La primera semana de mayo la banca podría empezar a dar a las pymes los créditos con garantía estatal que anunció el gobierno mediante Fogape. Eso fue lo que dijo hoy Segismundo Schullin-Zeuthen, presidente de Banco Internacional y ex presidente de la Asociación de Bancos. “Esperamos que esta semana esté el reglamento, la implementación no va a ser fácil”, comentó en un seminario virtual de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile.

En ese sentido, agregó que “en el caso de las microempresas es muy difícil evaluar el riesgo, tiene un costo altísimo”. Asimismo, explicó que los bancos están evaluando hacer créditos sindicados para aquellas pymes a las que se les prestarán mayores montos, lo que requiere un trabajo de coordinación de la industria, y que a la vez ayudaría a bajar aún más el riesgo.

“No va a ser simple, porque en los montos pequeños, piensen en una microempresa, son hasta UF6.250 lo que se puede prestar, ahí va a ser solo un banco (el que entregue el crédito), pero en empresas de UF250.000, seguramente va a haber que hacer mini sindicatos, entonces aquí viene una coordinación de la banca, porque en la práctica todos tenemos que dar iguales períodos de gracia, los mismos vencimientos, porque si tres bancos financian un tercio, los periodos de gracia tienen que ser iguales. A lo que voy, es que la operatoria tiene una complejidad mayor”, detalló.

Por su parte, Soledad Ovando, directora ejecutiva de Asech y ex gerente general de BancoEstado microempresas, cree que el reglamento que tiene que emitir el Ministerio de Hacienda y BancoEstado para estas líneas de crédito Covid, va a ser clave.

“La operatoria de cómo se materializa para que lleguen las garantías a los bancos, y se defina quiénes son los clientes elegibles, viene en el reglamento, y ahí estamos todos muy preocupados, tanto los bancos como desde el mundo de las pymes, para conocer el detalle del reglamento, porque en los detalles es donde se va a jugar esto”, informó.

Al respecto, Ovando explicó cuáles son los puntos en los que estarán atentos: “Qué tan complejo se puede hacer el delivery de la garantía para los bancos, que no sea muy engorroso, que la garantía concurra más o menos rápido, que constituirla no sea un proceso complejo, y quizás una de las cosas que más se quiere entender es cómo queda esto del orden preferente, cómo se operativiza, porque en definitiva lo que estás diciendo es que estas líneas de crédito son capital de trabajo fresco, que no puede pagar créditos preexistentes, y al mismo tiempo, están pidiendo que esos créditos preexistentes sean prorrogados por lo menos seis cuotas, ahí la gran dificultad es cuando tienes varios bancos y te estructuran en forma distinta”.

Salvataje a grandes empresas

En línea con lo que han comentado distintas economistas y expertos, Schullin-Zeuthen también entregó su fórmula favorita para poder ir en ayuda de las grandes empresas en medio de la contingencia por el coronavirus, pues aún no se ha anunciado un mecanismo de ayuda para el segmento de firmas que venden más de UF1 millón, que son alrededor de 2000 "donde hoy muchas de ellas necesitan liquidez”, y representan el 16% de la ocupación, detalló el banquero.

“Estas empresas son las que proveen de mayores recursos al Estado para poder financiar todos estos programas que hoy van en ayuda de las personas y las empresas. Eso se refleja en el impuesto a la renta que pagan, el IVA, impuesto territorial, los impuestos que pagan sus trabajadores ejecutivos, y toda la cadena hacia abajo”, puntualizó.

El presidente de Banco Internacional comentó que en la crisis de los 80 uno de los errores que agudizó el deterioro de las empresas, fue la lentitud con que se actuó para paliar la crisis financiera, en 2009 fue diferente, porque allí el entonces ministro de Hacienda, Andrés Velasco, tomó la medida de que BancoEstado le preste dinero a las grandes empresas, por lo que el riesgo no aumentó de forma significativa, indicó. “El mensaje aquí es que hay que actuar rápido”, dijo.

“La crisis del año 80 que me tocó vivir, y después la de 2019 y 2010, son crisis financieras, hoy estamos enfrentando una crisis en el sector real derivada de esta pandemia, y que si no actuamos a tiempo puede derivar en una crisis financiera, cuyas consecuencias son mucho peores que la que estamos previendo por esta pandemia”, afirmó.

¿Cuál es su solución favorita para ir en ayuda de las grandes empresas? “La que más me gusta es una solución publico privada, eso es emitir bonos convertibles que obviamente los emitan empresas que son viables, y que tengan una potencial demanda de todos los actores del mercado, es decir, AFP, compañías de seguros, bancos, fondos, y éstas serían emisiones de acciones preferentes”, señaló.

Agregó que “el Estado en este caso no compromete financiamiento en el corto y mediano plazo, uno podría emitir bonos de este tipo a cinco años, y que en el fondo durante esos cinco años el Estado no tiene que hacer ningún desembolso, transcurridos los cinco años, lo que no hayan pagado las empresas, debería emitirse acciones preferentes y lo clave de esto es que el precio de conversión sea atractivo para el Estado, por ejemplo, uno podría decidir que sea a valor libro, o lo que se está discutiendo en Brasil en el caso de LATAM, que es un promedio entre distintos valores de las acciones, pero lo importante es que existan los incentivos para que la empresa pague durante este periodo de tiempo, porque sino, viene la dilución”.