La economía chilena empieza a salir de su periodo más oscuro por culpa del coronavirus, el cual generó una de las peores crisis económicas de las que se tenga recuerdo.
Y es cierto que en el tercer trimestre sufrió una caída durísima de 9,1% frente a igual periodo del año anterior, sin embargo, el retroceso que experimentó el Producto Interno Bruto (PIB) fue inferior a la contracción de 14,5% que registró en el periodo abril-junio (la peor desde la crisis del 82), cuya cifra fue revisada a la baja frente al 14,1% informado preliminarmente.
La cifra entregada por el Banco Central estuvo prácticamente en línea con las expectativas del mercado que pronosticaba un retroceso de 9,2%, según un sondeo de Bloomberg.
Por su parte, cifras ajustadas estacionalmente dieron cuenta de un incremento de 5,2% del PIB con respecto al trimestre anterior.
“Esta recuperación de la actividad económica está en línea con el levantamiento gradual de las medidas de control sanitario (cuarentenas o confinamientos), las medidas económicas de apoyo a los hogares y el retiro de una parte de los fondos previsionales”, señaló el Banco Central.
Lo anterior, precisó, incidió principalmente en el resultado del comercio, desde la perspectiva del origen, y en un mayor consumo por parte de los hogares, desde la perspectiva del gasto.
Sectores más afectados
Sin embargo, el instituto emisor señaló que igualmente el retroceso que tuvo la economía frente al tercer trimestre del año anterior, se debió a la emergencia sanitaria asociada al Covid-19, que continuó influyendo en la movilidad de las personas y el normal funcionamiento de establecimientos productivos.
En este contexto, indicó, las actividades más afectadas fueron servicios personales, construcción, transporte, restaurantes y hoteles y servicios empresariales.
Consumo e inversión
Desde la perspectiva del gasto, estos efectos se reflejaron, principalmente, en un menor consumo de los hogares e inversión, agregó.
En efecto, la demanda interna se redujo en 7,8%, con un descenso de 8,8% en el consumo de los hogares y de 3,7% en el del gobierno, aunque la caída fue menor a la de 20,3% del trimestre anterior.
Por su parte la inversión anotó un fuerte retroceso de 18,5%, el que también fue menor al 20,9% del segundo trimestre.