El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo este viernes que las secuelas de los recientes problemas del sector bancario quitan algo de presión al banco central estadounidense para subir las tasas.

El endurecimiento de las condiciones crediticias significa que “nuestra tasa de interés oficial puede que no tenga que subir tanto como lo habría hecho de otro modo para alcanzar nuestros objetivos”, dijo Powell en una conferencia del banco central en Washington.

Powell habló cuando se comienza a vislumbrar el final del ciclo de alzas de tasas de la Fed y los mercados y los funcionarios debaten si son necesarias más alzas para reducir la inflación.

En su reunión de mayo, la Reserva Federal subió las tasas por décima vez y llegaron a su mayor nivel en 16 años. En ese momento, el presidente del organismo dijo que no se esperan bajas de tasas en el corto plazo, lo que sembró el pesimismo en los mercados.

La decisión de subir las tasas en 25 puntos base fue unánime, ya que la inflación en EEUU se ha mantenido elevada. La Fed ha elevado las tasas desde marzo de 2022.

La Reserva Federal, dijo a principios de mayo que condiciones crediticias más ajustadas probablemente pesarán sobre la actividad económica, la contratación y la inflación. Asimismo, reiteró que el sistema bancario estadounidense es sólido y resiliente. Dijo también que seguirá reduciendo su balance según lo planificado.

Ahora la atención de los inversionistas se vuelca a lo que hará la Fed en su reunión de junio, donde el mercado no descarta que pueda haber una nueva alza, aunque varios esperan una pausa en los movimientos de tasas.