El Banco Central (BC) fue tema de debate en la Convención Constitucional que se realizó el año pasado, en un texto que introdujo cambios respecto al funcionamiento del instituto emisor, pero que terminó siendo rechazado en el plebiscito del 4 de septiembre.

Y en el nuevo proceso que se inició tras la firma en diciembre de 2022 del “Acuerdo por Chile”, el BC otra vez se está tratando en la propuesta. En ese contexto, la presidenta del ente rector, Rosanna Costa, expuso varias veces ante la Comisión Experta, y este miércoles acudió a presentar ante la Comisión de Función Jurisdiccional y Órganos Autónomos del Consejo Constitucional.

Entre otras cosas, el capítulo sobre el BC del anteproyecto de Constitución que realizó la Comisión Experta señala que el instituto emisor “tendrá por objeto velar por la estabilidad de los precios y el normal funcionamiento de los pagos internos y externos”. Y agrega que el BC “ejercerá sus funciones y atribuciones buscando resguardar el cumplimiento de los objetivos a que se refiere” el inciso anterior, “sin perjuicio de considerar también los efectos de la política monetaria en la actividad económica y el empleo”.

En su presentación de este miércoles, Costa no tuvo reparos respecto del texto que redactó la Comisión Experta, y resaltó que dicha propuesta “dota a esta institución de un marco jurídico robusto, entregándole un mandato central preciso y preservando adecuadamente la autonomía y carácter técnico de la institución”.

Pero luego vinieron las preguntas de los consejeros constitucionales, las cuales estuvieron mayormente enfocadas en qué significa que el BC tenga que considerar los efectos de la política monetaria en la actividad económica y el empleo, y cómo se diferencia eso de su objetivo de inflación.

Así por ejemplo, la consejera Lorena Gallardo (RN), consultó a Costa qué le parecería establecer una exención de responsabilidad de los consejeros del BC en sus decisiones en lo que respecta a la actividad económica y el empleo, siempre y cuando se siga claramente su objeto. La presidenta del instituto emisor respondió que “es importante que quede bastante priorizado cuáles son los objetivos del BC, la lectura que está haciendo el banco (...) es que el objetivo prioritario del BC sería la inflación, y lo que se agrega es que tendría que tener consideración de la actividad y el empleo, pero atendiendo que el objetivo principal es la inflación”.

Al respecto, Costa se hizo la pregunta: “¿Cómo leemos ese mandato y cómo funciona ese mandato en el desarrollo de cómo el BC cumple con su funcionamiento hoy día?”. Y respondió: “La inflación normalmente se produce cuando hay un shock o algo que conlleva a que la actividad esté por sobre lo que es potencialmente posible de sostener en el tiempo (...) Y la forma de que converja la inflación, es que la actividad debe volver al nivel potencialmente sostenible”.

¿Cómo?: “Subiendo la tasa de interés (...) Cuando decimos que se tiene que tomar en consideración la actividad y el empleo, lo que estamos entendiendo es que la única forma de que la actividad y el empleo se desarrollen de mejor forma, es que los ciclos macroeconómicos sean más estables, de manera tal de darle sustento al mejor desarrollo de la actividad y del empleo de forma permanente, y no en cada momento del tiempo. En la medida en que el BC controla la inflación, lo que hace es que estos ciclos expansivos se mitiguen, no aumenten, y que el ciclo económico sea más plano, y por esa vía estamos considerando la actividad y el empleo”, detalló Costa.

El consejero y presidente de la comisión, Antonio Barchiesi (Partido Republicano), consultó “si habría espacio para una interpretación distinta de la suya con esta formulación” que se propone en el texto de la Comisión Experta, y si eso podría asignarle funciones distintas de su objetivo central.

Costa respondió que “es bien importante para efectos de la interpretación de cada uno de los preceptos que ustedes definan en la Constitución”, lo que se diga durante la discusión y el debate del proceso constitucional, para ver cómo deben entenderse las normas. “Por lo tanto, creo que es bien importante que la interpretación de lo que ustedes entienden, y que la primacía del objetivo central de inflación, queden claramente establecidos. Creo que por esa vía se debe resguardar el riesgo que usted señala. Me parece que el texto hoy establece la función de inflación, y pone en una categoría distinta el empleo y la actividad, pero es fundamental la lectura que ustedes quieran darle al articulado”, señaló.

También estuvo presente el integrante de la Comisión Experta, Hernán Larraín. En la instancia, dijo que “la gran discusión que tuvimos, y que se tradujo en una innovación significativa, es la consideración en la adopción de políticas del banco, por el efecto que puede tener la política monetaria en la actividad económica y en el empleo, y evidentemente aquí hay una situación compleja, porque los instrumentos que tiene el BC para poder intervenir, apuntan al objetivo central, que es el control de la inflación, de la estabilidad de los precios (...) La única duda que uno tiene cuando incorpora que considere la actividad económica y el empleo, es: ¿qué responsabilidad asume el BC en esas tareas? (...) ¿Cómo evalúan ustedes la redacción, formulación que se hizo en el texto de la Comisión Experta, respecto a las responsabilidades que pudieran adjudicarle al BC en el desarrollo de la actividad económica y el empleo, en atención a los instrumentos que tiene para participar en esa actividad?”.

Frente a ello, Costa comentó que “en general los BC que tienen incluida la consideración, o incluso en un rango diferente, el empleo y la actividad, tienen una meta precisa en términos de inflación, (pero) no la tienen precisa en términos de empleo. No tienen una meta numérica respecto de una determinada tasa de desempleo, sino que apuntan a consideraciones de que al tomar su decisión de inflación, tengan a la vista lo que está pasando con el mercado laboral. Es muy difícil poner una meta numérica al empleo, y lo entiendo así cuando se dice que hay que tener consideración sobre lo que pase con el empleo”.

Explicó que eso ocurre “por una razón bien simple: en el largo plazo no tenemos instrumentos y el empleo depende estrictamente de variables reales en la economía, que en la terminología nuestra no es algo que pueda afectar la política monetaria. Y en el corto plazo, se pueden dar instancias en que lo que el BC está haciendo es conducir el nivel de actividad por una alta inflación a un nivel más bajo, pero sostenible en el tiempo, y al hacerlo, sin duda está afectando la actividad a la baja y el empleo a la baja con algún rezago. No hay otra forma de contener la inflación, y uno podría decir: aquí las metas colisionan. Entonces, hay que entender que cuando se toma en cuenta la consideración de la actividad y el empleo, lo que se le está pidiendo al BC es que su definición de cómo implementar la política de inflación, sea tal, que permita que el ciclo se atenúe y que estemos dando un crecimiento y un empleo lo más estable posible a través del tiempo. Y eso no es traducible en una meta numérica, sino que de qué manera reducimos y amortiguamos el ciclo macroeconómico a través de su accionar para lograr que la inflación converja a la meta que se establece”.

Hacia el final, Costa recalcó que “es bien importante que quede bien claro que el objetivo central y primario, y para el cual se le están entregando los instrumentos al BC, es precisamente la inflación, y en las conversaciones que habíamos sostenido, se entendía así. Me parece que es bien relevante que eso quede claro en el texto y en las consideraciones que tomaron cada uno de los integrantes de la comisión para tomar una decisión o una redacción u otra”.