
“Portonazo corporativo”: Primus Capital detalla su recuperación tras el megafraude
En las cartas incluidas en la memoria, el presidente del directorio, Raimundo Valenzuela, y el vicepresidente ejecutivo, Eduardo Guerrero, se refieren al fraude detectado hace justo dos años. “Nuestra compañía va por buen camino”, aseguró Guerrero, aunque admitió que ese resultado lamentablemente fue más que contrarrestado por el reconocimiento de pérdidas. Valenzuela, en tanto, subrayó que 2024 fue un año de reorganización profunda y de fortalecimiento del gobierno corporativo.
La empresa de factoring Primus Capital cumple dos años desde el fraude que golpeó sus finanzas y su prestigio, un evento que sus dueños y ejecutivos principales se resisten a olvidar. En las cartas incluidas en la memoria 2024 de Primus, firmadas por el presidente del directorio, Raimundo Valenzuela, y el vicepresidente ejecutivo, Eduardo Guerrero, la compañía aborda el impacto del delito, los avances logrados desde entonces y los pasos que aún quedan por delante.
El caso marcó un antes y un después en la historia de la firma. Las pérdidas fueron significativas. La confianza de clientes, socios e instituciones quedó golpeada. La operación, tensionada. El equipo directivo cambió. Se removieron estructuras. Se levantaron controles nuevos. Y todo esto ocurrió en medio de un proceso judicial que aún no concluye. “Nuestra compañía va por buen camino”, escribió Guerrero, aunque matizó esa afirmación con un reconocimiento clave: “Resultado que lamentablemente fue más que contrarrestado por el reconocimiento de pérdidas y deterioros de partidas asociadas al fraude”.
Durante 2024, la empresa enfocó sus esfuerzos en sostener la operación y rediseñar su estructura interna. El énfasis estuvo en aumentar su eficiencia, simplificar procesos y atraer talento especializado. Según Guerrero, ese trabajo permitió mostrar señales concretas de recuperación operativa. “Se tradujo en el incremento de las colocaciones, mayores márgenes y mejores indicadores operativos”, explicó. La mejora, sin embargo, no alcanzó para neutralizar los efectos del fraude. La última línea de los estados financieros siguió reflejando los costos del daño provocado.
Raimundo Valenzuela planteó que 2024 fue un año de reorganización profunda. “Un ejercicio en el que, a pesar de las dificultades que hemos enfrentado, hemos logrado importantes avances en nuestra reorganización y preparación”, afirmó. El directorio tomó un rol más activo. Se reformularon las políticas internas. Se revisaron los procesos de supervisión. Y se reforzaron los estándares de control y cumplimiento. La apuesta fue clara: no repetir errores del pasado.

Investigación
El fraude fue descubierto en marzo de 2023. Una auditoría interna alertó sobre operaciones de factoring irregulares. Lo que parecía un error contable expuso un esquema completo de simulaciones, montado desde la alta dirección. El método incluía sociedades ficticias, documentos adulterados y transacciones inexistentes. ¿El resultado? El factoring quedó al borde de la quiebra y con un perjuicio total de US$100 millones.
Francisco Coeymans, exgerente general de la compañía, fue formalizado por la justicia chilena. Está acusado de estafa, falsificación y uso malicioso de instrumento privado mercantil, lavado de activos y asociación ilícita. Fue detenido en Perú y extraditado a Santiago. Hoy cumple prisión preventiva. La fiscalía lo considera el autor intelectual y operativo del fraude.
Ignacio Amenábar, exgerente comercial, también fue formalizado. Su defensa ha sostenido que no conocía el mecanismo, pero su rol en la autorización de operaciones claves sigue bajo investigación. Antonio Guzmán, abogado, aparece vinculado a cuentas receptoras de fondos transferidos desde Primus. Y Marcelo Rivadeneira, técnico en cocina, figura en la red de sociedades utilizadas para justificar operaciones simuladas y entrega de cheques falsos. Todos han sido imputados. El Ministerio Público continúa trazando las conexiones entre los nombres, las transacciones y los documentos que sustentaron el fraude.
Guerrero fue enfático en su mensaje institucional. “Los principales responsables ya se encuentran formalizados y cumpliendo las medidas cautelares más gravosas como la prisión preventiva y el arresto domiciliario total”, escribió. Y agregó: “Aún tenemos pendiente lograr la acusación y formulación de cargos en contra de varios de los involucrados en este verdadero ‘portonazo corporativo’”.

Reconstrucción
Mientras avanza el proceso judicial, la empresa ha centrado sus recursos en consolidar una nueva estructura. Parte de ese trabajo ha sido cambiar la cultura interna. Se renovaron equipos. Salieron personas ligadas a la etapa anterior. Ingresaron nuevos profesionales con experiencia en gestión de crisis, auditoría y compliance. Valenzuela sostuvo que el fortalecimiento de su estructura superior fue uno de los objetivos centrales. “Reforzar nuestras políticas internas, incluyendo en eso un fortalecimiento del gobierno corporativo que garantice una supervisión más rigurosa”, explicó.
“Quisiera reconocer y valorar la confianza y respaldo de nuestros socios, en las múltiples y difíciles decisiones que hemos debido tomar pensando en el mejor porvenir de Primus”, escribió Guerrero. El respaldo permitió financiar auditorías, asesorías legales, nuevos proyectos y sostener operaciones que habrían estado en riesgo sin apoyo.
La proyección para el año siguiente es cerrar el plan estratégico de recuperación. Consolidar operaciones en Chile y Perú. Recuperar reputación. Y pasar la página. “Confiamos en que los tribunales seguirán acercándonos a la obtención definitiva de justicia”, sostuvo Guerrero. La empresa quiere cerrar el caso no solo en lo contable, sino en lo institucional. Pero sin saltarse etapas. “El trabajo comprometido por la normalización de Primus nos permitirá dar por superada la crisis que nos afectó y fijarnos desafíos todavía más grandes para los próximos años”.
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