose. Sabemos que en una parte de nuestro negocio siempre tendremos imitación hasta perder nuestra posición dominante. Nos motiva mucho más el que uno ve que salen nuevas soluciones que compiten con las nuestras, y nosotros vamos detrás en búsqueda de otras soluciones para competir con ellas, y eso al final favorece a los comercios y a los consumidores.