En medio de la denominada guerra tecnológica que libran China y EEUU, el presidente Sebastián Piñera dio el puntapié inicial de la licitación de la tecnología 5G en Chile, la cual aumenta en 10 veces la velocidad de conexión a Internet respecto a la actual 4G, y reduce notablemente la latencia, favoreciendo la interconexión entre dispositivos (internet de las cosas).

“Nos va a cambiar la vida”, dijo el mandatario en el anuncio desde el Palacio de La Moneda, agregando que se trata de un “salto cósmico, copernicano” en relación a la conectividad actual.

El despliegue de la futura red impulsará una inversión de entre US$2.650 millones y US$3.000 millones en infraestructura en los próximos cinco años y va a requerir duplicar la cantidad de antenas que el país tiene hoy desplegadas: desde las 30 mil existentes hasta 60 mil unidades radiantes en total.

El jefe de Estado dijo que estas conexiones se convertirán en “el sistema nervioso de nuestra sociedad”.

De acuerdo al gobierno, la nueva red permitirá la modernización del Estado, fomentará la telemedicina, el teletrabajo y el comercio electrónico, donde el proyecto de cable óptico submarino Asia-Pacífico se convertirá en una carretera digital de alta velocidad para el comercio entre ambas regiones.

Ante la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones del Senado, la subsecretaria de Telecomunicaciones, Pamela Gidi, había adelantado la semana pasada que la licitación se llevará a cabo mediante cuatro procesos de bandas separadas e independientes entre sí; 700 MHz, AWS, 3.5 GHz, y 26 GHz.

“En la historia de Chile se han licitado en espectro 470 MHz y nuestro plan de licitación de 5G va a entregar 1.800 MHz nuevos a concesionarios para que hagan las inversiones. Esperamos una explosión de desarrollo en el mercado de telecomunicaciones producto de esta nueva reinserción de espectro”, indicó la subsecretaria.