Sin pausa, el precio del sobre anota una alza de 13,46% en el año, cerrando este jueves en la Bolsa de Metales de Londres en US$ 4,3622 por libra. El aumento de la demanda, la caída de la oferta y problemas en las fundiciones chinas, son parte de los factores que ha llevado a los analistas del mundo a elevar sus proyecciones para el metal rojo. Pero el rango es amplio: hay quienes pronostican un nuevo super ciclo, mientras otros se mantienen cautos.
Con el precio de este jueves, el “sueldo de chile” alcanzó su mayor valor desde el 9 de junio 2022 ( US$ 4,368 la libra). Pero desde el mínimo que tocó el 12 de febrero de este ejercicio (US$ 3,6675), la subida es de 18,94%.
La subida se produce además luego de que el viernes pasado, EEUU y Reino unido anunciaron la prohibición de metales rusos para así contraer aún más el financiamiento ruso en el marco de la guerra con Ucrania. Con esto, se prohibió llevar a EEUU aluminio, cobre y níquel producidos en dicho país, así como la venta de éstos en la Bolsa de Metales de Londres y la Bolsa de Chicago.
Ante la escalada, Nick Snowdon, el estratega de Goldman Sachs Group, que se ha labrado un lugar como la voz más optimista del mercado - consignó Bloomberg en una nota este jueves-, argumentó que los últimos acontecimientos del cobre son sólo “las estribaciones de lo que será su Everest”, pues pronosticó a principios de año que el valor llegaría en doce meses a US$10.000 por tonelada (US$4,5 por libra), y a US$15.000 en 2025, es decir US$6,8 por libra
Según Bloomberg, el precio estimado se debe a la contracción de la oferta, así como a una expansión vertiginosa de la capacidad mundial de fundición que tendería a contraerse. En esa línea, Roland Harings, director ejecutivo del productor europeo de cobre Aurubis AG. señaló que en algún momento esto conducirá a recortes en las fundiciones y a un mercado más ajustado para el metal. Así, el punto crítico puede llegar hacia finales de 2024, cuando los mineros negocien las tarifas de las fundiciones en virtud de acuerdos de suministro anuales.
En tanto, Alice Fox, estratega de materias primas de Macquarie Group, sostuvo que “sobre una base fundamental, los indicadores sugieren que el precio ha ido demasiado lejos” y cree que el repunte actual es “un poco prematuro”, ya que está impulsado por inversores alcistas más que por una escasez del metal.
Pero en línea con Goldman, a mediados de abril Citi apuntó en un informe que el segundo mercado alcista del cobre en este siglo ya está en marcha, aproximadamente 20 años después del primero. En este escenario, el banco de inversión de EEUU estimó que los precios tenderán a subir en los próximos meses, promediando US$10.000 por tonelada para fin de año (US$4,5 por libra) y subiendo a US$12.000 en 2026 (US$5,44).
En un informe de mediados de marzo, Fitch subió su estimación fundamental del precio del cobre desde los US$8.300 a US$8.400, es decir a US$3,81 por libra a fin para este 2024, argumentando que el alza del pronóstico “refleja interrupciones del lado de la oferta y una menor orientación de producción por parte de los productores, lo que, junto con una recuperación de la demanda fuera de China, conducirá a un déficit de mercado”.
En esa línea, explicó que “los niveles de inventario siguen siendo muy bajos”. Para 2025 y 2026 mantuvo su estimación de US$8.000 y US$7.500 por tonelada (US$3,62 y US$3,4, respectivamente) , lo que se debió a “nuestras expectativas de que habrá oferta minera adicional en funcionamiento en 2025-2026, mientras que el crecimiento de la demanda en China se moderará, lo que muy probablemente conducirá a pequeños superávits en el mercado”.
En el caso de Scotiabank, sus estimaciones globales, de principios de la primera semana de abril, sitúan al precio del metal rojo en US$4 en 2024 y US$4,5 para 2025.
No sólo las entidades mencionadas han elevado sus estimaciones. A principios de este mes, Bank of America elevó su proyección del precio promedio del metal rojo para este 2024, pasando de US$3,91 por libra a US$4,23, lo que implica un alza de 8,1%. En tanto, para 2025 aumentó su proyección de US$4,76 a US$4,88.
En su informe, BofA detalló que “la demanda ha aumentado un 23% interanual hasta la fecha, en parte porque el gasto en la economía verde se ha mantenido. Más allá de eso, a nivel mundial, hay otros sectores, incluidos los centros de datos, que han aumentado el consumo. La oferta minera también está limitando cada vez más la producción refinada, y en las fundiciones de China últimamente se está discutiendo un recorte de producción de entre 5% y 10%”.