Días intensos vivieron las AFP con el retiro del 10% que se aprobó en julio. Y cuando las aguas parecían haberse calmado, empieza a ganar terreno la idea de realizar un segundo retiro. Francisco Murillo, presidente ejecutivo de Sura Asset Management Chile -controladora de AFP Capital-, cuenta que ese fue el mayor desafío operacional que ha debido enfrentar la administradora previsional de capitales colombianos. Sobre un segundo retiro, cree que “es un poco precipitado, y es importante que se llegue a un acuerdo y que haya una reforma”, comenta.
¿Qué balance hace a tres meses desde que se aprobó el primer retiro?
-Nos damos cuenta que la pandemia pegó fuerte, que en algún momento la ayuda no estaba llegando a ciertos grupos, especialmente la gente del segmento medio y, en el fondo, se optó porque las personas financiaran un momento de pandemia con sus propios recursos. Y nosotros creemos que en realidad el Estado es el que tiene que financiar la ayuda. Eso (el retiro del 10%) ya se hizo, no cabe ninguna duda que las personas usaron esa plata porque la necesitaban, hay personas que la deben haber ahorrado, pero una gran mayoría lo necesitaba. Pero también hay que reconocer que el Estado igual ha hecho un plan bien potente, un poco más de 8% del Producto, lo ha mostrado el ministro de Hacienda, US$25.000 millones; US$5.000 millones en transferencias directas. Entonces, hoy día tenemos la impresión de que un segundo retiro es precipitado. Hay que decantar, hay que ver que la ayuda haya llegado, también hay que tener presente que hay casi 2 millones de personas que ya no tienen saldo. Entonces, si asumimos que eran los que más lo necesitaban, ya tenemos 2 millones que en esta vuelta no van a recibir nada.
Sobre la discusión en el Congreso de la reforma de pensiones, en marzo de 2019 dijo: “Somos optimistas, tanto la reforma de Bachelet como la de Piñera tienen los mismos pilares, por lo tanto, quienes antes fueron gobierno y ahora son oposición, y viceversa, debieran alcanzar un consenso”. ¿Sigue optimista?
-Es necesario, es urgente, y es cada vez más urgente. Esto no es un problema de cuándo uno lo aborda, mientras más tiempo pase, las personas envejecemos y nos estamos perdiendo la oportunidad de que el empleador haya empezado a cotizar, o por lo menos, haya un mapa claro de en qué fecha deberíamos empezar a aumentar el nivel de cotización. Lo que uno ve en las propuestas de oposición y de gobierno, es que hay ciertas cosas en las que hay consenso, como subir el monto de la cotización, con cargo al empleador. Después, hay un problema de adónde lo destino. Pero lo primero que está claro, es que para subir las pensiones se necesita más ahorro, más recursos.
¿Cree que si se hubiese aprobado una reforma años atrás, hoy no se habría generado un retiro del 10% porque le podría haber dado algo más de legitimidad al sistema de AFP?
-Probablemente, por como se planteó originalmente el retiro del 10%, como una cosa excepcional, única, asociada a la pandemia, posiblemente se habría discutido igual ese retiro. El retiro no tuvo que ver necesariamente con un tema de legitimidad, tuvo que ver con un tema de necesidad. Pero de lo que sí estoy convencido, es que si se hubiera aprobado esa reforma, ya estaríamos en un camino de aumentar el volumen de recursos destinados a la pensión.
¿Pero este segundo retiro no está algo más ligado a un tema de legitimidad de la industria, considerando que la situación económica no es tan crítica como en ese momento?
-Lo que nosotros vemos es que el retiro efectivamente mejoró, primero, la sensación de propiedad de los fondos, la gente se dio cuenta de que tenía la plata. Hubo una validación de la eficiencia de las AFP en el proceso, porque finalmente las AFP en un plazo muy rápido pagaron; sin grandes impactos en los mercados de capitales; es decir, hicieron un buen proceso, y por lo tanto, eso lo que hace es que mejoró los niveles de reputación de las AFP. Aquí, de lo que no nos tenemos que olvidar es que el tema de fondo que tenemos es mejorar las pensiones.
¿Cree que ya se abrió la puerta y será difícil de cerrar, nos va a pasar lo que le ocurrió a Perú?
-Espero que no. Lo que vemos es que el primer retiro aprobado excepcionalmente y por única vez, era un retiro que respondió a la necesidad de ese momento. Nuestra percepción es que sería precipitado hacer un segundo retiro por lo que planteaba: todos los programas de apoyo del gobierno han sido bien potentes, sin ninguna duda comparados con la región, pero incluso comparados a nivel mundial. Estamos hablando de que la posición fiscal sólida que tenía Chile le permitió entrar en un programa fiscal bien potente, y por lo tanto, parece que habría que esperar a que esto decante. También uno ve que las primeras cifras de empleo de agosto ya mostraron una recuperación. El problema que tiene el retiro, es que no está bien focalizado, el retiro es para todos. Entonces, efectivamente le llega a gente que lo necesita, pero también da opción a que retire gente que no lo necesita, incluso en algunos casos con exenciones de impuestos que le hacen más cara la cuenta al Estado.
Hay diputados RN que aprobaron la idea de legislar el segundo retiro del 10%, pero quieren ingresar indicaciones para focalizar los retiros. ¿Ahí dejaría de ser un problema el retiro de fondos?
-Lo que es un hecho, es que las mejores pensiones necesitan más recursos, más ahorro en cuentas individuales, o más recursos para el Estado. Entonces, todo lo que se haga en el sentido contrario, va a ir en contra de ese problema que tenemos que resolver (...) Ya vimos que las estimaciones dicen que el primer retiro hace caer las pensiones en 13%, y un segundo retiro las podría hacer caer en 10 puntos más. Eso es un problema. La focalización te puede ayudar a acotar el problema, pero sigue habiendo un problema igual.
¿Cómo están viendo desde Colombia los controladores de Sura el primer retiro del 10%, y ahora la discusión de un segundo retiro?
-El Grupo tiene una visión de largo plazo, tiene una visión de que el sistema de pensiones tiene que ser sostenible en el tiempo, porque eso es lo que permite que haya actividad económica, que haya una actividad de seguridad social en la cual nosotros queremos participar. Te diría que la preocupación de fondo tiene que ver con que avancemos hacia un sistema más sostenible, y eso significa una reforma, esa reforma que venimos esperando. Incluso este primer retiro excepcional en tiempos de pandemia se entiende, se entiende la necesidad, pero ahora hay que ir a la tarea que toca, que es la tarea de esta reforma que mire al largo plazo, que le dé sostenibilidad al sistema.
¿Pero si se realiza un segundo retiro, y después vienen otros, se podría volver más insostenible el sistema o no?
-Lo que pasa es que cuando pensamos en sostenibilidad del sistema, uno puede mirar el ranking Mercer, que habla de la integridad de las normas, la cobertura, y la calidad de los beneficios. Entonces, hay un punto donde el retiro del 10% lo que está haciendo es mermar la calidad de los beneficios. Lo que está claro, es que las personas y a nosotros mismos nos parece que hoy las tasas de reemplazo que está dando el sistema no son suficientes, por las razones que ya conocemos: insuficiencia de ahorro, aumento de expectativa de vida, bajas tasas de interés. Al final, si retiras, el sistema es menos sostenible; pero si aumentamos la tasa de contribución, o el Pilar Solidario, el sistema se hace más sostenible. Ahí está la discusión, por eso si hay un segundo retiro, lo que haces es bajar el nivel de las pensiones, te estás alejando de lo que haría un sistema más sostenible. El sistema con cualquier retiro es menos sostenible, pero si las personas tienen recursos acumulados para su pensión, y tienen una necesidad única y excepcional, se entiende. Pero el punto que también es importante, es que si la reforma se demora dos años más, o tres años más, estamos perdiendo tiempo para recuperar ese 10%. El momento en que se haga una reforma es muy relevante, y el momento debiera ser ahora. Eso es lo que necesitamos.
¿Dentro de la AFP, este fue el desafío operacional más grande que han tenido que enfrentar?
-Creo que es el desafío operacional más grande que la AFP ha tenido. Incluso por el tema de la complejidad. Primero, de validación, porque no había clave única, sino que era validación con el Registro Civil con la cédula de identidad. El segundo elemento, es la validación con los bancos respecto a las cuentas donde los clientes querían el depósito, porque nosotros entregamos más de US$2.000 millones, y en una cuenta en la que te tienes que asegurar que sea de la persona. Tal vez una de las cosas que nos impresionó mucho, es el nivel de bancarización de las personas, porque inicialmente pensábamos cuánta gente nos va a pedir que le paguemos con un vale vista, u otra solución, y en la práctica lo que vimos es que el 95% de la gente pidió depósitos en bancos. El nivel de bancarización del país es bien impresionante.
“Está internalizado que íbamos a ir a una nueva Constitución”
Sobre cómo han enfrentado la pandemia en Sura, Murillo cuenta que “estamos en una industria que permite teletrabajar. En ese sentido, hemos podido seguir llevando adelante las operaciones, incluso este esfuerzo operacional grande que hizo la AFP por el retiro del 10%, se hizo desde las casas. Tenemos el privilegio de poder teletrabajar. La gente ha estado bien. Nuestros colaboradores en general están tranquilos, aunque cansados ya por una situación de confinamiento larga, pero en general, bastante bien. Bien expectantes tratando de que ojalá avance una reforma de pensiones, de verdad a nosotros nos preocupa, nos ocupa, nos obsesiona, el hecho de que tengamos una reforma y fortalezcamos nuestro sistema de pensiones”.
¿Cómo ve el panorama económico para este y el próximo año?
-Este año ya vamos a tener la caída que indica el FMI, el Banco Central, entre 4,5% y 5,5%; y el próximo año parte de la recuperación tiene mucho que ver simplemente con que se desconfinó el país, y eso lo hemos visto, en las primeras cifras tuvimos una recuperación de empleo bien importante. Entonces, mirando hacia adelante, uno ve que se va a encontrar con una reactivación de actividad. ¿La reactivación va a ser de 3,5%, o de 5,5% el próximo año? Es bien difícil estimarlo. Primero, por razones económicas, y también por el ciclo electoral que vamos a vivir.
¿La nueva Constitución puede generar ruido en el crecimiento?
-Creo que, en general, está internalizado en las expectativas. Está internalizado que íbamos a ir a una nueva Constitución y que va a venir un período de discusión, y ojalá que lo que vaya pasando es que decante qué cosas son las que se van a discutir, principalmente, porque todo eso va a ir generando certidumbre en el tiempo. Yo tiendo a pensar que es un proceso que está relativamente incorporado.
¿Le sorprendió la amplia diferencia por la que ganó el Apruebo el domingo pasado? ¿Se lo esperaba?
-Era claro que iba a ganar el Apruebo, yo creo que la diferencia fue mayor.
Ya estábamos en un mundo de tasas bajas precrisis, y ahora volvieron al suelo, incluso algunas están en negativo. ¿Dónde se están posicionando hoy los inversionistas en Sura?
-Nosotros abrimos un programa de activos alternativos que fue bien exitoso, ofrecimos a nuestros clientes alternativas de inversiones en tres tipos de fondos de activos alternativos y tuvo mucho éxito, porque en realidad ese activo suele ser elegible solo para los inversionistas institucionales, porque el monto de inversiones es relativamente alto, y por lo tanto, no se abre mucho; pero conseguimos poder armar un programa y poder venderle esto a nuestros clientes. Otro camino está por inversiones fuera de Chile, y ahí no hay que engañarse, porque de repente uno piensa que la inversión afuera tiene que ver con una percepción de inestabilidad, y no necesariamente. Cuando pones recursos afuera te abres a un mundo de inversiones mucho más amplio que el que tienes en Chile, en distintos países, distintos sectores, fondos de instrumentos de high yield, entonces logras una mejor diversificación y acceso a mejor retorno. Ahora, en general, la perspectiva de retornos de las inversiones en el mundo es baja.