Fueron $81.997 millones (US$101 millones) de pérdida neta por eventos de riesgo operacional lo que reportó la banca al cierre del año pasado, lo que implica un incremento de 88% año contra año, alcanzando su mayor nivel desde que hay registro.
Estas cifras que publica la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), representan el 3,2% de las ganancias que recibieron los propietarios de la industria en 2019.
¿Por qué aumentó tanto? Los daños a activos físicos que ocurrieron a fines del año pasado fueron uno de los principales factores que explicó este resultado, pues los gastos del período marcaron un aumento de 567% año contra año, hasta $15.713 millones al cierre de 2019.
El salto ocurrió justo en medio de la crisis social, ya que si en el noveno mes los gastos por daños a activos físicos eran $1.820 millones (menos que el año anterior), en octubre ya se habían duplicado (ese mes cerró en $2.641 millones), y para diciembre el monto era seis veces mayor.
BancoEstado lideró los gastos de este ítem ($6.946 millones). Sin ir más lejos, el mes pasado el presidente de la estatal, Arturo Tagle, hizo un balance de las sucursales dañadas tras el estallido social, momento en que sumaban 18. Allí también señaló que las pérdidas generadas productos de los actos vandálicos ascendían a $11.000 millones.
El segundo banco con más gastos por daños físicos fue Santander ($4.034 millones), y luego Banco de Chile ($1.977).
Los otros motivos
Fraude interno se adjudicó la segunda mayor alza después de los daños físicos, con un aumento de los gastos en 111% a $4.091 millones al cierre de 2019.
En este ítem también fue BancoEstado el que lideró los gastos, con $1.183 millones. Le siguió de cerca Santander, sumando $1.113 millones, y más lejos se ubicó Consorcio con $564 millones.
El tercer punto que más subió fueron los gastos en ejecución, entrega y gestión de procesos, con un alza de 74% año contra año, hasta los $19.743 millones en diciembre.
Luego se posicionó el incremento de 34% del gasto en fraude externo, que llegó hasta los $44.051 millones. Éste se refiere a pérdidas derivadas de algún tipo de actuación orientada a apropiarse de bienes indebidamente o soslayar la legislación por parte de un tercero, como por ejemplo, el costo que deben asumir los bancos por el fraude a tarjetas de sus clientes o eventuales ciberataques.
En fraude externo nuevamente lideró BancoEstado, con $16.791 millones, luego se ubicó Itaú -en la que participa como accionista la familia Saieh, controladores de Copesa, empresa que edita Pulso- con $8.697 millones, y más atrás se posicionaron Banco Falabella ($4.622 millones) y Bci ($4.336 millones).