A inicios de febrero, el CEO de Qatar Airways, Akbar Al Baker, indicó en un evento de aviación realizado en Doha que la aerolínea catarí está interesada en aumentar su participación en la propiedad de la compañía chilena Latam Airlines. No es la primera vez que el ejecutivo catarí revela ese deseo. Ya lo había hecho en octubre pasado, cuando recién se había anunciado la intención de la aerolínea norteamericana Delta de entrar a la propiedad de la empresa chilena.

Hoy Qatar Airways posee un 10% de la ex LAN Chile, y tiene un director sentado en la mesa directiva de la principal aerolínea latinoamericana. Sin embargo, Al Baker confesó que le gustaría tener una participación en la firma chilena “igual a la de Delta” y agregó que “cuando surja la oportunidad adecuada y el precio correcto, analizaremos un aumento de nuestra inversión en Latam”.

Delta sorprendió al mercado el año pasado al comprar el 20% de Latam Airlines en US$ 1.900 millones.

Delta y Qatar arrastran una áspera rivalidad en el último lustro. Los norteamericanos no han perdido oportunidad en denunciar el alto apoyo estatal que recibe la empresa de Doha, generando -a su juicio- una competencia desleal en el sector, mientras los líderes de Qatar han dicho incluso que su rival vuela aviones chatarra y que tiene auxiliares de vuelo “abuelas”.

Pero el deseo de Qatar Airways de tener el mismo porcentaje de propiedad en Latam que ostenta Delta se ve complejo.

Si la catarí pasara de su 10% actual en Latam a un 20% como Delta, la norteamericana podría activar una cláusula de su acuerdo con el carrier de origen chileno, que indica que si cualquiera de los accionistas actuales de Latam subiera su participación al 20% de la propiedad o más, Delta podría aumentar la suya al 24,99%. Los vendedores de papeles en este caso serían los otros accionistas a prorrata, indican cercanos a la aerolínea, y agregan que no sería necesaria una Oferta Pública de Acciones (OPA), debido a que no se sobrepasaría el 25% de la propiedad, lo que significa un control de la compañía.

Además, si Qatar Airways llegara al 20% o incluso al 24,99%, habría complicaciones insospechadas para Latam, aseguran distintas fuentes ligadas a la aerolínea y otros personeros al tanto del acuerdo Latam-Delta.

Esto, porque si bien en ese escenario, hipotéticamente Qatar no tendría en rigor el control de la aerolínea latina, distintos conocedores de la industria consultados por Pulso Domingo coinciden en que a ojos de los reguladores europeos y norteamericanos sí sería un cuasicontrol de los cataríes y, al ser Europa y EE.UU. zonas sin políticas claras de cielos abiertos -donde se reservan el derecho de otorgarle ciertas rutas a aerolíneas de algunos países-, el portazo a Latam Airlines podría ser una realidad, lo que implicaría perder derechos de tráfico en rutas de esas zonas, relevantes para la compañía.