Un deterioro sostenido en los componentes laborales y de morosidad de las empresas fue lo que registró una nueva medición del riesgo empresarial de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS). Según el Índice de RedNegocios de la CCS, el indicador de riesgo empresarial del primer trimestre del año se ubicó en 8,35 puntos, su mayor nivel desde que se comenzó con la medición trimestral, en 2021.
El indicador de riesgo mostró un aumento de 0,8 puntos respecto del trimestre previo, situándose en más de tres puntos por sobre los niveles de 2021, cuando comenzó su medición y anotó dos trimestres consecutivos con alzas. Con ello, el índice general trimestral pasó de 7,6 puntos en el cuarto trimestre del año pasado, a 8,35 puntos en enero-marzo.
El índice, que marca valores entre 0 y 100 puntos, donde 100 representa el mayor nivel de riesgo, se elabora a partir de la evaluación de indicadores laborales en temas como cumplimiento de obligaciones laborales y prácticas sindicales, y de morosidad, donde se desglosan tópicos como cumplimiento comercial y protestos. La metodología es aplicada a una muestra de algo más de 7 mil empresas al mes, las cuales forman parte del registro de proveedores de RedNegocios de la CCS.
El aumento del riesgo detectado en la primera parte del año se debió a alzas registradas en ambos componentes del índice, explicó la CCS. Por una parte, el índice de riesgo financiero mostró un aumento de mayor magnitud, de 1,3 puntos, y por otra, el indicador laboral mostró un alza de 0,2 puntos respecto del trimestre previo.
Así, el indicador laboral anotó dos trimestres consecutivos con alzas y llegó a 5,95 puntos, pero por debajo de su mayor nivel registrado en el segundo trimestre del 2023, cuando la cifra llegó a 6,63 puntos. Mientras que, el indicador de morosidad, llegó a 10,74 puntos, el máximo de la medición y anotó 10 alzas trimestrales consecutivas.
Por subcomponentes del indicador de morosidad, se observó un deterioro en ambos subindicadores. Por una parte, el de morosidad comercial subió 1,5 puntos a 18,24 puntos, y por otra, el que mide el riesgo de protestos mostró un aumento de 1,1 puntos a 3,25 puntos respecto del trimestre previo. En tanto, en el área laboral, el subindicador de riesgo en cumplimiento de compromisos laborales aumentó los mismos 0,2 puntos, llegando a 6,61 puntos, y manteniéndose constante el que mide las prácticas antisindicales, en 0,04 puntos.
Las razones
Según resaltó la CCS, dentro de los factores que marcan el deterioro que enfrentan las empresas, de acuerdo con la medición, se encuentran una demanda que, pese a su reciente recuperación, continúa debilitada, sumándose mayores costos y márgenes más estrechos, empeoramiento en el acceso y costo del crédito, así como también disminuciones en las ganancias.
“En casi todos los componentes se evidenció que el deterioro observado durante el año pasado continuó en la primera parte de este año, alcanzando la mayoría de ellos sus niveles más altos de los últimos años, a excepción del indicador de prácticas antisindicales, que se ha mantenido estable durante el período analizado”, comentó el gremio del comercio.
Ante este contexto, la CCS presentó la principal alerta sobre la morosidad comercial. Según la medición, este ítem superó los 18 puntos en el primer cuarto de este año, luego de que en el último cuarto del año pasado sobrepasara los 16 puntos, “mostrando con ello un deteriora más persistente en el componente financiero del riesgo”, comentó el gremio.
Detalle por sectores
A nivel de sectores de actividad, se verificaron comportamientos mixtos respecto del trimestre previo, donde la mayoría anotó deterioros.
De los 12 rubros considerados en el índice, nueve registraron aumentos en su nivel de riesgo, siendo el de “transportes, logística y comercio exterior” el más afectado, con un incremento de 3,3 puntos. Le siguen las empresas relacionadas con el “medio ambiente”, con un aumento de 1,8 puntos en su riesgo. Más abajo se ubican las empresas que tienen que ver con la “operación industrial” y la “industria eléctrica”, con alzas de 1,6 y 1,1 puntos, respecto al último trimestre del año pasado, respectivamente.
En el otro extremo, los sectores que mostraron una mejora en su riesgo corresponden a “salud y seguridad”, cuyo índice bajó 1,5 puntos; “comercio, restaurantes y hoteles” (-0,9 puntos) y “servicios empresariales y financieros” (-0,3 puntos). “Particularmente en el sector comercio, esta mejora responde a la recuperación relativa de la demanda, en un contexto en que las ventas minoristas han ido saliendo de un largo ciclo de resultados negativos”, comentó la CCS.
Al margen de las variaciones, según resaltó la CCS, los sectores que mostraron los mayores niveles de riesgo en la primera parte del año fueron “transportes, logística y comercio exterior” (12,48 puntos), y el “sector eléctrico”, con un índice de 9,86 puntos.
Por tamaño de empresa
Al descomponer el índice de riesgo general por tamaño de empresa, el segmento de pymes destacó por su deterioro, al registrar un aumento de 0,8 puntos en enero-marzo, alcanzando un índice de 8,09 puntos, su nivel más alto en todo el período de medición. “El subindicador de morosidad explicó buena parte de estos resultados al registrar un ascenso de 1,6 puntos, en tanto el laboral se mantuvo respecto del último trimestre del año pasado”, detalló la CCS.
La categoría de las microempresas muestra que desde la última parte del año pasado se ha intensificado su trayectoria de deterioro, al alcanzar su mayor índice de riesgo, con 8,56 puntos en el primer trimestre de 2024, por sobre el nivel del resto de los segmentos de empresas, y con un aumento cercano a cinco puntos en los últimos tres años. “Las cifras recientes muestran que esta trayectoria continúa, pero en menor magnitud, al escalar un 0,2 puntos respecto del último cuarto del año pasado. Su desempeño se explicó por un aumento de 0,3 puntos en el indicador de morosidad y de 0,1 puntos en el laboral”, agregó el gremio.
En el segmento de grandes empresas, también se observó un deterioro, aunque de menor intensidad que en las pymes, al mostrar un aumento de 0,5 puntos, situando su indicador de riesgo en 8,3 puntos. “Esta dinámica se explicó principalmente, por un aumento en el componente de morosidad de 1,3 puntos, mientras que su indicador laboral disminuyó en 0,4 puntos respecto del periodo anterior”, resaltó la CCS.
“El escenario para las empresas en los próximos meses se mantiene complejo, si bien las expectativas generales de una mejoría en los niveles de actividad y demanda, control inflacionario, reducción en las tasas de interés y mayor crecimiento debieran ir generando las condiciones para que el riesgo empresarial comience a descender”, proyectó la CCS.